No había angulas vivas en la nave registrada en Oiartzun, sino 1,5 toneladas de anguilas

Esta matización no afecta a la tipificación de los delitos que se imputan a los arrestados, dado que la legislación europea prohíbe la exportación de la 'anguilla anguilla' fuera de la Unión Europea, sea cual sea su tamaño. Por tanto, se mantendrían las acusaciones por pertenencia a organización criminal, tráfico de especies protegidas, contrabando y blanqueo de capitales. Según informó la Guardia Civil, la presunta organización criminal contaba con viveros clandestinos cerca de los aeropuertos de París y Amberes, de donde enviaría en avión hasta China los animales, ocultos entre el equipaje personal de las 'mulas'. En el país asiático se llega a pagar hasta 5.000 euros el kilo.

Aunque en todas las informaciones oficiales facilitadas sobre este proceso se ha hablado de «1,5 toneladas de angulas vivas», en realidad se trata de angulones y anguilas, que pesan más, por lo que el número de ejemplares confiscados sería menor, aunque sigan siendo «muchísimos», según fuentes especializadas.

Así consta al menos en el acta del registro llevado a cabo en el pabellón del barrio oiartzuarra de Altzibar, que fue supervisado por técnicos del Departamento de Promoción Económica, Turismo y Medio Rural de la Diputación de Gipuzkoa. Este informe, al que ha tenido acceso este periódico, recoge que «no hay presencia de angula menor de 12 cm ni lamprea en las piscinas». Sí se constata, en cambio, la existencia de ejemplares de distintas edades en cuatro tanques: uno con un número «muy pequeño» de «anguilas adultas»; otro con un «alto número» de anguilas adultas, con «varios animales muertos»; un tercero con «una alta densidad» de «angulón de 5-6 años de edad», algunos con heridas y otros muertos; y otro con angulón de más/menos 6 años». Con esta edad, los expertos consultados coinciden en que se trataría de anguila amarilla, ya que no es hasta más veterana cuando adquiere el tono plateado, etapa en la que regresa al Mar de los Sargazos para su reproducción y posterior muerte. Fuentes oficiales aseguran que en Francia sí se halló «algo» de angula.

La única angula referida en el informe, que se encuentra, al igual que toda la investigación, bajo el secreto de sumario decretado por el juzgado de Instrucción número 4 de San Sebastián, serían once bolsas de 5 kilos congeladas «con indicación 'mala'». En los congeladores, también había 109,4 kilos de anguila, 14,66 de angulón y 17,34 de lamprea.

La macrooperación conjunta llevada a cabo por la Guardia Civil y la Gendarmería con la coordinación de Europol y la Oficina Europa de Lucha contra el Fraude (OLAF), se saldó con 27 detenidos, cuatro de ellos –dos hombres y dos mujeres– a este lado del río Bidasoa: en Hernani, en Arrasate, en Pamplona y en Rebordanes (Tui, Pontevedra). Tras prestar declaración en San Sebastián, los cuatro fueron puestos en libertad con cargos.

La investigación considera que el epicentro de la trama se encuentra en una empresa de Saint-Vincent-de-Tyrosse, en las Landas, propiedad a su vez de las empresas inspeccionadas en Oiartzun y Pontevedra, y con viveros en varios puntos del suroeste francés hasta Bretaña. Su propietario es un guipuzcoano afincado en Bidaxune (Nafarroa Beherea), al que se considera como uno de los cerebros de la presunta organización criminal. Según ha podido saber este periódico, este hombre niega la existencia de una trama delictiva y de tener vinculación con viveros clandestinos.

Los investigadores, por su parte, consideran que la operación, desarrollada desde 2021, habría permitido desarticular toda una banda de tráfico ilegal de angula y anguila, dado que entre los detenidos figuran desde pescadores a comerciantes y mayoristas.