«La alarma social no es motivo para justificar la prisión provisional»

– ¿Habría que endurecer las penas para los delincuentes multirreincidentes?

– Es un tema difícil. Creo que ya hay instrumentos legales, como las penas de prisión y la prisión preventiva, que si se aplican correctamente no creo que haya que endurecerlas. Es cierto que cometen delitos que crean alarma social e inseguridad, como los hurtos o contra la propiedad, donde no cabe la prisión preventiva; pero si reinciden, aunque sea con penas pequeñas, acaban entrando en prisión. Otra cosa son los robos con violencia o las peleas con lesiones, en los que sí hay mecanismos legales para una respuesta inmediata. Pero la alarma social como tal no es un motivo para justificar una prisión provisional, porque es una medida que afecta a un derecho fundamental como es la libertad. Además estos multirreincidentes acaban entrando en prisión. Lo que hay que procurar es que cuando salgan, no reincidan.

– Hace unos meses tuvieron problemas con presos jóvenes y conflictivos, tal y como reconocieron desde el departamento de Justicia.

– Pero fue algo puntual. Se junta un grupo de presos más conflictivos que altera la dinámica del centro de una manera grave. Pero el centro está muy tranquilo ahora y no hay una tendencia al alza de internos conflictivos. Lo que sí hemos notado en los jóvenes es que no reconocen la autoridad, ni de la policía ni de los funcionarios.

– ¿Cree en el carácter reinsertador de las prisiones?

– Está demostrado. Todos los medios de la administración penitenciaria están orientados a ese objetivo, a que su paso por prisión sea provechoso y a que les demos las herramientas necesarias para que pueda desarrollar una vida normalizada fuera. Ese es el fin. Que salgan mejor que como entraron.