Acusan a un hombre de violar a una joven que se negó hasta seis veces a mantener relaciones
Los hechos ocurrieron en plena calle y en un portal en Elgoibar, y la víctima afirma que durante parte del tiempo perdió «la conciencia de la realidad»
Un varón será juzgado la próxima semana en la Audiencia de Gipuzkoa, acusado de violar a una joven en Elgoibar, a pesar de que esta ... se negó hasta en seis ocasiones a mantener relaciones sexuales completas con él. La Fiscalía pide que se le impongan 9 años de prisión por un delito continuado de abuso sexual, si bien la acusación particular que ejerce la víctima solicita una pena de 10 años por agresión sexual. La víctima ha renunciado a cualquier indemnización que pudiera corresponderle.
Los hechos se remontan al verano de 2018, durante una noche de fiesta en la que la víctima y el acusado coincidieron en un bar. Según recoge el escrito de acusación provisional de la Fiscalía de Gipuzkoa, él le invitó a un chupito, y además insistió «una y otra vez» para que la joven bebiese de su copa, «a lo que finalmente accedió». Sin embargo, enseguida se sintió indispuesta, por lo que salió a la calle acompañada del encausado. Una vez fuera del bar, comenzaron a besarse y se dirigieron a un portal cercano que tenía cubierta, donde se realizaron tocamientos. El hombre, sostiene el Ministerio Público, «empezó a insistir que la quería penetrar», si bien ella dijo no, «y a pesar de su negativa expresa, finalmente la penetró».
La joven, asegura la Fiscalía, le pidió «hasta en seis ocasiones que parara», diciéndole «Por favor, yo no quiero eso, para», incluso llegando a agarrarle de los brazos para que cesara. Sin embargo, «él la empujó contra la pared haciendo que cayese al suelo, donde siguió penetrándola».
En ese momento la mujer «perdió la noción de la realidad», hasta que vio a alguien en un balcón cercano, momento en el que el varón paró. Sin embargo se metieron dentro del portal, donde ella «se bloqueó otra vez, hasta que la luz del flash» del teléfono del acusado «le hizo recobrar la conciencia», se levantaron y se marcharon a otro lugar. Allí, de nuevo, el varón quiso penetrarla, «a lo que ella se negó, pero ante la insistencia finalmente accedió con la condición de que no la penetrara analmente». Sin embargo, «a pesar de su negativa expresa, sintió» que sí lo había hecho, por lo que pidió que parara, a lo que el encausado reaccionó «agarrándola del cuello y tumbándola en un banco», donde siguió agrediéndola hasta que ella le dijo «que no podía respirar». La acusación particular añade además que le golpeó en la cara.
Dos realidades
Las acusaciones concluyen que durante las tres horas que la víctima estuvo con el acusado «su estado mental no era el de una persona normal, pues al instante olvidaba lo que acababa de ocurrir y no se acordaba de nada, siendo como vivir dos realidades distintas». Aunque la mujer tenía hematomas en extremidades y cuello, no acudió al médico.
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