El acusado de violar a una joven en Elgoibar niega que hubiese penetración
Los amigos de la víctima afirman que al día siguiente de los hechos estaba «zombie» y tenía moratones y rozaduras en la espalda
El acusado de violar a una joven en Elgoibar durante las fiestas de 2018 niega que se produjese la agresión y dice que en ningún ... momento hubo penetración. La Fiscalía pide para él una pena de 9 años de prisión, y la acusación particular la eleva a 10. La víctima, muy afectada, ha declarado a puerta cerrada y sin ver al encausado.
Los hechos denunciados por las acusaciones ocurrieron en agosto de 2018 en Elgoibar, de madrugada. Víctima y acusado coincidieron en un bar y tras entanblar conversación salieron a la calle, porque la joven no se encontraba bien. Una vez fuera del bar, comenzaron a besarse y se dirigieron a un portal cercano que tenía cubierta, donde se realizaron tocamientos. La víctima «perdió la noción de la realidad, su estado mental no era el de una persona normal, pues al instante olvidaba lo que acababa de ocurrir y no se acordaba de nada, siendo como vivir dos realidades distintas».
En esos «flashes» que consiguió recordar, la víctima señaló que el hombre «empezó a insistir que la quería penetrar», si bien ella dijo no, «y a pesar de su negativa expresa, finalmente la penetró». Esto ocurrió tanto en el interior de un portal como posteriormente en el banco de un parque, donde el varón habría empleado violencia para forzarla, golpeándola y agarrándola del cuello, al punto que no podía respirar, sostienen las acusaciones.
Durante el juicio celebrado hoy en la Audiencia de Gipuzkoa, el varón ha negado la agresión. Según ha relatado, se conocieron en el bar y al salir se alejaron hasta un parque, donde se besaron y se masturbaron mutuamente. «No le penetré. Más que caricias no. Tampoco le agarré del cuello. Habíamos pasado una buena noche», que terminó acompañando a la joven a su casa. «Estábamos en un ambiente público, no eran mis intenciones penetrarla».
Los días posteriores le envió mensajes, con la intención «de volver a quedar, me había gustado». Uno de esos mensajes, enviado la mañana después de los hechos, sostienen las acusaciones que decía: 'Amanecí con tus bragas en el bolsillo'. «Es mi número de teléfono, pero no mandé ese mensaje». Sí ha reconocido mandar otros, que decían 'la escena se alocó bastante', '¿asustada o arrepentida?', 'ya sabía que no te ibas a acordar'. «Mis intenciones en esos mensajes no era nada malo, era un reto para conseguir salir a tomar un café con ella», ha dicho.
«Estaba en 'shock', ausente»
La declaración de la víctima se ha realizado a puerta cerrada, pero en la sesión han comparecido varios amigos de ella que salieron con ella dicha noche. Algunas de ellas la vieron volver con el acusado tras ocurrir los hechos, y coinciden en que estaba «ida, nunca le había visto así. No era ella».
Al día siguiente volvieron a verla a la hora de comer, y aseguran que estaba «'zombie', con la cara blanca, una botella de agua en la mano y sin hablar. Estaba bloqueada, no era capaz de contestar a lo que le decíamos. Nunca he visto a nadie así, no era ella», han insistido. A una de las amigas le confesó que no recordaba lo ocurrido la noche anterior, y le acompañó a comprar la pastilla del día después. Asimismo, observaron que tenía moratones en la espalda.
A los días sí relató lo ocurrido a dos amigas. «Era un saco de nervios, un mar de lágrimas. Nos cuenta que no recuerda que ha pasado, que tiene flashes que van y vienen y que fue forzada. Hablaba de fuerza física, de agarrarle contra un banco». Ahí decidieron escribir un mensaje al hombre, preguntándole qué había ocurrido aquella noche, que no recordaba nada, a lo que él contestó que «se besaron, se calentaron y que no hubo penetración».
A consecuencia de lo ocurrido, su cuadrilla asegura que «no ha vuelto a ser la misma», que evita las aglomeraciones y que no ha vuelto a participar en las fiestas del pueblo. «Ha estado mucho tiempo metida en casa. No ha estado bien y sigue sin estar bien. Cuando intentaba salir muchas veces le hemos tenido que acompañar a casa porque le daba ansiedad y pánico».
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