El acusado de sabotajes a Ekotrade niega los hechos y dice que «incluso trabajamos juntos»
El presunto inductor de los incendios asegura que su empresa «no tenía una mala relación» con las compañías afectadas, como insinuó el exgerente de una de ellas
Tres incendios en apenas dos semanas y de manera consecutiva calcinaron gran parte de la maquinaria e instalaciones de las empresas Orsa, Serkom, Elama y ... Ekotrade en dos pabellones de Hernani y Astigarraga. Los hechos transcurrieron entre el 26 de febrero y el 15 de marzo de 2020, y cinco personas están siendo juzgadas desde la semana pasada en el Palacio de Justicia de San Sebastián por un delito continuado de daños de especial gravedad mediante incendio. En la primera sesión del juicio celebrada el pasado 9 de julio, el gerente de Ekotrade entre 2003 y 2017 desveló en su intervención «tensiones y problemas» entre la que era su empresa y la del presunto inductor de los incendios, que según indicó son «competencia directa». El exdirigente aseguró incluso haber recibido «amenazas» por parte del acusado y su hermano. El propio procesado, en la sesión llevada a cabo ayer en los Juzgados de Atotxa desmintió estas acusaciones.
«No tenía mucha relación con él, pero no discutimos ni nos llegamos a reunir. No sé nada de amenazas, no entiendo estas acusaciones», declaró el presunto inductor de los fuegos. También se pronunció acerca de los lazos entre su empresa (Urkiondo Ekolur) y Ekotrade. «No somos del mismo sector. En Ekolur nos dedicamos a la recogida de madera y en Ekotrade hacen machaque y recogida de escombros. No teníamos ningún problema, incluso llegamos a trabajar juntos durante años. Nos traían madera», detalló.
El acusado fue más allá y añadió que «actualmente trabajamos con Elama», otra de las compañías afectadas por los incendios en 2020. Del mismo modo, descartó por completo que Ekolur se llevara clientes de Ekotrade. «No somos competencia directa. Hay otras 80 empresas en el sector». Según señaló la parte defensora, el procedimiento «ha estado enfocado» a los daños que sufrió Ekotrade, cuando los incendios «apenas afectaron» a maquinaria de dicha empresa. De hecho, según indicó el propio procesado, la maquinaria que quedó dañada en los pabellones «es de obra, no de recogida de residuos». Es decir, se trataba de instrumentos de Orsa, Serkom y Elama, «no de Ekotrade», incidió la defensa.
El procesado asegura que su empresa (Ekolur) «no es competencia directa» de Ekotrade, una de las compañía perjudicadas
El Ministerio Fiscal y la letrada de las empresas perjudicadas destacaron que los tres incendios siguieron «el mismo modus operandi». La Fiscalía hizo referencia a que cuentan con una serie de «indicios significantes» que en su conjunto «se van a convertir en pruebas de carga». La parte acusadora mencionó dos acontecimientos «de peso» en la causa. Uno de ellos se remonta al día del primer incendio, el 26 de febrero de 2020.
«La Ertzaintza interceptó a tres de los acusados, acompañados de un cuarto que no ha sido identificado, en el vehículo de uno de ellos en un control de tráfico rutinario a siete minutos del lugar del fuego, unos minutos después de registrarse el incendio. Un agente les dio el alto y ellos hicieron caso omiso, acelerando hasta verse obligados a parar unos metros más adelante». No obstante, en aquel momento los ertzainas que intervinieron no detectaron nada constitutivo de delito.
Falta de un técnico en el juicio
El otro lance al que hizo referencia la letrada que representa a las empresas corresponde al segundo incendio, provocado el 2 de marzo de 2020. «Una cámara visiona el coche de uno de los acusados en una carretera paralela a uno de los pabellones y en las imágenes se distingue a cuatro varones, sin llegar a aclarar su identidad», subrayó la abogada. «Sobre la hora a la que se originó el incendio, dos personas se apean del vehículo y vuelven a montar en un punto más adelantado, justo cuando el humo comienza a aparecer en imagen».
Una cámara visionó el coche de uno de los acusados «en la calle paralela al pabellón» en el momento del incendio
Otra de las líneas que siguió la acusación fue la geolocalización de los teléfonos móviles de los procesados. Pero la defensa alegó «la falta de un técnico que interviniera en el juicio para explicar los detalles», debido a que los datos aportados «no han sido precisos». El Ministerio Fiscal mantiene la solicitud de cinco años de cárcel por un delito continuado de daños de especial gravedad mediante incendio para dos de los acusados, como coautores, y para el presunto inductor. Los otros dos procesados se enfrentarían a un delito de daños de especial gravedad mediante incendio por presuntamente participar en una de las quemas. La defensa pidió la pena absolutoria para todos los acusados. El caso quedó visto para sentencia.
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