Un abrupto fin de curso con incógnitas para septiembre
Universidades. De un día para otro UPV/EHU, Mondragon, Deusto y Tecnun pasaron de clases presenciales a online. Ahora se esfuerzan para que los alumnos tengan la mayor normalidad posible
-
Nekan
Rectora de la UPV/EHU«Ahora el verbo es reinventar tanto para las clases como para evaluar»
La recomendación que se ha hecho a los profesores desde el rectorado de la UPV/EHU es que se apueste por la evaluación continua. ... «Que valoren los trabajos y ejercicios entregados por sus alumnos. Y, si hasta ahora no lo han hecho, tienen plazo para encargarlos de aquí a fin de curso», explica la rectora Nekane Balluerka –que el sábado pasado en una amplia entrevista en este periódico explicaba como afronta la universidad la situación provocada por la pandemia–. Y esto supone uno de los principales retos a los que se enfrenta ahora la universidad pública vasca porque, aunque cada vez se aplica más todavía los exámenes finales tienen prevalencia.
El calendario de aquí a fin de curso no va a variar al ya establecido. «Hemos decidido mantener lo que estaba previsto porque con la pandemia resulta imposible prever cuál es la opción más adecuada para no romper el ciclo». Así que con la idea en mente de que el coronavirus se va a quedar un tiempo «mientras no tengamos una vacuna», se apuesta por la normalidad porque «bastante tienen con cambiar sus hábitos a la hora de trabajar y estudiar».
A mediados de mayo serán los exámenes del segundo cuatrimestre en la mayoría de las facultades y las convocatorias extraordinarias comenzarán a mediados de junio y se extenderán, en algunos casos, hasta principios de julio. «Esperar no era una opción que nos planteáramos. Al alumnado hay que darle garantías y que pueda organizarse».
Esta última evaluación, realizada a distancia, va a poner a prueba la adaptabilidad. Para ello desde la UPV/EHU se ha pedido al profesorado que utilice «métodos serios pero flexibles». En ningún caso se ha insinuado que se facilite el aprobado general, pero sí que los docentes no evalúen como lo harían con clases presenciales. «El verbo que utilizamos es reinventar», explica la rectora. Así, las orientaciones básicas han sido que «propongan pruebas, experimentos y simulaciones que pongan al alumno a pensar, que no sean memorísticas». La razón es que al enfrentarse el estudiante a un examen más o menos tradicional desde casa puede dificultar concentrarse, que no haya silencio, que le falle la conexión o que tenga familiares enfermos.
Cuando terminen los exámenes de grado, muchas de las aulas de los tres campus de la UPV/EHU se llenaran de los alumnos que se presentan a la EBAU. La primera convocatoria será a partir del 6 de julio . «Se mantiene lo establecido en la normativa estatal que ha previsto una serie de modificaciones que la hacen más flexible con distintas cuestiones de un mismo programa para que el estudiante pueda descartar en las que se siente más inseguro». Al tratarse de una modalidad un tanto novedosa desde la universidad se va a poner a disposición de los centros el nuevo formato para que les sirva de ayuda a los alumnos y puedan practicar.
Respecto al inicio del curso 2020-2021 «es pronto para decidir nada». Si contemplan empezar un poco más tarde porque al retrasarse la EBAU también lo hace el plazo de las matrículas. Solo debería afectar a los de primero y no debería ir más allá para empezar en una o dos semanas. «Si se ha normalizado la situación, las dinámica universitaria también».
-
Iñig
Director de desarrollo de Tecnun«El calendario apenas ha cambiado para no alterar la dinámica del alumno»
Cuarenta y ocho horas fueron las que necesitó Tecnun para pasar de la docencia presencial a las clases a distancia en sus 8 grados de ingeniería y 3 másteres. La Escuela de Ingenieros de la Universidad de Navarra con sede en Donostia cuenta con 1.200 alumnos que están conectados. Su director de Desarrollo, Iñigo Gutiérrez, explica que el día que se declaró el estado de emergencia fundamentalmente tuvieron en cuenta dos aspectos: que la salud era lo primero y que había que mantener los calendarios y horarios, «para romper lo menos posible la dinámica del alumno». Las clases finalizarán el 13 de mayo y a continuación se harán los exámenes.
Antes de las vacaciones de Semana Santa anunciaron al alumnado que todos los exámenes se realizarían de forma no presencial porque «muchos alumnos son de fuera del territorio y no queríamos condicionarles a que tomaran la decisión de quedarse cuando ellos preferían quedarse en sus casas». Las pruebas se realizarán «teniendo en cuenta las circunstancias personales» –diferentes husos horarios, situaciones familiares, disponibilidades técnicas– y las revisiones se podrán hacer por videoconferencia. La convocatoria extraordinaria tendrá lugar entre el 16 y el 30 de junio.
Las prácticas también se realizan online, con herramientas de simulación. En aquellas imprescindibles para la nota final se evaluara el diseño aunque el resultado físico no se presente. En el resto de casos se realizarán seminarios en julio, septiembre u octubre.
De cara al próximo curso, Tecnun tiene previsto arrancar el 1 de septiembre, siempre dependiendo de lo que marquen las autoridades sanitarias. «Obviamente estamos previendo todos los escenarios posibles, con limitaciones de aforo, normas de distanciamiento personal y estamos elaborando los correspondientes planes de contingencia para garantizar un adecuado retorno a las aulas».
También de cara al próximo curso, de momento se mantienen los programas de movilidad. Tienen convenio con 150 universidades y en 5 de Canadá, Australia, Singapur y Hong Kong ya les han confirmado que no habrá programas de intercambio, al menos en el primer semestre «y sospechamos que van a ser muchos más». Por ello, «estamos planteando posibles opciones en esos casos: reubicaciones, cambios de semestre de intercambio, pero a la vez siendo muy realistas con los alumnos y transmitiendo la realidad de que no todo depende de la decisión de la Universidad de Navarra.
-
Jon A
Vicerrector de Mondragon Unibertsitatea«No está decidido todavía cuándo comenzaremos las clases»
Terminada la fase inicial de transición de las clases presenciales al aprendizaje remoto, en Mondragon Unibertsitatea sigue trabajando en «mantener los parámetros de calidad en la formación de los alumnos», explica su vicerrector Jon Altuna. «Lo estamos haciendo bien, hemos consultado a los estudiantes y nos han señalado que las propuestas de aprendizaje cumplen con ese objetivo» señala.
Dentro de lo que denomina el proceso de aprendizaje MU incluye la evaluación y «si la forma de aprender se ha tenido que cambiar también tendrá que hacerse lo mismo con el modo en el que los alumnos demuestran los conocimientos que han adquirido en estas semanas». La evaluación continua, implantada desde hace tiempo, y los trabajos en grupos pequeños «nos permiten tener un contacto muy directo con nuestros alumnos y ver su progresión a través de trabajos, proyectos, defensas orales...»
Esta universidad no cuenta con un calendario de exámenes como tal «sino que están dispersos a través de distintos hitos de evaluación». Estas pruebas tradicionales se han reducido al mínimo posible porque «no tenemos garantías de que en las condiciones actuales se puedan desarrollar correctamente y eso repercutiría notablemente en el alumno».
Los docentes han recibido la recomendación de que midan la carga de trabajo que estos días tienen los alumnos –«la evaluación continua es importante, pero no es nada fácil estar ocho horas al día delante del ordenador, sobre todo una circunstancias especiales como estas»– y para ello el mejor camino es «mantener un constante 'feedback' con los estudiantes y así poder evaluarlos con mayor conocimiento de su situación».
La matriculación para el próximo curso se va a retrasar y las nuevas fechas, «siempre que se mantenga la situación actual, no haya nuevas declaraciones de estado de emergencia y se pueda recuperar un poco la normalidad», serán para la convocatoria ordinaria del 21 al 24 de julio ambos días incluidos, y el 29 y 30 para la convocatoria extraordinaria.
De cara al inicio del curso que viene todavía no tienen decidido cuándo comenzarán las clases. Generalmente suele ser durante la segunda semana de septiembre, pero de momento están a la espera de la evolución de la situación sanitaria. El día que se entre en las aulas «será con todas las garantías» y para ello cuentan con un protocolo de desescalada para los trabajadores, con la toma de temperatura y contemplar unas distancias mínimas entre otras medidas, que también aplicarán entonces. «También debemos tener en cuenta como afecta a la movilidad de los estudiantes».
De momento, en Mondragon Unibertsitatea no han descartado los programas de movilidad del alumnado para el primer cuatrimestre y «estamos trabajando en distintos escenarios dentro de la nueva normalidad que tendremos. Habrá que ver a qué países se puede viajar en esos meses y ofrecer otras alternativas, y también habrá que cerrar seguros con las máximas garantías para que los alumnos no tengan ningún problema en sus desplazamientos».
-
José
Vicerrector del Campus de Gipuzkoa de Deusto«Si todo está bien atado no es un drama retrasar unos días el inicio del curso»
Tres fueron las decisiones que se tomaron rápidamente en la Universidad de Deusto el 13 de marzo: cancelar las clases presenciales a remotas, el teletrabajo generalizado para sus 1.500 trabajadores y servicios mínimos esenciales. «Los recursos tecnológicos y pedagógicos con los que contamos nos permitieron que el lunes 23 el 100% de las clases ya podían ser remotas», señala el vicerrector de Relaciones Institucionales y del campus de Gipuzkoa de la Universidad de Deusto, José Antonio Rodríguez Ranz.
Superado el primer reto, tomaron la decisión de no retomar la presencialidad, aunque sí mantener el calendario académico con la convocatoria ordinaria de los exámenes entre el 25 de mayo y 9 de junio y la extraordinaria a partir del 18 de junio hasta el 27. Los profesores han revisado sus guías docentes y las han adaptado para que las pruebas se ajusten a lo que ha impartido antes y después de que estallara la crisis, aunque, como recuerda el vicerrector «la evaluación final cada vez tiene menos peso específico». En cambio la matrícula, «por factores externos como las fechas en las que se realiza la prueba de EBAU», obliga a retrasar la matrícula del 8 de julio al 7 de agosto.
Rodríguez Ranz mantiene que de todo se aprende y que la crisis provocada por el Covid-19 ha servido de test para ver la respuesta de Deusto. Pone como ejemplo las prácticas que deben hacer los estudiantes en las empresas: «Algunos se han reincorporado con normalidad, otros las están realizando desde casa en la modalidad de teletrabajo». Y sobre todo destaca el modelo adoptado para aquellos que no las habían iniciado o llevaban poco tiempo y se suspendieron. «Las hemos sustituido por otra filosofía de prácticas que están teniendo mucho éxito. Por un lado están las realizadas en 70 startup surgidas en Deusto y por otro hemos habilitado un programa para que los alumnos ayuden a empresas y organizaciones afectadas por el coronavirus en aspectos como la comercialización online, búsqueda de nuevos nichos de mercado o gestión».
Respecto al inicio del próximo curso todavía se encuentran analizando los posibles escenarios según evolucione la pandemia para decidir si se retoman las clases presenciales, se mantienen online o se opta por un híbrido de ambas. «No tenemos una fecha concreta, pero no es un drama retrasar unos días el inicio del curso si todo está bien atado».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión