8.000 vascos se quedan sin beca universitaria por los límites de ingresos que fija el Estado
Educación. ·
Euskadi tiene competencia para convocar sus propias ayudas, pero debe acatar los umbrales económicos de Madrid, diseñados para rentas medias más bajasLa asimetría entre el nivel adquisitivo de Euskadi y el de la media del resto del Estado no siempre acarrea consecuencias positivas para la ciudadanía ... vasca. Tener unos ingresos superiores a los de la mayoría de lugares de España –condicionado por el coste de la vida– supone una mala noticia cuando se trata de solicitar becas universitarias. ¿El motivo? El Gobierno Vasco tiene transferida la competencia para conceder sus propias ayudas a los estudiantes –puede diseñarlas y administrarlas– pero es el Ejecutivo de Madrid quien decide a quién se las puede otorgar. En definitiva, las becas que tú quieras, a quien yo diga.
La clave está en que el ministerio de Educación establece los umbrales económicos que determinan quiénes cumplen las condiciones para ser becados tanto en Euskadi como en el resto del Estado. El resultado numérico del café para todos arroja interesantes posibilidades a jóvenes de Albacete, Soria o Teruel, pero las limita de manera considerable para el universitario vasco.
De hecho, 7.914 solicitantes de beca se han quedado sin las pretendidas prestaciones en la Comunidad Autónoma Vasca por no entrar en la escala española. Se trata del 38,7% de los universitarios que cumplimentaron el trámite de petición aspirando a un soporte para continuar con sus estudios.
Reclamaron a la Administración un empujón financiero para afrontar su formación un total de 20.431 jóvenes, pero solo consiguieron su objetivo 9.619. Según Itziar Fernández Villanueva, directora de Atención y Cuidado de la Comunidad Universitaria del Gobierno Vasco, «esta proporción se viene repitiendo los últimos años y tiene que ver con los umbrales económicos determinados en Madrid».
Euskadi es la única comunidad con competencia para establecer sus propias becas. Sus convocatorias son diferentes a las del resto de España –en julio saldrá la del próximo curso mientras en España la orden salió en marzo–, pero existe una línea roja que la voluntad autonómica no puede rebasar: la normativa básica, redactada en nombre de la igualdad, que define unos umbrales de ingresos comunes para todos.
Petición del lehendakari
Según estos baremos, por ejemplo, un hogar unipersonal con un ingreso superior a 15.567 euros no puede acceder a las ayudas. En el caso más extendido de una familia de padre, madre y un hijo/a en edad de ir a la universidad, la beca no se concede si la suma de lo que ganan esos progenitores supera los 36.070 euros. Y si conviven cuatro personas, el conjunto no puede pasar de 42.836 euros.
Las franjas se antojan demasiado restrictivas para las familias de clase media de Euskadi y es por ello por lo que el lehendakari pidió en la conferencia de presidentes de hace quince días poder flexibilizar esos topes, en virtud de su competencia, para llegar a muchos hogares que superan ligeramente el límite de ingresos fijado por el Estado, sin que ello suponga, ni mucho menos, que puedan permitirse un tren de vida más ostentoso que en otros lugares.
El Gobierno Vasco tiene trabajados sus cálculos. Si se aumentara un 10% el importe de la renta máxima para acceder a las becas, serían 1.600 más los solicitantes que podrían beneficiarse de ellas. Elabora, en ese sentido, una propuesta para poder establecer umbrales alternativos sin atentar contra la norma básica española con garantías jurídicas suficientes para no ver sus convocatorias anuladas por los tribunales. En cualquier caso, esta fórmula no entraría en vigor el siguiente curso sino, en todo caso, en el 2026/27.
Este asunto fue tratado ayer en la comisión de Ciencia, Universidades e Innovación del Parlamento Vasco. A raíz de la formulación de una proposición no de ley por parte del grupo parlamentario de EH Bildu, nacionalistas vascos y socialistas presentaron una enmienda con el siguiente texto: «El Parlamento insta al Gobierno Vasco a realizar un análisis riguroso que ofrezca las garantías legales y estudie la posibilidad para proponer nuevas medidas acordes a la realidad socioeconómica vasca. Una propuesta que sea compatible con la normativa básica estatal y al mismo tiempo sume posibilidades de obtener ayudas para realizar estudios universitarios y otros estudios superiores para la ciudadanía de la CAE».
Los datos indican que la demanda de solicitudes de becas ha ido creciendo. Eran 18.790 en el curso 2020/21, y en años sucesivos han sido 19.423, 19.967 y 20.401, hasta los citados 20.431 de la última campaña. En proporción, las denegadas tambien han crecido: 7.481 (curso 20/21), 8.756 (21/22), 9.483 (22/23), 10.808 (23/24) y las 10.812 del último curso. En el ejercicio 23/24 ya se subieron un 5% los umbrales en toda España, pero siguen siendo demasiado limitantes para casi 8.000 jóvenes de familias vascas.
Entre el resto de candidatos que se han quedado sin ayudas, también se imponen motivos económicos: 850 superan el valor catastral fijado, 281 exceden el límite en cuanto a actividades económicas y 442 van más allá de lo permitido en valores mobiliarios. En definitiva, el poder adquisitivo vasco choca con el límite fijado por el Gobierno central para concesión de becas.
Las cuantías por rendimiento académico son un 250% mayores en Euskadi
Más allá del escollo de los requisitos de ingresos fijados por el Gobierno central para todas las comunidades, las características de las becas ofertadas por el Ejecutivo vasco muestran diferencias notables respecto a las que otorga el Ministerio de Educación. Más por un valor cualitativo que cuantitativo, llama la atención el contraste en la cuantía fija ligada a la excelencia en el rendimiento académico. Es de entre 50 y 125 euros en España, de entre 100 y 250 euros en Euskadi. Así, una nota media del solicitante de entre 8,00 y 8,49 puntos se traduce en 50 euros en todas partes menos en Euskadi, que lleva aparejada la cantidad de 175 euros, es decir, un 250% más que en el conjunto del Estado.
En cuanto a la cuantía básica ligada a la residencia, asciende a 2.700 euros en el régimen general. Euskadi asigna esa misma prestación para los solicitantes del umbral 3 –los de mayor rango de ingresos– pero la amplía hasta 3.500 euros para quienes entran dentro del umbral 2 y hasta 3.850 euros para las rentas más bajas del umbral 1.
Por lo demás, el Gobierno Vasco concede una cuantía complementaria ligada al apoyo al aprendizaje y la transformación digital, dotada con 300, 375 y 475 euros, según los umbrales 3, 2 y 1 respectivamente. También destina un capítulo al desplazamiento interurbano, siempre que el solicitante vaya a estudiar en Euskadi y la distancia al domicilio sea igual o superior a 5 kilómetros. Va desde los 192 hasta los 993 euros, según kilometraje.
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