Las diez noticias clave de la jornada
Planta Urkiondo para el reciclaje de maderas situada en Andoain.

El Gobierno Vasco investiga malas prácticas con los residuos de las obras de Gipuzkoa

Identifica empresas que hacen acopio de materiales de demolición para llevarlos a vertederos

GAIZKA LASA

Martes, 25 de abril 2017, 06:37

El sabotaje sufrido la semana pasada por la empresa de reciclaje de residuos de construcción Ekotrade aún no se ha resuelto desde el punto de vista policial, pero sí ha aflorado -como hipótesis de investigación- el conflicto en un sector que moviliza ingentes cantidades de materiales de demolición y, por ello, también grandes sumas de dinero, y donde los intereses de actores reglados chocan directamente con los de aquellos agentes que recurren a prácticas alegales.

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La Ertzaintza investiga aún la quema intencionada de cuatro camiones, un remolque y una máquina excavadora en la planta que Ekotrade tiene en Astigarraga. Esta firma somete allí los escombros a un tratamiento de valorización para obtener áridos reutilizables en otros trabajos de construcción y ha alertado desde su inauguración, en julio del año pasado, de la existencia de una gestión ilegal de este tipo de residuos por parte de operadores 'piratas'.

Desde estas advertencias hasta el acto de sabotaje del pasado 18 de abril se han producido varias denuncias de ese tipo de uso incorrecto de los residuos de demolición en municipios como Andoain, Astigarraga, Elgoibar, Mutriku y Aia. Fuentes del departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco han desvelado a este periódico que «sí se ha identificado una mala praxis en la gestión de residuos de construcción y demolición y estamos trabajando para acabar con ella».

Las mismas fuentes señalan que «de momento estamos hablando con operadores y empresas del sector y recabando información, pero puede que en las próximas semanas este trabajo cristalice en algo concreto, como puede ser un cambio en la normativa o alguna medida para mejorar la gestión de este tipo de residuos». La magnitud del problema es, si cabe, mayor que la que plantean los residuos sólidos urbanos. Si la incineradora de Zubieta se ha justificado por la necesidad de tratar 170.000 toneladas de rechazo al año, la construcción mueve en Gipuzkoa más de 500.000 toneladas de residuos de demolición anualmente.

Destino a vertederos

La reglamentación europea rechaza desde 2016 el depósito en vertedero de los residuos susceptibles de ser valorizados y establece su tratamiento en plantas de reciclaje, pero las cinco instalaciones habilitadas legalmente para ello en Gipuzkoa no han visto incrementada su actividad, más bien todo lo contrario. Fuentes consultadas por este periódico aseguran que las últimas grandes demoliciones de Donostialdea -localizadas en Miracruz, Alza, Buen Pastor o la calle San Bartolomé de la capital guipuzcoana- no han destinado sus residuos a la valorización.

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Gestores de residuos

  • Plantas fijas autorizadas.

  • Cuentan con autorización para reciclar o valorizar Hormigones Agote (Zestoa), Benta Berri Reciclajes (Zaldibia), Containers Susperregi (Errenteria), Hierros Naparra (Bergara) y Ekotrade (Astigarraga).

  • Plantas móviles autorizadas.

  • Solo pueden tratar el residuo en la propia obra. Son Amenabar (Donostia), Lurkide (Azpeitia), Ryde Obras y Servicios (Donostia), Excavaciones y Transportes Álvarez (Tolosa), Ipar Lur (Donostia) y Grúas Hidráulicas Fersa (Beasain).

  • Gestores indirectos.

  • Proliferan firmas que se llevan el residuo de la obra a estaciones de transferencia antes de transportarlo a vertederos.

Una de las prácticas denunciadas que más se repite es la de hacer acopio ilegal de materiales en un determinado lugar habilitado como estación de transferencia para transportarlo después hasta vertederos que, lejos de valorizar los residuos, los entierran. La operación, con el viaje incluido -fundamentalmente a las plantas de Zaldibar y Pamplona-, sale más barata que destinar los escombros a una de las plantas guipuzcoanas dedicadas al reciclaje y, más allá de fomentar un negocio alegal, desincentiva la separación en origen de los materiales, primer y más importante paso para poder reciclar y reutilizar los residuos.

Además del análisis que realiza el Gobierno Vasco, organizaciones ecologistas han empezado a poner su foco en este tipo de prácticas. La asociación naturalista Haritzalde denunció en febrero el depósito de residuos de construcción en la planta Urkiondo de Andoain, «siendo esta una planta que cuenta con el permiso para el reciclaje de madera», matiza.

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Desde esta asociación consideran que «ya se han sacrificado suficientes lugares naturales como bosquetes, para convertirlos en zonas industriales, y poder así realizar la gestión de residuos de construcción y demolición en correctas condiciones ambientales, por lo que no aceptamos emplazamientos falsos y menos ilegales, en terrenos rurales y aún menos, si tiene como destino final un vertedero».

Según Haritzalde, el Ayuntamiento de Andoain ya ha abierto un expediente y ha solicitado a la empresa que cese una actividad «para la que no tiene licencia». No obstante, la asociación asegura haber observado «diversos vertidos y vertederos principalmente en las zonas bajas de los montes y sobre caminos y pistas por toda Gipuzkoa».

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El Ayuntamiento de Elgoibar, por ejemplo, ha ordenado a la empresa Txaraka Kontenedoreak S.L. que deje de depositar áridos en el solar del polígono Arriaga que está utilizando como vertedero. También en este caso la empresa estaba autorizada para verter en ese espacio madera prensada, pero no materiales de construcción.

La alegal intermediación, sirviendo de estación de transferencia, para destinar después los residuos a vertederos donde no se aplica tratamiento alguno es la principal práctica que empieza a ser perseguida por instituciones y grupos ecologistas.

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La otra consiste en el relleno de espacios con escombros sin la debida licencia. La agrupación ecologista Mutriku Natur Taldea ha forzado, mediante su denuncia, la paralización de los vertidos efectuados en las inmediaciones de un caserío cerca del alto del Kalbario. Asegura que «los trabajos de relleno se han llevado a cabo de manera continua desde el pasado 30 de enero sin el correspondiente permiso».

Del mismo modo, también se han registrado denuncias por el depósito de materiales de grandes obras en zonas rurales de Aia y en el alto de Astigarraga.

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