Se repararán cuatro kilómetros de la N-1 por valor de 1,3 millones

La Diputación aprobará esta semana otro importante desembolso de 1,3 millones para la reparación este año de cuatro kilómetros de la N-1. Se trata de una partida que se destina al programa foral de rehabilitación de firmes que nació el año pasado con la vocación de llevar a cabo actuaciones de manera sistemática y preventiva. El presupuesto del proyecto ascendió en 2016 a 6 millones de euros, y este ejercicio ha crecido hasta rozar los 7 millones.

Este año la rehabilitación se centrará en los cuatro kilómetros que van de Olaberria a Beasain en dirección Donostia. Los trabajos se ejecutarán en verano, cuando el tráfico de la zona disminuye, y siempre en fines de semana.

La proporcionalidad entre el dinero gastado y la superficie reparada revela la carestía de la N-1, una vía donde cada tres kilómetros se invierten un millón de euros de media. Esta circunstancia lleva a la diputada foral de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide (PNV), a reiterar que «la N-1 es una carretera que sufre un gran tráfico y es castigada por el paso de muchos camiones, de los cuales el 60% son foráneos y están de paso por Gipuzkoa. Por eso defendemos el pago por uso», concluye haciendo referencia a la tesis que soporta el proyecto del establecimiento de un peaje para vehículos pesados en el eje de la N-1 a partir del año que viene.

Por su parte, la dirección de Carreteras avanza que irá cambiando la iluminación de los túneles de la N-1 paulatinamente, sustituyendo la luz de vapor de sodio por la tecnología led. El primer túnel que ya ha experimentado la transformación ha sido el de Legorreta, pero todos los demás seguirán el mismo camino. En el resto de la red viaria, se esperará a que las luminarias de vapor de sodio agoten su vida útil.