La Y vasca en Gipuzkoa tiene la mitad del trazado listo y un 85% adjudicado
En este momento se trabaja en 26 kilómetros de este tramo gestionado por el Gobierno Vasco y quedan los últimos nueve, entre Astigarraga y Lezo, por licitar
AMAIA CHICO
Miércoles, 5 de abril 2017, 06:40
El color verde va ganando presencia en el mapa de la Y vasca. El color que da vía libre a la circulación del tren de alta velocidad se va imponiendo poco a poco sobre el rojo, principalmente en Gipuzkoa, donde ya se han construido 34 de los 68,7 kilómetros de los que consta el ramal desde Bergara hasta Lezo. La mitad, exactamente. Y otros 26 se encuentran en obras. Es decir, más de tres cuartas partes del trazado están en marcha o culminadas. Pero, pese a que esos viaductos y túneles se vayan abriendo camino por la compleja orografía del territorio, lo que aún faltan son los extremos: el nudo de Bergara que conectará las capitales vascas y el resto del Estado, y el trazado hasta la frontera con Francia, que acaba de empezar a tomar forma con la adaptación del tercer hilo desde Donostia hasta Irun por el trazado de Renfe actual, como solución provisional hasta que se culmine la auténtica vía del TAV (el tramo de Astigarraga a Lezo, aún en redacción).
Ese tercer raíl que se está instalando entre la capital y la frontera, y que ha permitido que el mapa pase en ese punto del color negro de 'en proyecto' al rojo de 'en obras', es uno de los cambios más relevantes que la Y vasca ha experimentado en el primer trimestre del año. Tres meses altamente productivos para el avance de la red ferroviaria vasca, gracias al nuevo clima de entendimiento que se respira entre el Gobierno Vasco y el central. El acto inaugural el pasado enero de esos trabajos para adaptar la vía al ancho internacional UIC fue la imagen más reseñable de esa colaboración institucional que se compromete a que en 2019 lleguen a la nueva estación intermodal de San Sebastián los primeros trenes de alta velocidad procedentes de Europa, y en 2023 los viajeros puedan plantarse en poco más de media hora en el centro de cualquier capital vasca.
17 de 20 tramos
El último informe trimestral que el Gobierno Vasco ha elaborado sobre la evolución de las obras bajo su encomienda, las del tramo guipuzcoano que discurre entre Bergara y Lezo, revela que un 55% de los tramos ya están terminados -once de los veinte en los que se divide el corredor-. Pero indica además que el 85% de toda esa obra está adjudicada y en construcción. En concreto, 17 tramos que se extienden a lo largo de 59 kilómetros. Según ese plan, solo falta por dar paso a las máquinas en los tres subtramos en los que se divide el trayecto desde Astigarraga hasta Lezo, apenas 9 kilómetros que se encuentran en fase de redacción de los proyectos. Lezo es el vértice del ramal de la Y vasca en Gipuzkoa, el extremo fronterizo donde, a futuro, se producirá la conexión de la vía de alta velocidad por la que transitarán los trenes de viajeros y de mercancías del corredor atlántico europeo.
En este momento, los trabajos de la Y vasca en Gipuzkoa se centran en 26 kilómetros, los que discurren bajo los municipios de Zumarraga, Urretxu y Antzuola y Ezkio-Itsaso, y los que, con diferente grado de ejecución, atraviesan desde este último municipio hasta Tolosa y Hernialde. Los dos cales del túnel bitubo de casi tres kilómetros de longitud que se está construyendo a 162 metros de profundidad bajo Zumarraga son los avances constructivos más recientes de una obra muy avanzada en el tramo desde Bergara hasta Hernani, pero aún rezagada cuanto más se aproxima a la frontera. Será por ella, sin embargo, a través del trazado de Renfe actual que ha comenzado a adaptarse, por donde primero lleguen los trenes de alta velocidad a Euskadi.
Mientras los trabajos en el terreno siguen avanzando, el coste real de las obras, según el último informe trimestral del Gobierno Vasco remitido ya al Parlamento, también se va incrementando ligeramente respecto al presupuesto de adjudicación. En concreto, los «modificados» u «obras de emergencia» obligados por los 'imprevistos' que depara la ejecución de la obra, por las revisiones de precios y por los reajustes impositivos de IVA desde que los trabajos se licitaron hace varios años han supuesto hasta el momento un aumento del 9,05% sobre el coste previsto inicialmente, unos 263 millones más respecto a los 1.575,3 por los que se adjudicaron los trabajos.