Observar el mundo desde la cumbre del Txindoki

Larrunarri -su verdadero nombre-, Nañarri, o Txindoki -como se le conoce-, emerge imponente en el Aralar guipuzcoano. Sus 1.341 metros, su porte, la esbeltez de sus aristas y la sensación de inaccesible que transmite lo han convertido para muchos montañeros en el Cervino vasco.

Quienes ya han subido al pico del popular monte de Aralar saben que es mejor tomárselo con calma, sobre todo para aquellos que lo hacen por primera vez. El ascenso es exigente y se deben tomar las precauciones que requiere una montaña como ésta, en la que el viento puede cambiar en un momento y nublarse, o soplar tan fuerte que obligue a permanecer tumbado en el collado. Pero el Txindoki te recompensa todo ese esfuerzo, porque las vistas desde la cumbre en un día soleado no tienen desperdicio.

Una panorámica que es una maravilla, y que ahora puedes contemplar gracias a este vídeo tomado desde la cumbre. No es posible coronar el Txindoki desde el ordenador, la tablet o el móvil, pero sí observar el mundo desde ahí arriba, desde la montaña y su inmesidad. Como ha hecho tantas veces la alpinista Edurne Pasaban para entrenar, tras convertirse en su primer monte cuando era niña.

Quizá haya quien incluso adivine a ver, ahí entre las nubes, el fuego fatuo que anuncia el regreso de Mari al Txindoki, una de sus siete moradas.