El constructor privado intervendrá en el diseño

A diferencia de lo que ocurrió en la anterior legislatura de Markel Olano, esta vez el punto de vista de una empresa privada realizará su particular aportación a la configuración técnica del llamado Complejo Medioambiental de Gipuzkoa que haya previsto la Diputación a través de GHK. ¿Cómo convergerán en la futura redacción las pretensiones forales y las ideas propias de la compañía concesionaria? El diputado de Medio Ambiente ha asegurado recientemente que «se va a poner a disposición el proyecto básico de construcción y los pliegos técnicos serán lo suficientemente amplios como para que definan lo que tengan que definir y dejen el margen de libertad que tengan que dejar».

José Ignacio Asensio admite que «al ser una gestión indirecta, cambia un poco el panorama, pero estamos utilizando básicamente el mismo proyecto básico que estaba establecido en su momento. Las exigencias vendrán perfectamente definidas en los pliegos técnicos», reitera.

Desde que se conociera la apuesta por el modelo PPP (Public Private Partnership) para construir el futuro Centro de Gestión de Residuos de Gipuzkoa, se han disparado las especulaciones sobre qué compañías podrían aspirar a beneficiarse del mantenimiento y explotación de las infraestructuras durante los próximos 35 años.

La exigente condición inicial de financiar íntegramente, -«a su riesgo», dijo el martes el diputado-, el complejo, podría llevar a limitar el número de ofertas, aunque Asensio adelantó que «es una infraestructura que está suscitando muchísimo interés». Se atrevió a pronosticar que «va a haber licitadores potentes, como no puede ser de otra manera». En cualquier caso, el socio privado empezará a cobrar una vez que la infraestructura esté en funcionamiento al firmar un «acuerdo por disponibilidad». En cualquier caso, los aspirantes a la concesión, que ya saben las medidas base a las que deberán someterse, deberán cumplir un estricto calendario de trabajos para poder asegurarse la explotación. La Diputación espera adjudicar las obras entre septiembre y octubre, y la empresa que asuma el proyecto contará con 33 meses como máximo para construir la incineradora desde final de año.