Petardos y cohetes, estruendo festivo bajo vigilancia
El incendio de Pasaia eleva la preocupación sobre el uso de este material. La legislación deja en manos de las ordenanzas municipales la regulación del uso de estos artefactos pirotécnicos en la vía pública: algunas lo prohiben, otras no
Joseba Zubialde
Martes, 30 de diciembre 2014, 07:56
«Esta Nochevieja vamos a estar especialmente dedicados a evitar el lanzamiento de petardos y cohetes». Así de contundentes se muestran desde la Policía Municipal de Irun, localidad donde se prohibe el uso de estos artefactos en la vía pública. El incendio de Pasaia, al parecer causado por el lanzamiento de una bengala marina, sigue muy presente en el recuerdo un año después y ha hecho elevar la preocupación sobre el uso de este material. Este año se extremará la vigilancia. Lo curioso es que su venta es legal. Las restricciones de su uso en la vía pública quedan en manos de las ordenanzas municipales de cada municipio. Así, en Gipuzkoa, además de la localidad fronteriza, Donostia y Elgoibar tienen también vetado el lanzamiento de material pirotécnico en la calle. En el resto del territorio su uso es libre y las tareas de control se limitan a que estos artículos no se vendan a los menores de edad.
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Nadie quiere que se repitan las impactantes escenas bajo las llamas en Trintxerpe. Aunque más tarde se apuntaría a que el fuego fue provocado por una bengala marina, los cohetes fueron los primeros sospechosos de la causa del incendio. «Todos estamos muy sensibilizados por lo que nos ha tocado pasar», aseguran desde la Policía municipal de Pasaia, donde la ordenanza municipal prohibe el uso de artículos pirotécnicos en la calle. Durante estas fiestas los agentes llevarán a cabo labores informativas para advertir a los vecinos «del peligro» de petardos y cohetes, especialmente en los dos establecimientos que comercializan estos productos en la localidad, «para que no vendan a menores».
La legislación actual tan solo regula la venta a los menores de edad y establece cuatro categorías en función de la potencia y ruido de estos artilugios pirotécnicos. Así, las categorías 1, 2 y 3 se limitan a mayores de 12, 16 y 18 años respectivamente. La ley también contempla una cuarta categoría aunque esos artefactos pirotécnicos están reservados, exclusivamente, a profesionales del sector.
Así las cosas, las restricciones recaen en las ordenanzas de cada localidad. En el caso de Donostia e Irun la prohibición es clara: «Queda prohibida la utilización en la vía pública de petardos o bengalas y cualquier instrumento o artilugio que proyecte cualquier tipo de objeto, tales como arcos, cerbatanas, tiragomas y pistolas lanzabolas». En el caso de Elgoibar la normativa de civismo «dice que no se pueden tirar petardos ni cohetes en la calle», según confirma el responsable de la Policía local, ya que «originan desordenes leves en las vías públicas». «Hace tres años no había mucho hábito», ahora «se escucha más» y «no solo en Nochevieja, sino, siempre que hay algarabía», asegura.
La otra cara de la moneda se puede encontrar, por ejemplo, en Eibar donde el uso de petardos en la vía pública «no está regulado por la ordenanza» y la única restricción a este respecto es que «no se puede causar molestias a las personas», explican desde la Policía Municipal, lo que supone una limitación «ambigua», reconocen.
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Dispositivo especial
Para evitar males mayores, la Policía de Irun montará un dispositivo especial esta Nochevieja con el objetivo de «impedir» que se lancen todo tipo de artefactos pirotécnicos en las zonas «habituales» donde se celebra con estruendo la entrada al nuevo año. «Todos los años hay lanzamientos masivos de este tipo de petardos y cohetes», admiten, y recuerdan que realizar este tipo de actividades en la vía pública puede conllevar «sanciones importantes».
Aquellos que sean pillados 'in fraganti' podrán ser sancionados con multas «mínimas de 700 euros», además de tener que hacer frente a «los gastos derivados por los desperfectos o lesiones que puedan ocasionar». En el caso de Donostia, la forma de proceder será similar y aquellos que utilicen material pirotécnico en la calle serán identificados, denunciados y se decomisará el material que porten.
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En el caso de Pasaia, la Policía Municipal realizará tareas de control sobre los que lancen petardos y cohetes en la calle para corroborar que el material es acorde a la edad del usuario. Por su parte, en Eibar aseguran que no contemplan realizar ningún operativo especial, de hecho, «tampoco hay instrucciones en ese sentido».
La Policía Municipal de Elgoibar tampoco prevé montar ningún dispositivo para Nochevieja. Su responsable dice que es «difícil» controlar a los que lanzan estos artefactos porque «de camino al lugar donde has oído el petardo escuchas muchos más». Los que sean 'cazados' con las manos en la masa serán denunciados por una infracción leve y tendrán que hacer frente a una multa que oscila entre los 100 y los 300 euros. No obstante, el responsable apunta hacia otro foco de atención donde las fuerzas del orden pondrán el punto de mira: «los establecimientos donde venden este tipo de productos para observar cómo los tienen puestos y a quién se los venden». En su opinión, «el problema es la compra».
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«Hay que informarse»
A sabiendas de ese control, las tiendas legales cumplen con celo las medidas de seguridad. «Preguntamos a los clientes qué uso le van a dar al producto o dónde lo van a echar. No es ninguna obligación pero no queremos que tengan problemas y que luego se metan en un lío», cuenta Nestor Alkorta, responsable de la tienda de la Pirotecnia Astondoa del Polígono 27 de Donostia. También les recomienda que se informen porque «cada localidad tiene su normativa específica y hay que saber dónde se pueden utilizar y dónde no».
Desde Piroteknia Pasaia, por su parte, remarcan la «rigidez» del Ayuntamiento de Donostia. «Tienen tres tiendas de pirotecnia y luego prohiben su uso en suelo público, ¿entonces qué hacemos? Es como si te compras un coche y te dicen que no puedes andar por la calle», se quejan desde el establecimiento. Defienden que «si las cosas se hacen con tiento y buena fe no tiene por qué pasar nada».
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Las críticas del establecimiento pasaitarra miran también hacia la frontera porque, a su juicio, uno de los problemas es la venta en establecimientos franceses. «Su legislación es diferente a la nuestra y se aplican medidas de seguridad distintas», explican. «Hay un tipo de artefacto que aquí son de categoría 3 y que en Francia, aún teniendo el mismo distintivo, cuentan con una potencia superior. Y eso se vende a todo el mundo».
La Nochevieja de este año apunta a ser tan ruidosa como la de 2013 ya que las ventas están siendo «similares a años anteriores», pronostica Alkorta, aunque matiza que «el pico de ventas se produce la última semana del año, sobre todo, el 29 y 30». En el caso de la Piroteknia Pasaia las ventas «empiezan a funcionar antes de Nochebuena» aunque este año han notado que «hay clientes que han adelantado sus compras unas semanas».
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Lo que más se está vendiendo es «mucho tema de color, fuentes de volcanes, cohetes de color y sonido», cuenta Alkorta. Aún así, los petardos son un clásico que no pasan de moda. Los reyes indiscutibles son «los que tienen más potencia».
Los clientes de Astondoa, además de salir de la tienda con un buen arsenal, también lo hacen con un curso de seguridad sobre cómo deben manipular los productos. «Hay a quien le explicas que necesita quince metros de espacio para usar cierto artículo y te pregunta qué hacer si no cuentan con ese margen. 'Ya sabes la respuesta', les suelo decir», apunta Alkorta. El público no responde de igual manera. Hay gente «muy prudente», hay quien les «tiene miedo y no tiran petardos», y otros que «son unos inconscientes».
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Una opinión compartida por los responsables de la tienda de Pasaia que aseguran que «hay gente para todo». En su establecimiento venden productos «de todo tipo de potencias» por lo que advierten a los clientes «hasta la saciedad» sobre las condiciones de seguridad para no resultar heridos o lastimar a nadie. Por la cercanía con Trintxerpe, las preguntas de los clientes son recurrentes. Su respuesta es que «se demostró que no lo originó un cohete sino una bengala marina».
euros de sanción mínima establece la normativa en Irun para quienes usen material pirotécnico en la vía pública. En otras localidades, como Elgoibar, la multa oscila entre los 100 y los 300 euros. Donostia también tiene prohibido el lanzamiento en la vía pública de este tipo de material. En otras localidades guipuzcoanas su uso sí está permitido, y la prohibición se ciñe a los menores de edad.
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