Roro, la tiktoker que ha ganado dos millones de seguidores por cocinar para su novio: «Me llaman sumisa y esclava»

«Me llaman sumisa y en la calle me gritan 'esclava'», estas han sido las palabras de la tiktoker Roro Bueno en una entrevista, que han encendido el debate en redes y por las que la influencer, que ya recibía críticas por promover el movimiento 'tradwife' al cocinar para su novio, ha ganado dos millones de seguidores en dos semanas.

La influencer Rocío Bueno de 22 años, actualmente vive en Madrid y hasta la fecha acumula 3.3 millones de seguidores en la plataforma, en donde ha sido duramente criticada por hablar en un tono dulce y por cocinar y hacerle regalos a mano a su novio, Pablo. Además de por promover el movimiento 'tradwife', un término que se acuñó en Estados Unidos para hacer referencia a la forma de actuar tradicional de las mujeres hacia sus maridos y por ser las encargadas de hacer las tareas del hogar.

Pese a que tiene mucho éxito, Roro no puede evitar recibir cada vez más críticas del movimiento feminista, además de acusaciones de internautas por presunta sumisión. Fue por ello que ella misma se quiso defender afirmando que solo cocina para su novio porque le gusta ver a la gente disfrutar de su comida y también «para mostrarle su amor». Además aclaró que tras sus largas recetas de cocina, «Pablo es el encargado de limpiarlo todo», refiriéndose al reparto de tareas.

«No me considero una mujer sumisa. Yo siempre me he considerado feminista, si por feminista se entiende la igualdad de derechos entre hombres y mujeres», comentó la tiktoker. «La gente dice que Pablo solo me pide cosas para comer para que le deje en paz unas horas», añadió.

Focaccia, galletas, hamburguesas o pollo frito coreano, son algunas de las recetas que Roro Bueno se ha atrevido a hacer, demostrando su pasión por la cocina. Y tal es su éxito, que en redes sociales ha multiplicado por tres su número de seguidores en tan solo dos semanas.

Aunque cocinar no es lo único que se atreve a hacer, ya que también suele ponerse frente a la máquina de coser, por ejemplo, cuando a partir de una tela blanca, se creó ella misma un vestido porque Pablo, su novio, la había invitado a salir a cenar. «Mi novio me dijo esta mañana que me quería llevar a comer a uno de mis restaurantes favoritos, y como no sabía que ponerme decidí hacerme un vestido en un momento», relata en un vídeo, mientras que otro de sus videos más criticados es uno en el que sale cocinando una gran cantidad de platos para su novio y varios de sus amigos mientras estos veían la final de la Eurocopa.

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