40 años de la boda de Carlos de Inglaterra y Lady Di, un matrimonio que duró 15 años

El 29 de julio de 1981, Carlos de Inglaterra, el heredero al trono, y su prometida Diana Spencer, de 20 años, se casaban en Londres. Como una auténtica princesa, a bordo de una carroza y aclamada por el pueblo, una jovencísima Diana llegaba a la catedral de San Pablo. Lo hacía nerviosa, «como un cordero camino al matadero». Es lo que la propia Diana confesaría años más tarde. Según una amiga, se pasó la noche anterior llorando.

Porque bajo el enorme velo que cubría su rostro, y con el volumoso e icónico vestido de novia con el que protagonizó una boda que parecía sacada de cuento de hadas, se escondía la triste realidad. Entre los invitados se encontraba la tercera en discordia, Camilla Parker Bowles, el verdadero amor del príncipe. Quién iba a decir que 24 años después, ella ocuparía el lugar de Diana.

Más de 700 millones de personas estuvieron pendientes de la televisión. Atentos a una ceremonia que terminaba con un icónico beso en el balcón. Un gesto que copó las portadas de medio mundo. Sin duda fue la boda del siglo. Un enlace de cuento, sí, pero de esos que terminan con un final inesperado.

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