Prado Enea Gran Reserva 2015, recompensa a una inversión en crianza larga

En la cata de A Mesa Puesta celebrada en el restaurante donostiarra Narru no podía faltar Bodegas Muga, con su Prado Enea Gran Reserva 2015, convertido en «uno de los vinos emblemáticos» de esta bodega familiar riojana que, «además, es una de las pocas que ellos mismos se fabrican su tonelería, trabajando toda su madera», descubre Carlos Muro, sumiller de Akelarre.

Le acompañan en la cita el presentador del programa, Javier Yurrita, y Mariano Rodríguez, su homólogo en Arzak, quien subraya sus palabras añadiendo que los Muga «son una familia muy encantadora. Gente muy acogedora con sus clientes y que, la verdad, hace las cosas muy bien».

Uno de sus éxitos ha sido el Prado Enea Gran Reserva 2015 que se disponen a catar y que Muro califica como «un vino muy reconocido internacionalmente». Procede de «una selección magnífica de viñedos en altura que les proveen de una materia prima fenomenal para hacer vino que ellos, además, sacan como mínimo seis años más tarde», ya que es sometido a un «envejecimiento de tres años en barrica y otros tres en botella».

Considera, además, que se trata de una referencia «que tiene un potencial de envejecimiento muy interesante», lo que le sirve a Mariano para apuntar que «es una inversión tener tanto tiempo el vino en bodega».

El resultado es un vino «profundo» que en nariz deja aroma «limpio» con toques de «madera y mucho fruto», analiza Rodríguez, a lo que Muro añade su sensación en boca: «La textura es plena, llena». Para cerrar la cata, el de Arzak zanja que es un vino que «tiene mucho sabor. En boca es muy agradable y pasa muy fácil».