Orburu Taberna, juego con las verduras

Recibí un mensaje de Eneko López en el que me explicaba que ya había puesto en marcha su propio proyecto gastronómico y su apuesta por ofrecer una propuesta diferente, basada en las verduras. Eneko llevaba más de 10 años fuera de Donostia. Tras cursar sus estudios en Cebanc y pasar por los fogones de restaurantes como La Muralla y Tedone, decidió trasladarse a Londres, donde estuvo trabajando durante 6 años en 4 restaurantes vegetarianos. De Londres a Irlanda, donde trabajó durante otros 6 años, llegando a ser jefe de cocina.

Pero llegó el momento de volver. En Irlanda ya empezó a ahorrar para poner en marcha su propio restaurante, idea que fue cogiendo forma al llegar a nuestra ciudad poco antes de la pandemia. Tenía el local, ubicado en la calle Matia. Pero la incertidumbre y las dudas surgidas a raíz de la pandemia, le hicieron retrasar la apertura, con todo lo que ello conlleva, hasta que llegó el momento de levantar la persiana del Orburu Taberna el pasado 19 de junio.

Tras el mensaje recibido, aproveché una de mis visitas a Donostia en agosto para acercarme a conocer la cocina de Eneko, porque siguiéndole el rastro en las redes sociales había visto platos más que interesantes y tenía curiosidad por probar su propuesta culinaria. Me senté en ese pequeño y acogedor comedor, el sitio tiene algo especial, y me puse a leer las propuestas del día y no me veía capaz de elegir alguno de los platos porque cada uno tenía algo que me atraía, así que dejé en manos del chef la elección.

Para comenzar, el único pintxo que ofrecen y que me da la sensación que poco a poco se irá convirtiendo en un emblema de la casa: la croqueta de remolacha con gazta zaharra. Os puede pasar como a mí, que el leer gazta zaharra os puede dar un poco de respeto, pero estar tranquilos, porque la remolacha y el queso casan a la perfección, la gazta zaharra está en pequeña proporción para poner su potencia de sabor al servicio de un delicioso bocado, que, además, con su colorido, también se come con los ojos. Un lujo para abrir boca, en mi opinión, de obligada elección en vuestra primera visita.

A partir de ahí, un alarde de conocimiento y técnica a la hora de manipular y cocinar las verduras. Un festival gastronómico, con platos a cada cual mejor. A la croqueta le siguió una fresca ensalada de pepino con melocotón, leche de oveja y nuez. En el fondo un gazpacho de pepino y aguacate con un toque de lima que estaba para comértelo a cucharadas, y, luego, con una cuidada presentación, un juego de sabores y matices en boca muy especial, gracias a la mezcla del pepino, melocotón, rabanito encurtido, nuez, menta, albahaca, berro y las gotas de yogurt de leche de oveja. Una maravilla.

Un buen tomate a la plancha, una buena rodaja, que viene sobre una sabrosa salsa de calabacín y mantequilla, con flores de calabacín al vapor y pochas fritas, sí, habéis leído bien, pochas fritas, me sorprendió mucho, era la primera vez que las comía así, pero son un vicio. Eneko sigue una técnica japonesa para elaborarlas, todo un acierto. Un gran plato.

A través de la cocina de Orburu podremos viajar hacia el Magreb, con esas zanahorias asadas que vienen acompañadas de migas 'ras el hanout', pero sin olvidarme de la crema de hinojo y el hinojo encurtido, que le aportan un toque más que interesante al plato. Un plato que se redondea con un puré picante de zanahoria, delicioso.

Hasta ahí estaba siendo una comida memorable, una propuesta muy interesante y que merece la pena conocer y degustar, pero aún faltaban por llegar las vainas, unas vainas cocidas apenas 3 minutos y luego salteadas, servidas con crema de cacahuete, arroz blanco y chalotas fritas, un conjunto de sabores que me encantó, una mezcla que es habitual de encontrar en la cocina Thai.

Para terminar, no podía faltar un buen postre, siempre queda hueco para el postre, y ¡qué postre! Disfruté mucho saboreando cucharada a cucharada el arroz con leche gratinado con mermelada de albaricoque y jengibre. Una delicia de postre. Me encantó.

Una gran cocina es la que elabora en Orburu Taberna Eneko Lopez. Una cocina basada en las verduras, que son el pilar de su propuesta culinaria, productos locales y de temporada, con los que Eneko juega y saca a relucir todo su conocimiento y talento, ofreciendo elaboraciones diferentes, con toques personales y exóticos, haciéndonos viajar a diferentes países a través de su cultura gastronómica. Una propuesta muy interesante, con mucha personalidad y sabor. Un lugar que merece ser visitado. On egin!