Historia de la cocina navarra
Templo de la cocina tradicional navarra donde revisan el recetario de toda la vida
En más de una ocasión os he destacado aquí el valor y la calidad de la huerta navarra. De ahí salió el plato que más ... me emocionó en mi reciente visita al Arostegui, el de verdura. Tras presentarme la carta, me empezaron a recitar las sugerencias que tenían ese día. Fue escuchar la borraja, con kokotxas de bacalao y almejas y no dudar en que fuera uno de los platos que probaría. Fue probar el primer bocado y emocionarme. El punto de la borraja, perfecto, pura elegancia en boca, suavidad, puro arte. Y el contraste con el bacalao, con su pil-pil, y las almejas, una maravilla. Todo un espectáculo de plato, un mar y tierra que se convierten en fuegos artificiales en nuestra boca. He cocinado varias veces la borraja, y, la he comido en algún que otro restaurante, pero, no tengo el recuerdo de algo tan sublime. Un plato que me cautivó, que sinceramente me emocionó, y, que es clara muestra de la apuesta que hacen en el Restaurante Arostegui por respetar y homenajear la tradición culinaria navarra, pero, no fue el único.
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En la carta se leen platos como los menudicos de cordero o las manitas de cerdo rellenas de foie, pero yo opté por el Txerri-Behei, los callos y morros que vienen acompañados de las manitas de cerdo, ahí es nada. Si sois amantes de este tipo de platos, esta es una muy buena opción y no muy fácil de encontrar en la oferta de los restaurantes. Yo fui muy feliz, con su melosidad y con su sabor, con esa salsa que es de hacer barquitos, de dejar el plato impoluto.
Por último, las albóndigas de chuletón. Entre tantas buenas viandas, no sabía por donde atacar, andaba dudando entre el apartado de 'Nuestros clásicos' o las sugerencias que venían fuera de carta, cada cual más apetecible. Me dejé recomendar por el servicio, y, tuvieron a bien el proponerme terminar la experiencia con las albóndigas de chuletón. Todo un acierto. Toda la personalidad del chuletón en pequeñas porciones, sabrosas y jugosas albóndigas que son toda una experiencia, acompañadas de un buen jugo de carne y patatas y chips crujientes. Fue un buen punto final a la parte salada de mi experiencia en el Restaurante Arostegui.
A partir de ahí grandes platos como los pescados a la parrilla, entre los que destacan el rodaballo o el pargo; la gallina con arroz; los chipirones rellenos de huevo cocido y jamón, como los preparaba la amona; los caracoles, el solomillo, la parrillada de potro y, en temporada, verduras como el timbal de alubia verde con parmentier de patata y pulpo a la gallega o el tomate con cebolleta y ventresca de bonito.
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El Arostegui es claro ejemplo de la fuerza e importancia que han tenido y tienen las mujeres en nuestra cultura gastronómica y culinaria. Casa de mujeres, cuatro generaciones que han hecho felices los paladares de muchos clientes. Desde Sagrario Arostegui, hasta Elena Arostegui, pasando por Julia Inda, sin olvidarnos de esa cuarta generación, Marta Asensio, que junto a su pareja Pedro Casado, lleva las riendas del día a día actual, junto a su madre Elena.
Todo empieza en Garaioa, en el Hostal Arostegui, donde Sagrario, tras volver de Francia, decidió convertir lo aprendido, en esas recetas que tan felices nos siguen haciendo. Tras 14 años la tradición familiar se trasladó a Roncesvalles, donde tuvieron el Hotel Roncesvalles y Casa Sabina. Tras aquella aventura, Elena dio el saltó a la capital navarra, poniendo en marcha el Iruñazarra, donde consiguió convertirse en referencia pamplonica, obteniendo varios premios, entre ellos los campeonatos de pintxos de Navarra. Tras 2 años de parón, tuvo la oportunidad de poner en marcha un nuevo proyecto en la cuesta del Labrit, donde la encontraremos hoy en día, homenajeando la tradición culinaria familiar.
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Una cocina de casa, la que ha sido santo y seña de su familia a lo largo de todos estos años. Una cocina que homenajea la tradición culinaria navarra, sus productos, su manera de entender la cocina y sus recetas. Un repaso al recetario tradicional de su casa a través de platos que no es fácil de encontrar en las cartas de los restaurantes y que hacen las delicias de todo amante de la gastronomía, muchos de los clientes llegan a Pamplona con el recuerdo de aquel restaurante de Garaioa a seguir disfrutando de las delicias de la familia.
El producto como eje de una propuesta muy viva, donde las sugerencias del día o fueras de carta cobran mucho protagonismo. Una cocina que juega con tus emociones y recuerdos, con mucho sentimiento. No se me ocurre mejor lugar para celebrar San Fermín que el Restaurante Arostegui, historia de la cocina navarra. On egin!
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Arostegui
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Dirección: Juan de Labrit, 19. Pamplona.
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Teléfono: 948927343.
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Comedor: 1 para 70 comensales / 1 en la terraza para 25.
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Cierre: Lunes y las noches de domingo a miércoles.
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Precios: Precio: carta 60-80 euros. Precios platos: menudicos de cordero, 23 euros; txerri-behei, 22; chipirones 'como la abuela' rellenos en su tinta, 24,00; solomillo 'ganado mayor' con foie, 29; parrillada de potro de Goñi, 44,50 - 2pax; torrija caramelizada 8; pantxineta con helado, 8 euros.
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