Manu Marañón, en el bar Txepetxa con el preciado pintxo I.Royo
San Sebastián

La receta de un famoso pintxo donostiarra que se guarda bajo llave en un banco

Los propietarios del Txepetxa de Donostia guardan como un tesoro desde hace más de 25 años la elaboración de sus famosas anchoas marinadas

Ainhoa Múgica

San Sebastián

Viernes, 10 de mayo 2024

Cuando una persona fallece, al tiempo, una de las cosas que más pena puede generar en las familias es la pérdida de la receta de un plato especial, con ese toque irrepetible, porque no se dejó por escrito. Para evitarlo, los propietarios del bar Txepetxa de Donostia decidieron hace 25 años poner a buen recaudo, en una caja fuerte de un banco de San Sebastián, la fórmula de la elaboración de sus famosas anchoas marinadas. Un tesoro de un valor incalculable a tenor de las numerosas y cuantiosas ofertas económicas que han recibido a lo largo de sus más de cien años de historia para desvelar el secreto.

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El punto de inflexión para que la familia Marañón optase por custodiar como un tesoro la receta, que solo conocen el propietario del histórico bar de la Parte Vieja, Manu Marañón, y su madre ya jubilada, ocurrió hace veinticinco años tras sufrir un susto al volante. «Iba con mi ama en el coche y se nos cruzó un camión que se saltó un stop. Casi tuvimos un accidente grave. Y fue gracioso porque cuando frenamos, al segundo nos miramos. Le dije a mi madre, '¿sabes en qué estoy pensando?' y me dice 'en la receta de las anchoas'. Los dos nos echamos a reír», explica Manu Marañón. En ese momento fueron conscientes de que si ambos hubiesen perdido la vida, la receta del bar se habría perdido, ya que nadie más conoce su secreto para lograr estas anchoas tan codiciadas.

Tras el incidente, la familia Marañón decidió guardar bajo llave el tesoro familiar. «Acudimos al notario, levantamos acta y metimos la receta en un sobre con un sello lacrado. Después depositamos el documento en una caja fuerte de un banco donostiarra ubicado en la Avenida de la Libertad. Y ahí lleva desde hace veinticinco años. En caso de fallecimiento de los dos, mi hijo heredaría el poder para abrir la caja blindada», detalla el propietario del bar Txepetxa.

La receta de la abuela

La abuela de Manu creó la receta del marinado de anchoas que se ha ido puliendo con el paso de los años hasta llegar a la fórmula actual. Un documento de cuatro hojas que contiene hasta 21 pasos y que ni los trabajadores del establecimiento conocen. «Siempre preparo las antxoas antes de que lleguen los empleados», explica el propietario de este emblemático templo gastronómico. La familia ha recibido muchas ofertas económicas para comprar la receta e incluso en una ocasión unos japoneses quisieron hacerse con el negocio para trasladarlo a Osaka. Pero la respuesta de los propietarios siempre ha sido negativa y el objetivo es permanecer en San Sebastián sin cambiar un ápice la esencia del local. A lo único que sí que han accedido desde principios de este año es a comercializar en algunas grandes superficies este año tres de sus característicos productos envasados al vacío.

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