«La hostelería es dura, pero apasionante»: Naroa Pérez, de Xixario de Orio, opta al Premio Sala Revelación de Madrid Fusión
La joven de Villabona, de 28 años, compite con los jefes de sala de algunos de los restaurantes más en punta de toda España
Se confiesa emocionada por la candidatura y feliz por su trabajo: «La hostelería es durísima, pero reporta muchas satisfacciones», dice. Naroa Pérez Simon, joven camarera de Villabona, de solo 28 años, es una de los siete candidatos al nuevo premio 'Sala Revelación', que concede Madrid Fusión. Ha sido seleccionada por su trabajo como jefa de sala del popular asador Xixario, de Orio, uno de los templos de la parrilla y del besugo. La candidatura le llega en momentos de transición profesional, «con varios proyectos en marcha, aunque los fines de semana sigo trabajando en Xixario, que es mi casa».
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El galardón, patrocinado por 'Gusto del Sur', reconocerá «la labor de un profesional joven que destaque por su capacidad para dirigir el servicio en la sala de cualquier tipo de restaurante». El nuevo premio se une a los que desde hace años llevan distinguiendo en el mismo foro gastronómico al Cocinero Revelación y Pastelero Revelación.
Según informa la organización, «el equipo de Madrid Fusión ha rastreado durante el último año el escenario culinario de nuestro país tras la pista de jóvenes promesas candidatas para este nuevo reconocimiento, y el ganador de este grupo de finalistas, elegido tras votación secreta se dará a conocer en la jornada del miércoles».
Seis de los siete finalistas son mujeres. Además de Naroa Pérez los candidatos son Oliva Ridruejo, sumiller y jefa de sala del restaurante Berria (Madrid); Laura Ferrer, del Vandelvira de Baeza, Jaén; Leticia Palomo, del Ugo Chan también de Madrid; Carmeta Torrens, Paula García y Sophie Glossin, camareras y sumilleres del restaurante Hisop de Barcelona; Laura Novoa, del restaurante Miguel González de O Pereiro de Aguiar, en Ourense, y Carlos Castelló, de Nou Manolín & El Piripí de Alicante.
Naroa recuerda que empezó a trabajar en la sidrería Gaztañaga de Andoain. «Luego seguí en el propio restaurante de Gaztañaga hasta que Luis Mari Xixario me 'fichó' para su asador de Orio, donde tanto aprendí. Es un personaje único, enseguida me puso de responsable a hacer de todo, desde pedidos a proveedores hasta organizar el personal, pero siempre en contacto con los clientes, que es lo que me gusta. Nada me agrada más que escuchar a un cliente que ha disfrutado».
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Con la jubilación de Luis Mari Uranga «ya dejé parte de la responsabilidad en Xixario, pero sigo trabajando ahí fines de semana y otros momentos», explica Naroa Pérez. El miércoles sabrá si logra el galardón en la gran feria madrileña que comienza el lunes. «Ya he visto que hay muchos profesionales de primer nivel, pero a mí ser finalista ya me hace feliz», concluye.
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