Gastronomía

¿Eres más de ramen o de sushi?

Crónica sentimental de un viaje gastronómico por Japón

Juanma Velasco

San Sebastián

Viernes, 12 de septiembre 2025, 07:26

Pasa y entra hasta la cocina.

Publicidad

Eran las nueve de la tarde en un restaurante de Tokio, en el barrio de Shibuya. Habíamos atravesado el ... famoso cruce y nos habíamos hecho las fotos de rigor entre la multitud, con fondos de pantallas gigantes en los que anunciaban las últimas series de Netflix y lo mejor de la tecnología japonesa. Para entonces llevábamos ya cinco días por Japón y nos habíamos aclimatado al calor de julio y al jet-lag. Habíamos pedido una gyozas. Y fue un gesto, el de coger una pieza con el palillo en lugar de con la mano, con el que me di cuenta que, de modo inconsciente, en cinco días me había convertido en un experto en el uso de los palillos. ¡Quién me lo iba a decir!

Porque en Japón se come con palillos. Y así lo hicimos desde el primer momento en el que pusimos pie en el país nipón, el pasado mes de julio en una calurosa noche en Kyoto. Tras dejar las maletas en el hotel, nos lanzamos a la calle en búsqueda de una buena cena para recobrar fuerzas después de un largo viaje con escala en Estambul. Entramos en un restaurante especialista en ramen, ya saben, esa sopa de fideos con verduras, carne o pescado que entra de lujo incluso en pleno mes de julio. Y acertamos a la primera. No solo por las gyozas que pedimos como entrante -nunca he comido tan buenas gyozas rellenas de verdura y carne como en Japón- sino por el ramen sabroso que, vaya por delante, tomamos con palillos.

Y aquí llega una de las primeras sorpresas de Japón: al recibir la primera cuenta te das cuenta de que comer en restaurantes de Japón es muy barato. Es más, en pocos sitios del mundo he comido tan bien y tan barato como en el país del sol naciente. Sorprende esta afirmación, pero es así. Aunque también hay restaurantes de alto copetín en los que hay que rascarse el bolsillo, en la mayoría de sitios se puede cenar o comer muy bien por entre 10-20 euros, bebida incluida, sea un sake o una cerveza local.

Publicidad

Y se come bien en los bares y restaurantes... y se desayuna de lo lindo en los hoteles. Eso sí, un desayuno más oriental que europeo, en el que no faltan encurtidos variados (tsukemono), distintos tipos de arroz, de sopas miso o trocitos de delicioso atún crudo, con un sutil toque de salga o sésamo. ¡Daba gusto ver a mi hijo desayunar todos los días un bol de atún adornado con algas wakame! Yo me inclinaba por servirme tempuras de verduras o langostinos sin una gota de grasa y con una textura increíble. Sí, los desayunos fueron una fiesta. Así que, si tienen oportunidad, reserven un hotel con una buena cama y buen desayuno.

Comida de plástico

En la calle, los restaurantes de Tokio destacan por mostrar su carta en un tradicional tríptico o libro de papel o cartón, peor también con reproducciones exactas en plástico de cada comida. Es de lo más curioso y, por lo general, está extendido en todos los locales, sean en zonas turísticas o en cualquier rincón. Allí aparecen las chuletas o solomillos de carne de waygu o el surtido de yakitoris (brochetas) con el que cuenta el restaurante.

Publicidad

Si son amantes del sushi, hay un buen local en el barrio Asakusa, en una de las galerías comerciales perpendiculares a la calle principal que va al templo Senjo-Ji. Es el típico local en el que se sientas en la barra, donde tienes un grifo de té para servirte lo que quieras, y los platos de sushi recién hechos van pasando por delante de tus ojos. Cada plato tiene u color o un precio. La comida es deliciosa y al experiencia es muy divertida. El precio también es más que asequible a pesar de estar en el pleno centro turístico. Y recuerden que en Japón no se admiten las propinas. Es más, es un gesto de mala educación.

Si lo que gusta es tomarse una copa, una buena opción es el barrio de Monzen-Nakacho. Allí, junto a torres enormes, existe una zona de callecitas de casas bajas de una altura, llenas de diminutas tabernas en las que no entran más de 8 personas. Allí acuden los locales a beber sake. Mejor dicho: a emborracharse con sake y comer platos típicos preparados principalmente por mujeres que sirven la barra a la vez. Si pueden, no duden entrar en uno de ellos o, al menos, caminar al atardecer para callejear por el barrio y curiosear cómo disfrutan los habitantes de Tokio comiendo, bebiendo y cantando en el karaoke.

Publicidad

Japón merece un largo viaje de avión para conocer su gastronomía y, sobre todo, el choque cultural de una sociedad en la que el orden y el respeto se aprecia a cada momento del día.

La pista

Si por algún casual recalan en Utebo, camino o de regreso de Zaragoza, no dejen de visitar el restaurante Novelty by Lorenzo. Comer allí este verano fue todo un descubrimiento. En pocos sitios he comido una ventresca de bonito a la brasa con un punto excelente después de tomar una ensalada con el sabroso tomate de la huerta de Utebo. Calidad precio excelente. El local está en la misma plaza de España, a la sombra de la torre mudéjar del pueblo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad