Podemos exige la patria de los derechos frente a la de «dos velocidades» del PNV
Martínez critica en el Aberri Eguna a las «élites peneuveras que llevan tantos años haciendo y deshaciendo en Euskadi como si fuera un batzoki»
Lo ha reivindicado en muchas ocasiones, y en su cuarto Aberri Eguna y en plena campaña electoral, Podemos Euskadi lo volvió a reclamar: «Nuestra patria ... es la gente. Defendemos una nación inclusiva, y que la ciudadanía tenga la palabra». Para el secretario general de Elkarrekin Podemos, el de domingo de Resurrección, fue «el día de todos los vascos», después de «la patrimonialización» que ha existido durante tantos años por los nacionalistas. Si el PNV celebró su jornada en Bilbao y EH Bildu hizo lo propio en Pamplona, la coalición morada eligió Errenteria porque «es un ejemplo de convivencia y paz».
Lander Martínez defendió entre sus simpatizantes que si algo aporta diferente su partido en el Aberri Eguna es, precisamente, dar voz a la gente joven de este país. Y para defender esta idea lanzó un duro mensaje contra el PNV. Arremetió contra lo que algunos llaman patria, «un país de dos velocidades, porque no todos tenemos las mismas oportunidades, depende de la familia o el barrio en que nazcamos. Esta es la patria que conocemos toda una generación de jóvenes. La que el PNV tapa y esconde». Sin embargo, el país por el que aboga Elkarrekin Podemos es el de «los derechos sociales, la igualdad y la justicia frente al de la formación jeltzale, que es el del conformismo». Disparó otro dardo contra los nacionalistas al tildarles de «élites peneuveras y élites políticas y económicas, que llevan haciendo y deshaciendo estos años en Euskadi, en nuestra casa, como si fuera un batzoki».
Acompañado por algunos candidatos de Elkarrekin Podemos al Congreso y al Senado, como Pilar Garrido, Rafa Sainz de Rozas, Javier Ezkerekotza, Miren Gorrotxategi y Jon Collar, el líder vasco defendió en el mitin «una patria plural y en paz, en la que a nadie se le pase por la cabeza diferenciar entre ciudadanía y nacionalidad». Esta es la nación con la que sueñan los dirigentes podemitas que, tal y como lamentaron, «en boca del PNV es un sarcasmo de mal gusto porque su Euskadi es la de la resignación».
Auge de la extrema derecha
Entre gritos de «Sí se puede» y rodeados de banderas moradas y alguna ikurriña, Martínez se refirió constantemente a la generación de jóvenes que ellos mismos representan. Una generación a la que, a su juicio, se vendió que si se esforzaba podía conseguirlo todo, pero que sin embargo es la primera de muchas que «vive peor que sus padres y abuelos», y que asiste «atónita al auge de la extrema derecha, del racismo, de la xenofobia, de los muros en la frontera». Y deploró que fueran una juventud «consciente de que tener un carné del PNV es partir con ventaja para conseguir un contrato».
El secretario general vasco cerró el acto dirigiéndose a una ciudadanía que debe elegir entre: «un PNV que se jacta de usar su influencia en Madrid para llenar el bolsillo de las grandes constructoras; un PSOE que quiere pactar con Rivera, y un EH Bildu que quiere ir al Congreso a bloquear todo avance social. Pero, por suerte, está el voto seguro, el voto a Unidas Podemos».
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