Los pactos entre partidos sirvieron para «reflejar la pluralidad de la sociedad vasca»
Expolíticos que formaron parte de gobiernos de coalición ensalzan que las alianzas reflejan la diversidad de Euskadi
El socialista Ramón Jáuregui fue vicelehendakari en el Gobierno de José Antonio Ardanza (1987-1991), una experiencia de la que se muestra orgulloso. «Fuimos ... la primera coalición en España. Constituyó un éxito y marcó tendencia. El mapa político vasco nunca fue bipartidista. La combinación de nacionalistas y constitucionalistas –subraya– añadía una pluralidad de identidades necesaria para expresar esa misma pluralidad social de la ciudadanía vasca».
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Jáuregui prevé que las coaliciones seguirán siendo necesarias porque «no polarizan el debate político y limitan las pulsiones sectarias de los partidos mayoritarios. Sigo pensando que la combinación identitaria en el Gobierno es condición necesaria para una representación equilibrada de las pulsiones opuestas en nuestra sociedad».
Respecto a lo que deparen las futuras combinaciones de alianzas en un escenario sin ETA, Jáuregui espera que no se produzca «la suma nacionalista, porque solo podría sustentarse en un proyecto soberanista, abiertamente contrario al Estatuto. Sería extremista, poralizante y desestabilizador. La ciudadanía vasca no quiere eso y quiero pensar que tampoco los partidos nacionalistas lo desean». Jáuregui alerta de que una coalición de formaciones que se disputan el mismo espacio sociológico «es mucho más inestable. Basta verlo en el actual Gobierno de España», concluye el exvicelehendakari.
«Acervo político»
Mari Carmen Garmendia también cuenta con una larga experiencia en ejecutivos de coalición. Fue portavoz y consejera de Cultura en el Gobierno de Ardanza entre 1995 y 1999, cargo este último que mantuvo en la siguiente legislatura, siendo lehendakari Juan José Ibarretxe.
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«Fuimos la primera coalición en España. Resultó un éxito y marcó tendencia»
Ramón Jáuregui
PSOE
Garmendia destaca que la cultura del pacto «forma parte de nuestro acervo político» y se remonta a la época del Gobierno Vasco presidido por José Antonio Agirre. «Primero en Euskadi y luego en el exilio, significó la concertación, no sin dificultades, entre diferentes partidos. Ese fue el primer eslabón de referencia que nos permitió caminar juntos por la transición democrática». Añade que todo lo que ha venido después «tiene que ver con nuestras convicciones democráticas y con la reflexión que Ardanza hizo en un discurso pronunciado en el teatro Victoria Eugenia al final de la década de los ochenta: 'Reconocernos en modos diferentes de ser vascos'».
Garmendia subraya que en el marco del Estatuto de Gernika ha existido la capacidad de «tejer acuerdos, casi nunca fáciles ni sencillos, gracias a la sensatez, clarividencia, mutua lealtad y también aguante de los líderes de cada momento».
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«Se han tejido acuerdos, casi nunca fáciles, gracias a la sensatez y mutua lealtad»
Mari Carmen Garmendia
PNV
La exconsejera señala que en la época post ETA se abre la posibilidad de que se generen nuevas alianzas. «Las reglas de juego del campo de la democracia son las herramientas que hay que tener bien identificadas. El propósito de los acuerdos–añade– nunca ha de perder de vista la diversidad social».
Controles
El exlider de Ezker Batua-Berdeak, Javier Madrazo, fue consejero de Vivienda y Asuntos Sociales en las dos legislaturas de Ibarretxe. En su opinión, la pluralidad política vasca «es un fenómeno estructural, no coyuntural». Por lo tanto, estima que ningún partido obtendrá mayorías absolutas. Madrazo resalta que esta imposibilidad «es muy positiva porque consolida la cultura del pacto, del reparto del poder y de los necesarios controles en el seno de los gobiernos».
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«La falta de mayorías absoluta consolida la cultura del pacto y los controles»
Javier Madrazo
Ezker Batua
Estima que la desaparición de ETA ha supuesto un elemento «fundamental» en la reconfiguración del mapa político vasco. «Veo a un PNV estancado, una izquierda abertzale que crece, una izquierda transversal –hoy Unidas Podemos– cada vez más debilitada y un PSE desdibujado». Madrazo concluye que, en cualquier caso, «no veo en el corto plazo nuevas combinaciones a un gobierno como el actual, gris, mediocre y sin ambición de país».
En las diputaciones las coaliciones también han sido una constante. En el caso de Gipuzkoa, por ejemplo, José Julián Irizar, en aquella época presidente de EA en el territorio, ejerció a su vez de primer teniente de diputado general y diputado de Carreteras y Transportes en el Ejecutivo foral liderado por Román Sudupe (PNV) entre 1995 y 1999.
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«Se intuyen vías de acuerdo desde el independentismo y el federalismo»
José Julian Irizar
EA
Irizar considera que Euskadi es proclive a la coaliciones porque a la tradicional división entre partidos de izquierda y derecha se une el debate entre autonomismo, nacionalismo e independentismo. Además, recuerda que el Pacto de Ajuria Enea reforzó la necesidad de pactos transversales.
En el horizonte él tampoco ve mayorías absolutas. «Las coaliciones serán ineludibles y, en mi opinión, positivas. Nuestro futuro social, económico y cultural, y el encaje en una Europa de los pueblos, deberían ser objetivos que vertebrasen esos acuerdos».
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Irizar afirma que el final de ETA genera nuevos escenarios. «Desde el progresismo, independentista y federalista, se intuyen vías de acuerdo. Algunos tímidos pactos iniciados en la vida municipal anticipan pasos que se darán en futuros gobiernos autonómicos y forales».
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