Lehendakari confidencial
Lendakaris muertosElecciones municipales y forales 2023 ·
La inercia debilita en política. Si quieres vencer a la restauración tienes que atender a tu generaciónNo se preocupen. Ya estoy viendo al lehendakari cómo se remueve en su escaño en estos momentos. Hoy hay Parlamento Vasco y la semana que ... viene también. Serán tan sólo cuatro 'informes confidenciales', dirigidos al 'lehendakari', es decir, a todos ustedes y no a Iñigo Urkullu. Aquí estamos, por amistad y lealtad a unos colores, el DV. Abiertos sólo hasta elecciones. Reivindicando la etimología de la palabra 'lehendakari', esto es, 'quien ejerce de primero', que en política son sólo ustedes con su voto. Ejérzanlo. Con su voto decidirán los lehendakaris locales y forales este 28-M. Y su voto no es patrimonio de ningún partido político. Ésta es la filosofía de 'Lehendakari confidencial' que es «confidencial», porque será una conversación entre todos sobre las categorías, datos y ejemplos reservados a los cuarteles de la política.
Y el título de esta primera pieza -no se asusten- coincide con el nombre de un grupo musical espectacular: Lendakaris muertos de Pamplona. Su sencillo 'Odio los partidos' sintetiza irónicamente la tesis de esta semana. Ya saben que, a menudo en política, el amor primero suele disfrazarse de odio. Va la pregunta: ¿Si hay 'lendakaris muertos' (sin hache) quiénes son entonces los 'lehendakaris vivos' (con hache)? Son la generación de la transición que vence en casi todas las elecciones y que tienen hoy al PNV como Partido Alfa, porque sabe a lo que juega, lo trasmite y tiene claro hacia dónde va. ¿Y los 'lendakaris muertos'? Están a su izquierda y derecha. Este espacio es suyo. Sí, son ustedes que están fuera y quieren entrar dentro. Pasen. Ustedes no, los de arriba, siéntense. Ustedes, sí, los de abajo. Levántense y tomen la palabra.
Cuatro generaciones
Hablemos de generaciones para entenderlo mejor. Más allá de la X, Z o Y, lo más inteligente en ingeniería política es crear tus propias categorías. Por ejemplo, podríamos cartografiar operativamente Euskadi en cuatro grandes generaciones:
1) Las hijas de la autarquía (el 30.7% del censo), nacidas antes de 1959, esto es, mayores de 65, son mayoritariamente mujeres. Su Euskadi era la postguerra, las maletas de cartón, el tren, el Plan de Estabilización de Joan Sardá Dexeus, con esa sabiduría del descampado de las abuelas de antes. Su primera palabra en euskara fue 'txoria'. Las define bien: su travesía vital ha sido la del largo vuelo de un pájaro libre. Mayoritariamente votan PNV, PSE-EE y PP vasco y casi la mitad de ellas (el 46%) tienen un precioso acento castellano, navarro, gallego, andaluz, extremeño o portugués.
2) Le siguen las reformistas (1959-1974, 30,2% del censo), las madres que experimentaron el mayor cambio de nuestra democracia. De pedir permiso a su marido para tener una cuenta bancaria a la liberación total. Muchas casadas muy jóvenes, han incorporando la subjetividad, la sexualidad y el género a la política; son además de las madres de la Constitución y el Estatuto (que no tuvo sólo padres), imprescindibles, atención, para cualquier victoria de la izquierda. Mi ama es una de ellas. Votan al PNV, a PSE-EE, a Podemos, a EH Bildu y al PP vasco. Ven al país sacudido por una serie de desfondamientos que lo han llevado de la euforia económica al desengaño, de la seguridad a la incertidumbre y de la creencia en un porvenir más o menos próspero a la perplejidad, la indignación y el enfado. Decidieron todas las elecciones, ojo, en 2019 y las vascas de 2020. Ellas contienen hoy la rabia.
3) Los demócratas plenos, que van de 1975-1995, mi generación. Hemos nacido, crecido y nos hemos desarrollado en democracia en aulas mixtas con más mujeres que hombres. Menores de 48 lideramos la mitad más joven del censo (somos ya el 28,9%). Conocimos el sueño europeo y cómo se desvaneció en 2008. Hoy formamos parte del progresivo memorial de transiciones: digital, económica, ecológica, generacional, ¿alguna más? Ya madres o padres, nos hacemos mayores y nunca pensamos que viviríamos ni la mayor pandemia en 100 años ni que la desigualdad fuera la más alta de los últimos 30.
Y, por último, 4) los nativos digitales, diferentes, también a nosotros. Nacidos en 1996 en plena victoria de José María Aznar hasta el inicio de la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004 tienen entre 18 y 27 años (incluidos la mitad de los que nacieron en 2005). Eran renacuajos para conocer a los expresidentes. Les suenan de la TV como Felipe González y Adolfo Suárez de la ESO. No recuerdan a Arnaldo Otegi entrar en prisión pero le vieron salir, eran pequeños en el 15M pero conocen el «no nos representan», el terrorismo es historia, la presidencia de Mariano Rajoy es su imagen todavía del PP, el rescate a la banca, la corrupción, la crisis en Catalunya y vivieron la moción de censura de Pedro Sánchez. Aunque la mayoría desconoce 'The Kids Aren't Alright' de The Offspring, lo llevan en vena. La canción nos une a ellos. Mucho.
Son el motor de Euskadi: 173.446 electores. Primero sienten y luego piensan. Y no les da miedo expresarlo. Se sienten desposeídos. De gran corazón, te dan lo que no tienen. Quieren democratizar la economía y la vida. Y todos deberíamos educar la mirada para aprender a escucharles. Conviven con deudas públicas y faltas de las que no son los responsables. Piensan que la transición fue incompleta. Ya no llaman régimen al sistema del 78. Esas expresiones se la dejan a sus hermanos mayores que se han cortado la coleta y están en Canal Red. Pueden militar en GKS sin ser la CUP vasca. Pueden simplemente empatizar con un sentimiento, una idea, un instante, odiando los partidos antes de amarlos. En el PNV vizcaíno -sólo algunos- deberían abrazar la sabiduría del PNV guipuzcoano para comprenderlo y fijarse más en Iker Casanova. Nadie vota en contra de sus intereses ni se abstiene porque sí. Tampoco los sectores populares. Tal vez lo que sucede es que esos intereses no son sus necesidades…vitales.
La generación decisiva
Están renovándolo todo. Y aunque nadie se lo ha dicho todavía, llegó el momento: los nativos digitales junto a los demócratas plenos son los 'lendakaris muertos', que si resucitan, pueden cambiar la mayoría de Gobiernos porque, sorpresa, la generación de la democracia es ya más del 40% del censo. Cualquier leve oscilación en su voto, se nota: dieron el triunfo en generales a Podemos frente al PNV en 2015 y 2016 y entonces eran sólo el 30%. Nadie lo olió. En el pasado sociómetro de octubre de 2022, por poner otro ejemplo, ante las primarias socialistas en Donostia que removió Odón Elorza, situaron por primera vez en 10 años al PSE-EE primeros en voto directo (15,5%) frente al PNV (14,5%). Sólo un leve giro de expectativa, lo desmoronaba todo. Sabemos de lo que hablamos, hemos vivido muchas primeras veces y promovido unas cuantas.
La socialista Marisol Garmendia tiene grandes activos que todavía no han sido explotados para ganárselos, no me cabe duda, al igual que el alcalde Eneko Goia, en su caso, para cerrar su tentativa victoria. Pero en el «mientras tanto» el grueso mira a EH Bildu que sube del 9% de voto directo -donde vuelven a situarse los socialistas- al 14,3%. El PSE-EE es un partido especial y el que más tiene que ganar en este segmento, de largo, también en Bilbao y en Vitoria. En ambas EH Bildu está a tan sólo 1.000 votos de quitarle la segunda posición el 28-M. Y es que Gasteiz, atención, es la capital más joven, un 42,8% de 'lendakaris muertos'. También el PP vasco tiene todo que ganar. Y, por supuesto, Podemos que fue su punta de lanza. Los 'lehendakaris muertos' deciden.
Los nativos digitales son el motor de Euskadi. Primero sienten y luego piensan. Y no les da miedo
No olviden tampoco que la izquierda perdió la mayoría absoluta en el Parlamento Vasco (EH Bildu+PSE-EE+Podemos) al ganar la Coalición PP+Cs un último escaño tras el recuento en Bizkaia. Ahí también estaban presentes. Ese eje volverá en 2024.
La inercia siempre debilita. Para superarla todos deben recordar una máxima: en política las victorias memorables se caracterizan por no seguir ninguna regla anterior. Si quieres vencer a la restauración, tienes que atender a tu generación. Profundizaremos en ello la semana que viene.
«¿Qué hacemos si no nos cogen los folletos de campaña»? Dice la leyenda que el genial Gregorio Ordóñez respondió lo siguiente: «No os preocupéis. Todos os cogerán los folletos. Y si veis a uno que echa a correr, tranquilos también. Ése, precisamente ése, es de los nuestros». Era un número 1. Todavía le recuerdo siendo niño con Antxon Urrusolo, preclaro, en los debates de ETB.
'Lendakaris muertos' que reviven. Ejerciendo de primeros con su voto. Ésta es la situación, lehendakaris, suyo el voto.
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