Piezas vascas en la partida europea más decisiva

Las guerras en Ucrania y Palestina, la carestía de la vida o la crisis migratoria son algunos de los grandes retos que la Unión Europea debe afrontar desde ya. Los próximos años serán decisivos para decidir qué dirección se toma en la carrera tecnológica —dar forma a la primera ley de inteligencia artificial—, la escalada bélica, la creciente desigualdad o la crisis demográfica. En este contexto, los siete candidatos vascos al Parlamento Europeo analizan los peligros que puede acarrear el crecimiento de la extrema derecha, cómo debe orientarse la UE y qué papel puede desempeñar Euskadi su construcción.

1.Todas las encuestas vaticinan un aumento de representación de la extrema derecha en el nuevo Parlamento. Esta situación puede llevar a un bloqueo en el avance del proyecto europeo y en las necesarias reformas que hay que encarar si queremos que Europa sea relevante en nuestro futuro. Enfrentamos el peligro de desnaturalizar el continente de los valores en la que vivimos y que los padres fundadores crearon. Lo que es 'no' en Euskadi, lo es también en Madrid y en Bruselas.

2.Lo ha hecho desde sus inicios con el lehendakari Aguirre como referente. Fuimos parte de ese impulso. Hoy muchas de las experiencias vascas están incluidas en nuestras leyes y eso ha sido gracias a que nuestro modelo de sociedad es conocido en Europa. Nuestra formación profesional o nuestro sistema de economía social son un ejemplo que muchos de los Estados miembros siguen y que han de elevarse a políticas europeas.

3.Con una visión armonizada y conjunta que garantice la estabilidad y de seguridad. Así lo hicimos para hacer frente a la pandemia de la covid-19. No podemos legislar siempre en base a las crisis que nos venga, porque tenemos mecanismos suficientes para actuar con anticipación. En la coyuntura que enfrentamos, la UE debe acelerar su apuesta por constituirse en el mundo como agente de paz, reivindicar unas relaciones internacionales basadas en normas y apostar por la diplomacia. Esto implica denunciar todas las vulneraciones de la legislación internacional y ser firmes con el cumplimiento de los derechos humanos.

1.En estos momentos la extrema derecha es el principal enemigo del proyecto europeo porque precisamente persiguen que Europa no tenga ningún papel. No es aceptable que las instituciones europeas den credibilidad y compren constantemente los marcos políticos de la ultraderecha. Seremos la voz de la Euskal Herria antifascista en Europa. EH Bildu ha sido fundamental en Madrid o Navarra frente al auge del autoritarismo y de las fuerzas de ultraderecha, y seguimos teniendo esa vocación

2.Desde Euskal Herria y otras naciones sin estado venimos realizando ya un trabajo importante desde la perspectiva de la paz, la justicia social y el derecho de autodeterminación. Las naciones sin estado vamos a aportar soluciones y somos puntales en políticas sociales y de vanguardia. Tenemos un sentimiento europeísta muy fuerte y enraizado a los valores originarios de la Europa de la paz y de los pueblos.

3.El nuestro es un pueblo migratorio, muy consciente del coste emocional y humano que hay detrás de esos movimientos. El nuevo tratado de asilo es inaceptable, la Europa del futuro no lo puede aceptar en ningún caso. La política bélica que se viene planteando es una temeridad que sólo supone un aumento del sufrimiento de la población. Los conflictos no terminan con el envío de armas, sino con la intervención de la diplomacia internacional y las instituciones de paz.

1.Por primera vez en la historia de la UE los socialistas, junto a otras fuerzas democráticas, salvo el PP, hemos suscrito un compromiso de no dar paso a la extrema derecha a los centros de poder. Donde gobiernan restringen derechos de las mujeres y de las minorías, son negacionistas del cambio climático, y son claramente nacionalpopulistas ultras, porque propugnan soluciones nacionales frente a las conjuntas. Y en este momento geopolítico, o Europa camina a una mayor integración, o se quedará en la irrelevancia, que es la propia razón de ser de esas fuerzas ultras.

2.Euskadi siempre ha aportado a la construcción de Europa. Diferentes fuerzas políticas vascas hemos sido protagonistas de ese desarrollo, y los socialistas hemos estado en primera línea, con nombres como Almunia, Jáuregui, Eneko Landaburu, González Laya y Eider Gardiazabal. Desde el Gobierno Vasco hemos aportado proyectos pioneros que han sido tenidos en cuenta, como nuestra economía social, el plan de rescate de trabajadores de empresas en crisis o la profesionalización de los cuidados.

3.Europa nació como un proyecto de derechos, libertades y paz hacia dentro, y un actor clave para la paz con los vecinos. La migración ha sido una constante y se debe resolver ordenándola, pero con la exigencia máxima del respeto a los derechos humanos. Y debe tener un papel relevante, con una única voz, para garantizar la seguridad interna y defender la legalidad internacional en todos los casos, sea en Ucrania o en Gaza.

1.La sociedad civil e incluso las grandes empresas europeas han salido a la palestra para alertar del peligro de la extrema derecha. Pero no basta con palabras, lo que necesitamos son políticas sociales que contrarresten la desafección que aprovecha la extrema derecha. Al fascismo se le detiene no sólo apelando al miedo, sino garantizando derechos. Eso sólo lo está haciendo la izquierda europea de la que forma parte Podemos.

2.Hay dos rasgos definitorios de Euskadi valiosos para la construcción de la Europa de los pueblos que queremos. Primero, nuestra particularidad nacional y lingüística. Euskadi es ejemplo paradigmático de región con más de una lengua oficial y con pluralidad de sentimientos identitarios nacionales. Sería muy valioso incentivar que Euskadi tenga mayores oportunidades para trasladar una voz propia en Europa. Y tampoco olvidemos que somos un territorio transfronterizo y, a la vez, un país que se caracteriza por su vocación de acogida y solidaridad entre pueblos. Eso debe guiar la política migratoria europea.

3.Estas elecciones tienen un componente ético muy acentuado. A la hora de proponer medidas relacionadas con toda política migratoria no hay justificaciones económicas o políticas que estén por encima del respeto a los Derechos Humanos. Lo mismo vale para condenar la escalada militarista de Europa. El gasto en armamento genera mayor demanda de guerra. Europa debe decidir si quiere ser una sucursal de la guerra o una potencia de paz.

1.El auge de la extrema derecha es una amenaza para la Europa social, democrática y solidaria. Lo hemos visto con la aprobación del Acuerdo de Migración y Asilo, en el que los socialistas europeos han asumido las tesis más reaccionarias. Pero hay que plantar cara, como hemos hecho en otras ocasiones, desde el progresismo y los valores europeístas.

2.Creemos en una Europa que se construye como un proyecto federal en el que las naciones y nacionalidades que la conforman son un elemento indispensable. Esta visión es la que, pensamos, aporta Euskadi al proyecto europeo la importancia de la convivencia entre diferentes

3.Nosotras abogamos por abordar la cuestión migratoria desde un enfoque basado en los derechos humanos y abordando el qué estamos haciendo los países de Europa en las naciones de origen de la gente que migra. Somos responsables de muchos problemas que acontecen en los países empobrecidos y es nuestra responsabilidad solucionarlos.

1. Frente a la amenaza populista de las extremas derechas e izquierdas, necesitamos más centralidad y más Estado de derecho. La apuesta por la libertad, el respeto a los derechos humanos, el pluralismo, los mecanismos de control al poder político y el progreso económico y social, son la base de la convivencia que queremos en Europa. Y ante las amenazas de los ultranacionalismos y de los populismos hay que fortalecer las reglas de juego democráticas, no debilitarlas a capricho y conveniencia del cortoplacismo político. Erosionar hoy los cimientos del Estado de derecho en cualquier país de la Unión Europea como quieren las extremas derechas e izquierdas es una temeridad que podemos pagar muy caro porque nos hace más frágiles e indefensos ante estas amenazas.

2.Euskadi avanzará y tendra fuerza en Europa en la medida que nuestra nación, España, se fortalezca. Desgraciadamente Sánchez y su gobierno nos hace ser mas débiles en Europa, y el PNV, como socio preferencial junto a Bildu de Sánchez y los socialistas, es cómplice de ayudar a debilitar a Euskadi en la Unión Europea. Aquí no valen trucos de palabras de los independentistas de querer construir la Europa de las naciones sin estado. Rompiendo con España como quieren los abertzales, se rompe con Europa, y se saca a Euskadi de la Unión Europea.

3.La inmigración ilegal representa uno de los mayores desafíos comunes a los que se enfrenta la Unión Europea. España, como país de entrada y frontera sur de la Unión es, junto con Italia, Malta, Chipre y Grecia (los llamados Med5) uno de los principales puntos de llegada de la inmigración irregular, y también uno de los destinos favoritos de las mafias que trafican con migrantes, aprovechándose de su situación para crear un negocio multimillonario.

1.Ahora mismo hay muchos más europeos preocupados por la inseguridad que causa la inmigración ilegal en sus barrios que por ese bulo de la extrema derecha al que recurren los que saben que no tienen nada que ofrecer. Tienen miedo a que los europeos de a pie tomen las riendas de su futuro. Y es normal que tengan miedo: durante años populares y socialistas han votado juntos 9 de cada 10 veces en Bruselas, la mayoría de ellas en contra de los intereses de los españoles.

2.La Unión Europea debe ser una herramienta al servicio de las familias y los trabajadores europeos, respondiendo a las necesidades reales de cada país. El objetivo la libertad y la prosperidad que aquí se nos pretende arrebatar, y por supuesto combatir las mentiras separatistas contra España y su historia que hemos escuchado en Bruselas.

3.Esta es una pregunta que podría responder cualquier vasco que sufre la creciente inseguridad. Y en Vox lo tenemos claro: todo extranjero que venga a España debe hacerlo acorde a las necesidades del mercado laboral y con clara voluntad y capacidad de adaptación. No podemos aceptar que ante la falta de apoyo a las familias y de fomento de la natalidad, la solución de la Unión Europea sea traer de forma masiva inmigrantes ilegales. Y por supuesto, hay que expulsar a todos los inmigrantes ilegales y a cualquier inmigrante legal que cometa delitos graves o haga del delito leve su forma de vida.

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