Emocionar
Rosa Díez Urrestarazu
Viernes, 19 de abril 2024, 02:00
Emociones.
Llegar al mundo afectivo de las personas, donde la razón tiene poco que ver y mucho lo que dicta el corazón. Es fácil manipular cuando ... se apela al mundo emocional de las personas. De ahí que el populismo cale tan hondo en buena parte de la ciudadanía con afirmaciones simples. Ojo avizor a esos discursos que encierran mensajes manipuladores, o medias verdades imposibles de cumplir. Cuando se juega con los sentimientos de las personas, hay riesgo de lograr el efecto contrario. Atención a las promesas porque podrían ser sueños incumplidos.
Control.
Hacer un seguimiento exhaustivo del dinero público. Desde la administración hay que ayudar a quien más lo necesita, pero a la vez es su obligación activar todos los mecanismos necesarios para evitar fraudes. De ahí la importancia de realizar un seguimiento minucioso anterior, posterior y constante, porque es el dinero de todos los vascos.
Coherencia.
Concordancia entre lo que se dice y lo que se hace. Algo que a menudo no coincide. Tanto en política como en el resto de las disciplinas no solo es cuestión de titulares atractivos, sino que hay que cumplirlos, sin dejarse llevar por los vaivenes puntuales o intereses estratégicos. En ello va su credibilidad.
Contrato.
Un acuerdo verbal o escrito suscrito entre varias partes. Todo aquello que se promete o se afirma que se va a llevar a cabo, es la palabra dada ante la ciudadanía. Si no se cumple lo que se anuncia, las personas tienen derecho a llevar a juicio a quien incumpla las promesas electorales. De hacerlo, cuidarían más el discurso.
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