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Eneko Andueza: «El PSE va a ser el dique de contención para que el PNV no deje a Euskadi en manos de Bildu»

–En las elecciones generales de julio operó a su favor el temor a un triunfo del PP y Vox, ahora el miedo alertado por algunos partidos es que pueda gobernar EH Bildu, pero no parece 'funcionar', a la vista de las encuestas. ¿Qué lectura hace?

–La clave es otra. Aquí lo que nos jugamos no es que gobierne el PNV o EH Bildu, lo que está en juego es exactamente lo mismo que estaba en juego el pasado mes de julio cuando el PSE ganó las elecciones: las pensiones, los derechos laborales, el salario mínimo interprofesional y la libertad. Ahora nos los seguimos jugando, pero también la sanidad, la educación, la seguridad, la vivienda, el empleo, la política industrial... Y la alternativa al nacionalismo nunca puede ser el independentismo, sino el pluralismo y el progresismo que es lo que representa el PSE y que, según todos los sondeos, es quien va a decidir no ese gobierno, sino sobre todo qué políticas va a hacer el futuro gobierno.

–¿El perfil bajo del candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano, ha podido influir en esa subida de votos?

–Ha habido algún momento en el que he pensado incluso que EH Bildu no tenía candidato, porque lo han tenido escondido. Y eso significa que Bildu no quiere una alta participación porque eso le favorece. La ciudadanía vasca tiene que saber que hay mucho en juego y que yo lo que no quiero es que Euskadi esté en manos de EH Bildu para iniciar, conjuntamente con el PNV, un proceso soberanista.

–Justamente las cuestiones identitarias no están siendo muy protagonistas en la campaña.

–Yo en los debates, y soy el único que ha participado en todos, las he visto más presentes que nunca. Es más, con una novedad, un ofrecimiento público del señor Otegi para gobernar conjuntamente con el PNV, algo a lo que Imanol Pradales todavía no ha dicho que no. No ha dicho ni 'mu'. Eso supone un antes y un después en su aspiración de iniciar un proceso a la vasca. Ante ese riesgo de que el PNV pueda dejar Euskadi en manos de Bildu, el voto al PSE va a ser un dique de contención.

–¿Por qué cree que no le contesta Imanol Pradales? ¿Le evita?

–Evita ese pronunciamiento porque está en sus pensamientos. ¿Por qué no dicen que no? ¿Qué pasa, que el PNV va hacer exactamente lo mismo que en 2011 cuando Bildu ganó las elecciones forales y les dejaron gobernar Gipuzkoa a pesar de que el PSE les ofreció un pacto de gobierno? ¿Van a volver a dejar Euskadi en manos de EH Bildu? Yo he sido el más tajante ya he dicho que no voy a hacer lehendakari a alguien de Bildu. Mi garantía está ahí. Si el PNV no dice que no, es porque ese riesgo está ahí.

–¿Ser el tercero en discordia en la liza para alcanzar la hegemonía en Euskadi le está obligando a hacer un esfuerzo suplementario para no quedar desdibujado?

–Es una oportunidad, porque mientras ellos siguen entretenidos en ver quién es más independentista, el PSE se está dedicando a hablar de lo que le interesa a la gente, de sanidad, de educación, de seguridad, de vivienda, de empleo...

–En 2020 lograron 10 escaños. ¿En números, cuál sería un buen resultado el 21 de abril?

–A mí no me suele gustar dar números. Yo lo que sí evidencio es una cosa, que el PSE está al alza y que va a salir mucho más fuerte de estas elecciones que hace cuatro años. La ciudadanía vasca sabe muy bien que gobernamos muchísimo mejor que cualquier otro partido porque el PSE aporta estabilidad, buena gestión y garantía de pluralidad.

–Necesitaría sumar muchos más votos para poder ser lehendakari. ¿Realmente lo ve factible?

–Sí, porque hay mucha gente que va a tener al PSE como referente en estas elecciones. Muchos están descontentos con la gestión del PNV, no quieren aventuras, y hay una parte de los que ha votado tradicionalmente a lo que ahora se llama izquierda confederal que sabe de sobra que el voto útil de verdad es el PSE porque es el que está en los gobiernos haciendo posibles políticas de izquierdas.

–¿Confía en los indecisos?

–Claro que sí. De hecho, me da la sensación de que dentro de esos indecisos hay muchos que ya tienen decidido su voto pese a que digan que están dudosos. Es gente que en algún momento votó a otras fuerzas, especialmente al PNV y también a Podemos, y que ahora va a votar al PSE, pero no lo dice.

–¿Qué puede decir tras saber que Otxandiano se niega a calificar a ETA de «grupo terrorista» o que eluda responder a la petición de condena que le hizo usted en el debate en DV?

–A mí, lo que se me hace extraño es que pretenda ser lehendakari una persona que no es capaz de admitir que ETA fue una banda terrorista. La pregunta que nos debemos hacer es si puede representar a este país, si puede presidir el Gobierno Vasco, liderar las políticas alguien que no es capaz de reconocer el daño injusto causado por el terrorismo y la injusticia y la crueldad del apoyo político al mismo.

–¿Esto le reafirma aún más en su decisiones de no apoyar a un lehendakari de EH Bildu?

–Nosotros no compartimos ni un estilo de gobierno basado en la imposición, ni unos objetivos que tienen como prioridad preparar la pista de despegue para la independencia, ni un comportamiento ético que se demuestra con declaraciones como las que hemos escuchado sobre el terrorismo como un ciclo político o una etapa a superar sin querer admitir lo sucedido y con una falta de respeto a las víctimas muy grande.

–¿Descartada EH Bildu, la opción que le queda es volver a reeditar un acuerdo con el PNV?

–Quedan más opciones. Queda que el PSE lidere el Gobierno. Ya veremos con qué voluntad se presentan el día 22 de abril otros partidos. No sé si habrá posibilidades de firmar un acuerdo, pero ya adelanto que el PSE va a ser muy exigente en la incorporación de políticas progresistas que permitan la transformación, que sean ambiciosas y que no estén instaladas en la autocomplacencia en el próximo acuerdo de gobierno.

–¿Se ha acabado el tiempo de ser el segundón de los gobiernos?

–Yo creo que si algo hemos demostrado durante esta legislatura ha sido liderazgo, capacidad de gestión y de poner al servicio de la ciudadanía vasca políticas que se han demostrado muy efectivas. No es casualidad que en materia de empleo estemos por debajo del 7 %, que una de cada tres viviendas protegidas en España se construya en Euskadi. Que 17.000 jóvenes hayan podido acceder a una vivienda gracias a las políticas socialistas o que el uso del transporte público haya ido creciendo con los descuentos que peleó el PSE.

–Imanol Pradales dice que no se fía de Pedro Sánchez. ¿Ustedes se fían del PNV?

–¿Yo me tengo que fiar del PNV cuando le dejó gobernar a EH Bildu en 2011 en Gipuzkoa? ¿Me tengo que fiar de él cuando firmaron el pacto de Lizarra y el plan Ibarretxe, rompiendo absolutamente el marco de convivencia del Estatuto de Gernika? ¿O cuando se han tirado a los brazos de Bildu en la ponencia de autogobierno?

–¿Cuánto pesa, en una posible decisión de ir de nuevo con el PNV, su enfado por el recurso que interpuso contra la ley estatal de vivienda?

–Para aplicar políticas sociales y que sean efectivas, hay que creérselas. Y el único partido que se las cree es el PSE. Porque EH Bildu dice que es de izquierdas, pero cuando pones en la balanza izquierda o independencia, la balanza siempre cae del lado de la independencia. Y el PNV no creyó en la reforma laboral, tampoco creyó Bildu, por una cuestión identitaria. Y tampoco cree el PNV en las políticas de vivienda, aunque Pradales saque pecho, curiosamente, de los resultados del departamento que gestionamos los socialistas.

–¿Se ve como vicelehendakari de Pradales?

–Yo nunca antepongo mis preferencias personales al interés del partido. No estoy pensando en eso ni muchísimo menos. ¿Quién sabe si el que tiene que reflexionar en ser mi vicelehendakari es el señor Pradales?

–¿Qué carteras cree que estarían mejor en manos del PSE?

–Todas. Porque somos una garantía de buena gestión, de estabilidad y de pluralidad.

–¿Tomaría la responsabilidad de Osakidetza?

–¿Por qué no? El PSE puso en marcha Osakidetza con un consejero socialista en la época de Ardanza y la situó en las cotas de mayor calidad en la de Patxi López, con Rafa Bengoa a la cabeza. Los socialistas pusimos en marcha la escuela pública vasca con José Ramón Recalde y con Fernando Buesa, a la cabeza. Los mejores resultados de los informes Pisa se han obtenido con un Gobierno socialista con Isabel Celaá como consejera. Si hay alguien que puede devolver la calidad y el prestigio, especialmente a la sanidad, pero también a la educación en Euskadi, ese es el PSE.

–¿Cómo lo haría? Propone 2.000 nuevos profesionales sanitarios? ¿De dónde los piensa sacar?

–Hay que sacarlos de otras comunidades autónomas y de otros países porque hace falta mano de obra. Necesitamos profesionales en atención primaria y en 52 especialidades, hay que reducir las listas de espera, queremos establecer por ley los tiempos de espera para operaciones no urgentes y poner en marcha una estrategia de crónicos. Debemos incrementar exponencialmente el número de psicólogos y psiquiatras clínicos para poner en el centro de la sanidad pública la salud mental.

–Pero ustedes han estado en el Gobierno, ¿por qué no se ha hecho hasta ahora todo esto?

–Nosotros, en innumerables debates parlamentarios, hemos puesto esas prioridades y esas soluciones en el centro del debate, mientras otros se dedican a diagnosticar, como el señor Otxandiano. Yo escucho a eso que llaman la izquierda confederal y a lo único que se dedican es a meterse con el PSE.

–¿En Seguridad cuáles son sus soluciones?

–Antes que nada, resolver el conflicto laboral. El último convenio se firmó con el socialista Rodolfo Ares. Hay que dotar a la Ertzaintza con más medios humanos y materiales.

–¿Se la juega Pedro Sánchez también el día 21? ¿Puede salir perjudicado y perder apoyo de alguno de sus socios como le ha advertido el PNV?

–Nadie va a dejar de apoyar al Gobierno de España porque ellos también se juegan mucho. Si dejaran caer a ese gobierno los responsables serían ellos.