¿De verdad faltan profesionales cualificados en Gipuzkoa?
Gipuzkoa Talent, una iniciativa reveladora
En los foros empresariales e institucionales guipuzcoanos se repite con frecuencia el mismo diagnóstico: «Faltan profesionales cualificados para cubrir la demanda de las ... empresas«. Es posible que sea así, pero también cabe cuestionarse si este mensaje no ha acabado siendo un lugar común que oculta otras realidades, como las condiciones laborales que se ofrecen a los óvenes que, tras realizar sus estudios, buscan trabajo en el territorio. Si éstas fuera atractivas, cabría deducir que la «falta de profesionales» habría que atribuirla a que la enseñanza que se imparte en nuestras universidades y en los centros de Formación Profesional no se ajusta a los requerimientos de las empresas. Parece, y digo parece, que no es el caso. Las universidades públicas y privadas han realizado un gran esfuerzo para adaptarse a la demanda de la industria 4.0, con ejemplos paradigmáticos como el de Mondragon Unibertsitatea. De hecho, MU presentó la semana pasada dos másteres en Ciberseguridad y Robótica que se impartirán el próximo curso. Lo mismo cabría decir de la FP, donde se ha realizado una apuesta exitosa por la formación dual.
Por tanto, si tenemos jóvenes capacitados, tal y como también se repite en los foros señalados, ¿a qué se debe esa «falta de profesionales»? Un elemento clave radica en la demografía. En Gipuzkoa hay pocos jóvenes y de ellos solo una parte exigua se inclina por estudios técnicos. Por tanto, queda por realizar una ingente labor de cantera en colegios e ikastolas porque, si bien es cierto que resulta muy interesante visitar queserías, también lo sería llevar a los chavales a conocer centros tecnológicos.
Acuerdo de Ulma con Tecnun
Un ejemplo de colaboración entre universidad y empresa es el acuerdo recientemente firmado entre el Grupo ULMA y la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Navarra para colaborar en la formación de estudiantes. Gracias a este convenio la cooperativa, dentro de sus objetivos estratégicos y en función de sus posibilidades, colaborará a su vez en la formación mediante seminarios y visitas de los alumnos a sus instalaciones y plantas productivas. Asimismo, ULMA y Tecnun podrán establecer otro tipo de iniciativas en el ámbito de la I+D.
La relación del Grupo ULMA con la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Navarra viene reforzada por diversas actividades que se han llevado a cabo a lo largo del año pasado. Entre ellas, las visitas que los alumnos del Máster de Ingeniería Industrial han realizado a las instalaciones del Grupo. Y, por otro lado, se celebraron reuniones en las que se analizó la posibilidad de que algunas de las asignaturas que se imparten en Tecnun se puedan enfocar o adaptar a las necesidades concretas que se plantean desde ULMA.
Pero, y aún reconociendo que la demografía envejecida de Gipuzkoa supone un problema, por sí solo no explica esa «falta de profesionales». Y aquí merece la pena traer a colación la iniciativa Gipuzkoa Talent. La Diputación de Gipuzkoa convoca anualmente a centenares de guipuzcoanos que trabajan en el extranjero a una jornada en la que se entrevistan con directivos de las principales empresas del territorio. A la última de ellas, celebrada el pasado 27 de diciembre en Miramón, acudieron 318 jóvenes deseosos de volver a casa. Ingenieros, informáticos, especialistas en biotecnología... La 'crème de la crème', especialistas brillantes repartidos por empresas de Alemania, Francia o Reino Unido.
Si existe tal carencia de técnicos cualificados, ¿por qué estos jóvenes se fueron lejos de Gipuzkoa para trabajar? Cuando les trasladamos esta pregunta con ocasión de la citada jornada, la respuesta más común fue: «Los sueldos que nos ofrecían aquí eran de prácticas, temporales, sin ninguna garantía de continuidad...»
En consecuencia, entre las razones que se suelen esgrimir para explicar la «falta de profesionales», una que sin duda habría que añadir, pero que no se suele citar, son los sueldos. Si a esos 318 jóvenes que acudieron a Miramón les ofrecieran unas condiciones razonables para volver a Gipuzkoa, sin duda harían las maletas de vuelta, pero no a costa de firmar contratos precarios.
Y, si lo que se quiere es fichar a especialistas sénior con una trayectoria larga y exitosa, la solución es de perogrullo: tirar de chequera.
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