Las ventas guipuzcoanas a EE UU sufren su peor agosto en una década tras el acuerdo arancelario
El desplome del 31% en las exportaciones al mercado norteamericano coincide con la aplicación del acuerdo comercial pactado entre Von der Leyen y Donald Trump
El nuevo marco arancelario acordado a finales de julio por Ursula von der Leyen y Donald Trump en el club de golf escocés del republicano ... ha dejado su primera huella en el comercio exterior guipuzcoano. El descenso del 31% en las exportaciones a Estados Unidos en agosto -de 65,4 millones en 2024 a 44,8 millones este año, según los datos del Eustat- convierte a este en el peor mes de agosto en al menos una década, coincidiendo con la entrada en vigor del nuevo arancel del 15% para la mayoría de los productos europeos. El impacto ha sido inmediato en sectores tan dependientes del mercado estadounidense como la automoción, los bienes metálicos y las manufacturas industriales, que soportan también el efecto indirecto de la ralentización de la demanda en Francia y Alemania.
Desde el 1 de agosto, Estados Unidos aplica ese tope arancelario del 15% a las importaciones europeas -entre ellas las de automoción y componentes-, en un giro que pretendía aportar previsibilidad, como defiende Bruselas, pero que, por ahora, ha traído el efecto contrario: un descenso interanual del 29% en las exportaciones de Euskadi (1.508 millones de euros) y un retroceso más contenido pero severo en Gipuzkoa (-16,3 % y 590 millones). El mes deja así uno de los peores registros desde la pandemia, mientras acero y aluminio siguen soportando un arancel del 50%, pendiente de revisión bajo el sistema de contingentes arancelarios pactado entre Bruselas y Washington.
La incógnita ahora es si el batacazo de agosto es un bache coyuntural o el inicio de una tendencia más preocupante
El golpe coincide con un contexto de ralentización industrial en Francia y Alemania, un enfriamiento del comercio con Estados Unidos y una demanda global en proceso de reajuste por la reconfiguración de las cadenas de suministro internacionales. Son, en realidad, múltiples y de distinta naturaleza las causas que explican el desplome, aunque en el acumulado del ejercicio -el dato que realmente importa- el descenso del comercio exterior vasco apenas alcanza el 3%, y presenta una factura global de 19.879 millones. La incógnita ahora es si el batacazo de agosto, coincidente con la entrada en vigor de los nuevos derechos aduaneros estadounidenses, representa un bache coyuntural o el inicio de una tendencia más preocupante.
Por territorios
En cualquier caso, el golpe mensual ha sido severo en los tres territorios vascos, aunque con intensidades distintas. Bizkaia encajó la mayor caída, con un desplome del 36,3% interanual en agosto, afectada por la fuerte contracción de los productos energéticos (-78,4%) tras la menor actividad de Petronor, que pesa de forma decisiva en su balanza exterior. En Álava, las exportaciones descendieron un 32,7%, lastradas por las paradas técnicas y de inversión en la automoción -especialmente en Michelin y Mercedes-Benz-, mientras que Gipuzkoa sufrió un retroceso más moderado, del 16,3%, gracias a la diversificación de su base industrial, sustentada en maquinaria, material ferroviario y componentes eléctricos.
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Aun con ese descenso, el territorio mantiene un comportamiento positivo en el acumulado del año, con un crecimiento del 2,4% y 6.753 millones exportados, frente al descenso medio del 3% en Euskadi. Detrás de esa evolución está, en buena medida, el impacto del gran pedido ferroviario de CAF a Emiratos Árabes Unidos, que ha impulsado de forma extraordinaria las ventas guipuzcoanas en lo que va de ejercicio. La compañía beasaindarra cerró un acuerdo en 2022 para suministrar trenes a la red estatal Etihad Rail, que explica el aumento de más del 500% de las exportaciones al país emiratí -ascienden a más de 200 millones-y que ha permitido amortiguar el retroceso en otros destinos, como Francia, Alemania o el propio Estados Unidos.
Pese a todo, el reflejo de la política comercial estadounidense no se ha hecho esperar. En el primer mes completo con los aranceles en vigor, las exportaciones vascas a Estados Unidos se redujeron un 13,7% entre enero y agosto, hasta 1.191 millones de euros, y en el caso de Gipuzkoa, el descenso de agosto alcanzó el 31%, unos 20 millones menos que el mismo mes de 2024, aunque en el acumulado de este año solo desciende un 1,7%. El impacto, además, no se limita al intercambio directo con el mercado norteamericano. Es importante recordar que una parte importante de las exportaciones vascas a Francia y Alemania -que juntas concentran casi una cuarta parte de las ventas exteriores- termina al otro lado del Atlántico, lo que también explica la ralentización de la demanda de sus principales clientes europeos.
La automoción, en el centro
Según los últimos datos del Eustat y el ICEX, el retroceso en las ventas exteriores responde a un ajuste concentrado en los principales destinos europeos y norteamericanos. Francia (-22 %), Alemania (-8 %) y Estados Unidos (-13,7 %) reducen sus importaciones de bienes vascos, mientras otros mercados, como Reino Unido, se consolida con un crecimiento del 8% y ganan protagonismo.
No obstante, la debilidad industrial europea y la incertidumbre arancelaria se reflejan con fuerza en el sector de la automoción. Las ventas internacionales vascas de partes y accesorios de vehículos se hundieron un 31,4%, hasta 122,7 millones, respecto al mismo mes del ejercicio anterior, y las exportaciones de turismos retrocedieron un 26,9%. No obstante, también se observan avances en sectores concretos: en Gipuzkoa, por ejemplo, los transformadores eléctricos (+280,4%) siguen mostrando un dinamismo notable, reflejo de la especialización industrial del territorio y el impulso económica por la transición energética.
«Hay que poner en valor que los datos acumulados son positivos», dicen Cámara y Adegi
Desde la Cámara de Comercio de Gipuzkoa se subraya precisamente ese factor de resistencia: pese a la inestabilidad exterior, el territorio mantiene un comportamiento positivo en el acumulado del ejercicio (+2,4%) gracias a su base exportadora «diversificada». Desde el órgano cameral relativizan el desplome del octavo mes del año insisten en que la caída de agosto no debe interpretarse como un cambio de tendencia. «La industria guipuzcoana está mostrando una notable capacidad de adaptación a los nuevos escenarios», resumen.
Una lectura que coincide con la de la patronal Adegi, que recuerda que agosto es tradicionalmente un mes de descenso exportador por la menor actividad económica en periodo estival, y agregan que este año la caída ha sido más acusada (-29% en Euskadi y -16% en Gipuzkoa) «debido a la comparación con un agosto de 2024 excepcionalmente fuerte (+20 % y +15 % respectivamente)». Según la organización, el ajuste afecta tanto a los mercados de la UE (-27%) como a los extracomunitarios (-32%), y en el caso de Gipuzkoa se concentra en dos grandes bloques: bienes de equipo (-19%) y semimanufacturas (-18%).
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