Urkullu critica la «agresiva» subida de tipos del BCE, que «lejos de resolver problemas, los agrava»
Anuncia en DV que el Presupuesto Vasco de 2024 alcanzará los 15.000 millones con los que «seguir mejorando los servicios públicos»
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha cargado este miércoles sin ambages contra la «agresiva política» del Banco Central Europeo que, a su juicio, «ha provocado una notable desaceleración económica». En la primera edición del llamado 'Encuentro con el lehendakari, organizado por este periódico en colaboración con Kutxabank en el DV Gunea, y desde el mismo atril en el que sólo dos días antes el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, defendía la actuación del supervisor, el responsable del Ejecutivo Vasco ha apuntado que las constantes subidas de precios (con su consiguiente impacto en familias y empresas) «lejos de resolver los problemas, los están agravando».
De la misma forma, el lehendakari ha anunciado que el Presupuesto vasco de 2024 rondará los 15.000 millones de euros, que servirán, dijo, para «seguir mejorando los servicios públicos». Al tiempo, y ante una amplísima representación de los ámbitos institucional y económico de Gipuzkoa y Euskadi, ha reiterado la apuesta de su gabinete por «el trabajo compartido y la colaboración público-privada».
En este punto, Iñigo Urkullu ha abogado por mejorar las condiciones laborales de los más jóvenes, en una Euskadi envejecida, y ha lanzado un nuevo desafío: llevar la tasa de paro juvenil en el País Vasco (hoy en el 12%) por debajo del 10%.
A lo largo de un discurso en el que ha puesto sobre la mesa los avances macroeconómicos, en términos de empleo y de impulso por la innovación y la industria avanzada experimentados en la última década en Euskadi, Iñigo Urkullu ha expuesto los dos «retos transcencentales» a los que se enfrenta el país: «Consolidar la senda de crecimiento sostenible; y Garantizar el bienestar y la prosperidad de las generaciones futuras».
Cambio de políticas
«Nuestro horizonte y referencia es Europa», ha dicho Urkullu, para poner en valor el trabajo conjunto realizado en el seno de la Unión Europea, «que ha sabido reaccionar ante las crisis que se nos han presentado sin previo aviso en la puerta de nuestra casa activando una respuesta conjunta a problemas compartidos».
El lehendakari ha lamentado que tras esa política de suma de fuerzas y apuesta por los instrumentos de apoyo y soporte al tejido productivo -citando expresamente la activación de la cláusula de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento- se ha optado ahora por dar «un paso atrás».
«Se ha dejado de lado el reto de fortalecer el crecimiento, y Europa ha focalizado su agenda en resolver el fenómeno de la inflación. Este cambio de orientación nos preocupa. La agresiva política monetaria de la Reserva Federal Americana, primero, y el Banco Central Europeo (BCE), después, ha provocado una notable desaceleración económica», ha criticado.
Urkullu ha explicado que la brújula del BCE (y sus constantes subidas de tipos) sólo apuntan al objetivo de reconducir la senda de crecimiento de los tipos en la zona euro al 2%, una marca «que se fijó hace tres décadas». «Quizá sea el momento de revisarla», ha asegurado.
En sentido contrario a esa vuelta de tuerca del BCE, Urkullu ha situado como contrapunto los fondos 'Next Generation'. Una montaña de dinero europeo que, sentenció, «debe servir de estímulo para combatir la debilidad del ciclo económico». Eso sí, ha advertido de que «es el momento del pragmatismo y de dar juego a la totalidad de agentes institucionales para acelerar la implantación de los Fondos europeos».
Valentía
«Debemos ser valientes en este escenario de incertidumbre», ha apuntado, para reclamar que «de una vez por todas» se activen los llamados Pertes regionales, con participación y gestión por parte de las autonomías. Y es que, ha dicho, «Euskadi es Europa y la economía vasca no está exenta del proceso de desaceleración que viven las economías europeas».
En ese momento, Iñigo Urkullu ha recordado que a pesar de evidente ligazón, y aunque, como comentó el propio De Guindos, el crecimiento en Europa se ha estancado, Euskadi camina a otra velocidad. «Mantenemos nuestra previsión de crecimiento, con un alza del 1,7% del PIB vasco, que será del 2,1% en 2024».
Aludiendo a los recientes datos de paro y afiliación en Euskadi, el lehendakari ha reiterado que las previsiones oficiales pasan por crear 13.000 nuevos empleos este año y otros 16.000 el que viene. Gracias a ello, ha dicho, la tasa de paro caerá por debajo del 7% durante el año 2024. Pero, ha reconocido, «no es suficiente». «No estamos satisfechos. Por ello, sumamos ahora un segundo objetivo: Reducir la tasa de desempleo juvenil por debajo del 10%», ha anunciado.
Apuntalar el futuro
Como ya hiciera antes del verano, el lehendakari ha recordado que «nadie puede construir su futuro sin un trabajo estable, ni siquiera nuestros hijos». Éste, ha resaltado, debe ser un objetivo compartido por Euskadi y merece la pena «sumar todas nuestras fuerzas». «El empleo juvenil también debe ser de alta calidad. Los jóvenes necesitan buenos empleos, con buenas condiciones económicas, facilidades de conciliación y formación continua y les ofrecerá una mejora», ha sentenciado.
Frente a los retos, Urkullu se ha mostrado optimista, y ha asegurado que «es posible lograr todos estos desafíos», manteniendo la estabilidad de la industria, fortalececiendo el ecosistema, promoviendo la inversión, el tejido productivo y el emprendimiento.
«Creo en un modelo de desarrollo eficaz basado en la colaboración público-privada como lo ha demostrado a lo largo de los años», ha subrayado, para defender la empresa como «un proyecto compartido».
