La UE acuerda aumentar un 20% la cuota de verdel y reduce un 96% el del chicharro
Las posibilidades de pesca de merluza crecen por primera vez en ocho años y se consiguen licencias para el bonito en el Reino Unido
Los ministros de Pesca de la Unión Europea (UE) han alcanzado este martes un acuerdo para los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas para 2023 que aumenta un 20% la cuota de verdel y reduce a un 4% la del chicharro «por la mala situación de la especie», aunque al menos atiende la petición de los arrantzales de disponer de «una cantidad residual porque es una especie que entra en la red como captura accesoria». Además, el acuerdo sube un 10% la cuota de merluza sur, un aumento que el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha calificado de «histórico».
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Las negociaciones sobre los TAC han terminado este martes después de un maratón de negociación entre los países europeos. «El debate ha sido largo y complicado, pero el resultado es satisfactorio para la flota española», ha resumido el consejero de Agricultura y Pesca español, Luis Planas. Las noticias son especialmente buenas para las capturas de merluza sur, con 9.953 toneladas, lo que supone un aumento del 10% respecto a las capturas de 2022 y beneficia a unos 1.200 barcos que pescan en aguas del Cantábrico. Las capturas de verdel también aumentarán un 20% respecto a las del año pasado, con 29.439 toneladas disponibles. El chicharro, en cambio, se verá reducido a 3.271 toneladas, lo que en la práctica supone apenas el 4% de las capturas de este año por «las malas condiciones del stock».
Precisamente, frente una propuesta inicial de cupo cero de la Comisión Europea los arrantzales reclamaban que «nos dejen una cantidad residual porque es una especie que entra en la red como captura accesoria con lo que es una contradicción tener que traerla a puerto cuando se apruebe un TAC cero porque siempre va a entrar en la red», señalaba a este periódico el presidente de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa, Eugenio Elduayen. Los arrantzales habían criticado el establecimiento de una cuota 0 como propuso la Comisión de la UE y como mal menor solicitaban una cuota residual una vez que esta especie para muchos barcos se trata de una captura accesoria. No obstante, para la flota de arrastre y barcos que se dedican únicamente a esta especie es un 'duro golpe' la reducción del 96%.
España ha conseguido «un aumento de capturas en especies muy importantes» para la flota española, ha destacado Planas. En el caso de la merluza sur, este es el primer aumento tras ocho años de reducciones, debido al buen estado de conservación de la especie. Ya en octubre, Bruselas dio una señal en ese sentido, al permitir a los buques españoles pescar 9.201 toneladas de merluza hasta diciembre, un 84% más de lo previsto inicialmente.
Durante las negociaciones, España también ha logrado minimizar los recortes propuestos por la Comisión Europea para otras especies como el abadejo y el lenguado. Para estas dos especies, Bruselas proponía reducción del 10 y el 11%. Finalmente, los Veintisiete han pactado mantener las cuotas del abadejo y el lenguado, además de mantener las campañas científicas vinculadas a las unidades funcionales de cigala. En cuanto a la anguila, se ha llegado a un acuerdo para una veda de seis meses, con la que se busca la recuperación de la especie.
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Caladeros de Reino Unido y Noruega
La fecha de este Consejo de Pesca, más temprana de lo habitual, ha dificultado la toma de una decisión, ya que las negociaciones con Reino Unido y Noruega siguen abiertas. La Unión Europea comparte caladeros con estos dos países y de estos acuerdos dependen gran número de las cuotas pesqueras. Con todo, Planas ha deslizado que las negociaciones con el Gobierno británico, a falta de cifras definitivas, son «muy positivas». Así, ha avanzado que España ha logrado por primera vez licencias para acceder a aguas británicas en la pesca de bonito, un incremento del 5% en las cuotas de la merluza norte y aumentos también en el rape y el gallo del Gran Sol de un 11 y un 14%, respectivamente.
Los contactos con Noruega, en cambio, siguen atascados y Planas ha expresado «su preocupación y decepción». Por el momento, se han adoptado cuotas provisionales, que se irán prorrogando cada trimestre, para evitar el cierre de actividad de esta flota.
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La negociación ha sido especialmente complicada en lo relativo a la situación del Mediterráneo. La Comisión Europea porponía reducir los días de pesca en unas tres semanas para mejorar la situación de las especies. «Finalmente hemos conseguido que se reduzca a entre 9 y 10 días», ha destacado Planas. Ha sido en este punto donde España ha expresado su desacuerdo con la interpretación de Bruselas. «El rendimiento máximo sostenible se lograría utilizando medidas selectivas, no reduciendo los días de actividad».
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