Este es el listado de enfermedades con incapacidad permanente
Esta prestación se asigna a aquellos trabajadores que ven imposibilitada su actividad laboral por diversas enfermedades
¿Sabes cuáles son las enfermedades por las que puedes recibir una pensión por incapacidad permanente? Lo cierto es que la Seguridad Social contempla más de 80. ¿Pero qué es la pensión por incapacidad permanente? Es una prestación económica que trata de cubrir la pérdida de ingresos que sufre un trabajador cuando por enfermedad o accidente ve reducida o anulada su capacidad laboral.
Los beneficiarios de esta prestación son aquellas personas incluidas en cualquier régimen de la Seguridad Social que reúnan los requisitos exigidos para cada grado de incapacidad, que son cuatro: parcial para la profesión habitual, total para la profesión habitual, absoluta para todo trabajo y gran invalidez
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Es necesario explicar que el Tribunal Médico de la Seguridad Social atiende cada caso y/o enfermedad de forma particular. Si bien, es cierto que existen determinadas enfermedades que son propensas al reconocimiento de una incapacidad laboral. Además, la incapacidad permanente no se reconoce por la presencia de una enfermedad en sí. La clave está en como dicha enfermedad o lesión causa problemas al trabajador para desempeñar una actividad laboral. Es decir, puede darse la situación en que una misma enfermedad de lugar a una incapacidad permanente en una persona y otra con la misma patología no obtenga dicho reconocimiento.
Listado de enfermedades
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1
Alzheimer
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2
Artrosis
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3
Depresión
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4
Esquizofrenia
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5
Fibromialgia
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6
Ictus
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7
Lumbalgia
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8
Parkinson
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9
Pérdida de visión
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10
Sarcoidosis
Además del listado que acabas de leer, donde hemos seleccionado varias de las enfermedades más comunes, tienes la versión íntegra en este enlace. Para solicitar la prestación tan solo será necesario cumplimentar el modelo de solicitud de incapacidad permanente, así como entregar la documentación necesaria, que en la mayoría de los casos solo será el DNI. Por otra parte, también habrá que aportar informes privados, el historial médico de la sanidad pública, y cualquier otro documento que la persona trabajadora considere relevante.