Los trabajadores temporales vascos precisan un promedio de 35 meses para un contrato indefinido

Los trabajadores temporales vascos precisan un promedio de 35 meses para lograr un contrato indefinido. A pesar de que el número de contratos indefinidos ha crecido sustancialmente en los últimos cinco años, el 93% de los contratos notificados entre 2009 y 2017 son temporales, el 30% de menos de una semana de duración.

Estos datos se recogen en el informe sobre la evolución de la contratación notificada en la Comunidad Autónoma Vasca, desde 2009 hasta el 2017, que ha realizado el Consejo de Relaciones Laborales utilizando información de Lanbide, Servicio Vasco de Empleo.

Según este estudio, entre 2009 y 2017 el número de contratos de trabajo suscritos en Euskadi creció con más intensidad que el de las personas contratadas (+46% frente a +20,6%, respectivamente), lo que supuso un aumento de la rotación (número de contratos por persona) que pasó de ser de 2,7 contratos por persona en 2009 a 3,2 en 2017.

El informe, que busca conocer las características del empleo creado a partir del análisis de los contratos suscritos, señala que los contratos temporales representan en torno al 93% de la contratación: los de hasta un mes de duración rondan el 50% y más de la mitad de ellos son de menos de una semana; y los contratos temporales de duración indeterminada el 35%. En el extremo opuesto se sitúan los contratos temporales con un año o más de duración, que apenas suponen de media el 0,8% del total.

Las personas que firman un único contrato al año suponen más de la mitad del total de las contratadas, aunque su peso relativo ha disminuido. El resto suscribe dos o más contratos, estando más presentes las mujeres en este último grupo. El mayor aumento se produjo en el colectivo con 11 o más contratos por año, que el pasado ejercicio alcanzó al 5,4% del total de las personas contratadas.

El CRL destaca que «cuesta mucho» acceder a un contrato indefinido. Poco más de un tercio lo consigue y el plazo de tiempo requerido en promedio es de 35 meses. Las mujeres y las personas menores de 30 años lo consiguen en mayor proporción, pero tras haber acumulado un mayor número de contratos temporales.

Hay un amplio colectivo de personas que o bien continúan encadenando contrataciones temporales (26%) o, por uno u otro motivo, desaparecen de los registros de contrataciones (37%), sin lograr una contratación indefinida en el País Vasco.

En un elevado porcentaje, la suscripción de un contrato indefinido no se traduce en una vinculación temporal larga de la persona con la misma empresa. El 40% de las personas que firman un contrato indefinido suscriben un nuevo contrato en los tres años siguientes.

En 2017, tras varios años de crecimiento económico, el CRL atisba una evolución algo más favorable que la observada en ejercicios anteriores en algunas de las cuestiones tratadas: índice de rotación, crecimiento y presencia de los contratos indefinidos, relevancia de las personas con un único contrato/año. En los cinco últimos años la contratación indefinida ha crecido más que la temporal, habiendo mejorado también su peso relativo, especialmente en el último año.

El recurso a la contratación temporal es común en los cuatro grandes sectores de actividad: en todos ellos viene a representar cerca del 90% de la contratación total. La industria y el sector servicios, y dentro de este último la rama de la hostelería, son los que más utilizan los contratos temporales de hasta una semana de duración, mientras que en el sector primario y en la construcción prevalecen los contratos temporales de duración indeterminada.

Las ramas de actividad con mayores índices de multicontratación (peso de personas que firman seis o más contratos al año) son: Limpieza y Jardinería, Actividades Sanitarias y de Servicios Sociales, Hostelería y Comercio.

Aunque predominan los contratos a jornada completa (61,1%), la jornada a tiempo parcial ha ganado terreno alcanzando el 40% en los contratos suscritos en 2017, casi seis puntos porcentuales más que en 2009.

Los contratos a tiempo parcial afectan sobre todo a las mujeres con el 68,1% de media en todo el período analizado, frente al 31,9% en los hombres. Sin embargo, este diferencial en el peso relativo por colectivos se ha ido reduciendo.

En 2009 los hombres suscribieron el 29,4% de los contratos a jornada parcial y las mujeres el 70,6%, mientras que en 2017 estos porcentajes son del 33,4% y del 66,6%, respectivamente.