Solo el 1% de los trabajadores a pie de obra son mujeres

En la obra «hay pocas mujeres y en los últimos años no ha habido ninguna evolución», ha asegurado Alonso en la presentación de su trabajo este lunes. Es un sector en el que «se siguen primando las aptitudes y actitudes asociadas al género masculino» y «que discriminan e infravaloran el potencial de las mujeres». Apenas hay mujeres albañiles o electricistas y encontrar una herrera o una ebanista resulta imposible. De ahí que entre otras conclusiones, del informe se extrae que las «creencias y estereotipos» están generando «ineficacia en la asignación de recursos laborales y se está perdiendo el potencial de la mitad de la población».

¿Las claves? «La creencia de que para trabajar en la obra hace falta mucha fuerza física. Se cree que el trabajador a pie de obra tiene que se fuerte, cuando la fuerza se gana. Todos somos capaces de desarrollarla», ha reflexionado Alonso, que no entiende el porqué de «los estereotipos de género sobre las capacitaciones de las mujeres. En las obras, lo que en los hombres se presupone las mujeres tienen que demostrarlo cada día. Están obligadas a esforzarse el doble».

Hay otras cuestiones, como el reto de la conciliación, que «no resultan más complicadas que en otros sectores», si bien existe el «inconveniente del embarazo para cualquier esfuerzo físico. Esto es una realidad, pero hay referentes como las tripulantes de cabina. A partir de la semana veinte pueden elegir seguir volando o desarrollar un trabajo en tierra. Es cuestión política el regularlo para acercar a más mujeres al sector de la construcción» que, «es uno de los pilares de la economía». Un 15% de los nuevos trabajos se generan en este sector. Y no solo eso. El salario de un peón ordinario es en torno a un 70% superior al salario base de las empleadas del hogar, un sector feminizado. A falta de referentes en este sector, Alonso considera «imprescindible» que las mujeres conozcan sus posibilidades para avanzar hacia la igualdad también en este ámbito laboral.