Lanbide y Seguridad Social trabajan en común para agilizar los trámites del Ingreso Mínimo

En esa fecha ambos gobiernos firmaron un convenio que permitía al Ejecutivo de Urkullu gestionar el IMV de forma transitoria hasta que se produjera la transferencia, que en un principio se contemplaba para finales de octubre. Pero ante la evidencia de que dicho traspaso iba para más largo, el convenio fue prorrogado posteriormente hasta que se culmine la transferencia.

Desde el Departamente de Trabajo y Empleo, que dirige la vicelehendakari Idoia Mendía, subrayan que el objetivo es que el traspaso «se haga bien», lo que requiere de cierto tiempo, ya que conlleva bastantes dificultades técnicas. Por ello, no se atreven a fijar plazos, pero sí indican que mientras tanto se van dando pasos para ir preparando el camino para cuando el Gobierno Vasco asuma la plena competencia del IMV.

Así, indican que hay en marcha unas comisiones técnicas que están trabajando sobre esta materia. En concreto, apuntan que técnicos de Lanbide y de la Seguridad Social están trabajando en un aplicativo para que en cuanto sea posible, la tramitación de los expedientes sea lo más ágil posible. Y es que recalcan que el IMV no es flor de un día sino que «ha venido para quedarse».

Esta parte técnica permitirá conocer más al detalle cuántos perceptores de la RGI son beneficiarios del IMV y sus características. «Se ha empezado por lo más sencillo, por lo resolutivo», añaden dichas fuentes. Y es que apuntan que todavía hay una indefinición de cómo será la regulación futura del IMV.

Una vez que se despejen las incógnitas de esa regulación y se desbroce esa faceta técnica, después llegará la hora de los políticos, de negociar los detalles de la transferencia, explican, un proceso que se aventura que tampoco será sencillo.

En estos momentos y con la encomienda, Lanbide se encarga de recoger las solicitudes que se realizan en Euskadi y las envía a la Seguridad Social, que es quien coteja los datos que obran en su poder para decidir si al solicitante le corresponde o no la prestación. Una vez reconocida, es el instituto estatal quien abona la prestación y no Lanbide, como recalcan desde el Gobierno Vasco.

Hasta el momento en Euskadi han solicitado el IMV algo más de 9.000 personas, la mayoría de ellas lo hicieron hasta agosto y a través de la Seguridad Social. En concreto, optaron por esta vía unas 8.000 personas, mientras que otras 919 lo hicieron a través de la ventanilla de Lanbide. Posteriormente, la demanda registrada en el servicio vasco de empleo ha sido muy baja, ya que apenas supera las 300 personas, según el Departamento de Trabajo y Empleo.

Cabe recordar que aquellas personas que ya percibían la RGI y tienen derecho a la nueva prestación estatal no tenían que solicitarla, ya que se les sigue abonando la prestación vasca y se les reconocerá de oficio el IMV. En concreto, Lanbide sigue sufragando la RGI de 20.000 personas a las que les correspondería cobrar el IMV -cerca de una tercera parte de todos los beneficarios de la prestación vasca-, a la espera de que se produzca la transferencia. Cuando se materialice ésta será el Gobierno Vasco el que abone en todos los casos el IMV, aunque deberá dilucidarse si luego esa cantidad debe descontarse o no del Cupo que paga al Estado.

Desde el Departamento que dirige Idoia Mendía explican que mientras tanto el Ejecutivo vasco continúa con la reforma de la RGI, ya que no quieren que se paralice a la espera de la transferencia, «en la medida en que es un modelo que está perfectamente definido, aunque es perfeccionable», dicen.

En el conjunto del Estado, el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, indicó recientemente que la Seguridad Social ya había abonado el IMV a 140.000 solicitantes.