¿Quién sostiene los pilares invisibles de Gipuzkoa? Son muchas y variadas las columnas que mantienen en pie el ecosistema guipuzcoano.
● = 100 trabajadores
Hay 342.223 personas activas que trabajan en nuestro territorio.
La población inmigrante se ha erigido ya en un motor indispensable, con muchos sectores productivos que requieren de mano de obra extranjera. Son 34.127 personas.
Este sería el escenario de una Gipuzkoa sin mano de obra extranjera.
La inmigración sostiene en Gipuzkoa construcción y cuidados con hasta el 35% de la mano de obra
Un total de 34.127 extranjeros trabajan en Gipuzkoa y son «clave» para el futuro del territorio, en pleno debate sobre el papel de este colectivo
Eso es, a grandes rasgos, lo que ha planteado Vox después de verbalizar una propuesta que ha despertado las críticas de todas las formaciones políticas: deportar a los cerca de ocho millones de inmigrantes y sus descendientes que viven en España. Una idea radical que, paradójicamente, ha puesto de relieve la importancia de este colectivo en la economía. «La población de origen extranjero hoy es clave para el futuro del territorio y de toda Euskadi», sentencia Oier Ochoa de Aspuru, investigador del Observatorio Vasco de Inmigración (Ikuspegi). Gipuzkoa cuenta hoy con 94.635 inmigrantes.
Lo cierto es que los datos de afiliados extranjeros de la Seguridad Social, con una curva cada vez más ascendente, refuerzan la versión de la labor cada vez más relevante que desempeñan los inmigrantes en el mercado laboral guipuzcoano. Y es que hoy los trabajadores extranjeros representan ya cerca de uno de cada diez afiliados en el territorio, con especial peso en sectores como el empleo doméstico, la hostelería o la construcción.
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Aunque lo cierto es que, aunque estas cifras son reales y oficiales, son solo la punta del iceberg. «Nos estamos dejando fuera a mucha gente», advierte Ochoa. Y se explica.
El investigador de Ikuspegi hace especial énfasis en la importancia de diferenciar el origen y la nacionalidad. 'Origen' se refiere al país en el que ha nacido una persona, algo que no se puede cambiar, mientras que 'nacionalidad' hace referencia, básicamente, al país que aparece en el DNI. «Por ejemplo, hoy en día sucede que, de todas las personas que han llegado desde Latinoamérica a Euskadi, la mitad son ya ciudadanos españoles», dice. «Por tanto –continúa– nos estamos dejando fuera a todas esas personas que han llegado de otros puntos del planeta pero que ya son ciudadanos con DNI español». Lo que significa que la cifra de personas de origen extranjero que viven y trabajan en nuestro territorio se dispararía si se tuviera en cuenta esta casuística y que el peso de la población migrante es, en realidad, mucho mayor. Aunque hay más variables que habría que atender para contar con una radiografía global, como es la economía sumergida.
Los extranjeros copan sobre todo los sectores laborales más precarios, donde los autóctonosno quieren trabajar
En todo caso, solo con las cifras oficiales que ofrece el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ya se evidencia que la mano de obra extranjera es vital para la supervivencia del mercado laboral guipuzcoano. Especialmente, en algunos sectores concretos. De hecho, el Gobierno Vasco ha asumido recientemente la transferencia estatutaria para tramitar todos los permisos de trabajo para inmigrantes, para acortar los trámites y así afrontar con mayor garantía la escasez de mano de obra que sufren algunos sectores. Se prevé así que se agilicen los procesos de incorporación laboral en Euskadi.
En Gipuzkoa, el empleo doméstico es el ámbito laboral con un mayor porcentaje de trabajadoras extranjeras (34,16%). Exactamente, son 3.081 de un total de 9.019 empleadas de hogar, ya que se trata de un campo laboral que está altamente feminizado: casi un 96% del total son mujeres. Solo en el caso de las personas extranjeras, apenas hay 184 hombres frente a 2.897 mujeres, quienes asumen también una función indispensable en todo el engranaje del sistema de cuidados del territorio.
El siguiente nicho laboral que cuenta con más inmigrantes trabajando en Gipuzkoa es la hostelería, con un 25,7%. En cifras brutas son 6.934 personas de un total de 26.984 afiliados en el territorio. Le sigue el sector de la construcción, con 3.883 de 18.455 (un 21,04%) y el de transportes, con 2.546 de un total de 14.660 (17,37%). En estos dos últimos casos, el mayor porcentaje de personas son hombres, aunque los datos de la Seguridad Social no ofrecen cifras desgranadas por sexos en actividades del régimen general con afiliados extranjeros. En régimen especial, también destaca el 17,45% que representan los trabajadores extranjeros por cuenta ajena en el sector de la pesca: 179 de un total de 1.026. De los cuales un 97% son varones. Por contra, solo hay 5 mujeres inmigrantes afiliadas en este ámbito laboral en Gipuzkoa.
También hay otros campos laborales en los que destaca la presencia de foráneos trabajando, como en el de las actividades administrativas y servicios auxiliares (que representan un 14,24%), el comercio y los talleres (9,91%) o la agricultura y ganadería (8,4%).
En el otro lado de la balanza, sin embargo, se encuentran, entre otras, actividades científicas y técnicas (5,67%), sectores como la industria (5,1%), actividades inmobiliarias (4,3%), del ámbito financiero (1,13%) o de la administración pública y defensa (0,64%). ¿Y a qué se debe?
'Literatura' de la migración
Ochoa explica que, en la 'literatura' de las migraciones se suele hablar que en los países existen de forma simultánea dos mercados de trabajo: «El ordinario, en el que puede encontrarse la población autóctona; y el más precario, que no ofrece tantas seguridades y tiene salarios más bajos, en el que se puede integrar la población migrante». «En el caso de Euskadi –apunta el investigador de Ikuspegi– el mercado ordinario que tenemos es muy potente, no solo por los salarios, sino también debido a las altas especialidades de sectores como, por ejemplo, el industrial, que requiere de una formación técnica muy concreta». De ahí que, señala Ochoa, «la población migrante tiende a concentrarse en otros sectores como la construcción, transportes, hostelería o empleados de hogar, porque no requieren tanta formación o especialización y ofrecen un acceso más rápido al mercado de trabajo; es decir, las condiciones no son tan positivas, pero la inserción es más fácil».
Ochoa destaca que la población de origen extranjero que vive en Gipuzkoa ha aumentado «de forma significativa» a lo largo de las dos última décadas y que se trata de una inmigración «muy relacionada en términos económicos y laborales». Por ello, defiende que «su peso, en especial en sectores como la hostelería o la construcción, es notable». Además, dice, «es especialmente destacable en el ámbito de las labores del hogar y del cuidado». Y es que, según manifiesta, «con el proceso de envejecimiento de la sociedad, su trabajo es crucial». De hecho, asegura que la relevancia y necesidad de contar con mano de obra extranjera quedó en evidencia durante el confinamiento del 2020, cuando estalló la pandemia. «Cuando de repente todos estábamos en casa, quienes trabajaban eran los trabajadores esenciales: transportistas, del sector agrario... Si para algo sirvió la pandemia es para poner un poco de relevancia el peso de la población inmigrante y qué importantes son para nuestra sociedad», destaca.
Por eso, el investigador de Ikuspegi sostiene que «si medidas como la propuesta de Vox se llevaran adelante, tendrían clarísimas consecuencias en el bienestar del conjunto de la sociedad». Además, opina que las declaraciones del partido de extrema derecha siguen la estela de Donald Trump cuando llegó por segunda vez a la Casa Blanca, «con ese discurso duro de acabar con la inmigración y expulsar a toda la gente que ha llegado a lo largo de los años a Estado Unidos». No obstante, apunta, «aunque discursivamente se dice, luego llevarlo a cabo en la realidad sería una tarea bastante complicada».
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