Los ERTE afectan al 45% de las firmas y a una cuarta parte de los empleados vascos
El número de expedientes en los dos meses casi triplica al del periodo 2008-2012, en plena crisis económica
Mientras la cifra de expedientes temporales de empleo y de trabajadores afectados sigue creciendo -llegan ya a los 189.035- sin que se atisbe todavía ... el techo,este miércoles Confebask dio a conocer un informe sobre la evolución de los ERTE acumulados hasta el 30 de abril. Y los datos son reveladores, ya que el 45% de las empresas vascas y el 26% de sus trabajadores se habían visto afectados hasta esa fecha por estos expedientes, lo que da una idea del impacto del coronavirus en el tejido productivo de Euskadi.
La patronal vasca recuerda que el número de ERTE se disparó a partir de la declaración del estado de alarma el pasado 13 de marzo y hasta finales de ese mes, y aunque la presentación de expedientes continuó en abril, lo hizo de forma más moderada. Eso sí, señala que el número de ERTE registrados en los dos meses casi triplica al del periodo 2008-2012, el plena crisis económica. Y en lo que respecta a los trabajadores afectados, la cifra es ligeramente superior, con 185.127 empleados frente a los 176.303 de entonces.
Los servicios son el sector que ha presentado más ERTE, al acaparar el 85% de los expedientes y el 67% de los trabajadores; le sigue la industria, con el 9,2% de expedientes y el 29% de los empleados, mientras que la construcción ha capeado mejor el temporal.
Los ERTE por fuerza mayor van perdiendo ligeramente peso en favor de los ordinarios
Si se analiza dentro de cada sector el impacto, los servicios son también los más perjudicados, ya que casi la mitad de todas las empresas existentes en este ámbito han presentado un ERTE, frente a algo más de un tercio de la industria. Pero es ésta la que en términos de plantilla más ha sufrido al verse afectados el 33,6% de sus trabajadores, con 53.193 empleados inmersos en un expediente temporal, frente al 24% de los servicios. Los subsectores más afectados corresponden, como es lógico, al sector servicios, siendo el comercio minorista y la hostelería los más damnificados, aunque tambíen destaca la industria metálica.
Empresas pequeñas
Como ya adelantó EL DIARIO VASCO a mediados de abril, la mayor parte de los expedientes los han presentado empresas pequeñas, que además afectan a un mayor porcentaje de sus plantillas. Casi nueve de cada diez tienen hasta diez trabajadores, y prácticamente el resto, hasta 50, ya que las compañías con más de 50 empleados apenas rebasan el 1%.
El 93% de los ERTE presentados son por fuerza mayor y suponen el 83% de los trabajadores afectados. Con todo, Confebask destaca que pierden algo de peso respecto a mediados de abril cuando suponían el 95% de los expedientes y el 87% de los afectados. Le siguen los ERTE por causas productivas, que suponen el 5,6% de los registrados y el 15,4% de los trabajadores, mientras que los que esgrimen causas económicas, técnicas u organizativas son residuales.
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La fotografía que traslada Confebask se ciñe a los ERTE acumulados hasta el 30 de abril. Los datos que aporta diariamente el Departamento de Trabajo del Gobierno Vasco hacen referencia también al total de expedientes presentados hasta dicha fecha, sin que se computen las bajas. Pero el Servicio Estatal de Empleo (SEPE) ofreció el martes la cifra de trabajadores en situación de ERTE a fecha de 30 de abril, lo que permite conocer cuántos estaban activos.
Así, en el conjunto de Euskadi había a finales de abril un total de 152.872 empleados en situación de ERTE, cuando en dicha fecha la cifra total de acumulados alcanzaba los 185.127, lo que supone que 32.255 personas habían dejado de estar en esa situación. En el caso de Gipuzkoa había 51.801 empleados afectados por ERTE activos frente a los 59.792 acumulados; es decir, que habían salido 7.991.
Con la vuelta progresiva a la actividad de diferentes sectores es previsible que siga aumentando esa desescalada de los ERTE, sobre todo de los de fuerza mayor, aunque la incógnita reside en cuántos de ellos derivarán en expedientes ordinarios, ante la dificultad para recuperar todo el empleo.
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