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Las banderas rojas han vuelto a recorrer las calles de Bilbao este jueves en una manifestación multitudinaria convocada por Euskal Herriko Kontseilu Sozialista (EHKS). El ... partido de GKS ha vuelto a mostrar por segundo año consecutivo su capacidad movilizadora en el día de los trabajadores para denunciar «la guerra imperialista y el rearme de los países europeos». Miles de personas han apoyado la marcha en la que se ha criticado al Gobierno central por ser «enemigo de los trabajadores», pero en la que también se ha mostrado solidaridad con los trabajadores que han sufrido los cierres de diferentes empresas en Euskadi.
«Kapitalisten gerrari, aurre egin', 'Borroka da bide bakarra', 'Zuen aberastasuna, gure miseria', 'Ez, ez, ez, NATOrik ez', 'Gora iraultza sozialista' o 'Unidad de clase, frente a los despidos'», han sido algunas de las consignas que se han escuchado en la Gran Vía bilbaina, mientras se ondeban banderas palestinas. Por esas calles había pasado minutos antes la manifestación de los sindicatos vascos y algunos de los trabajadores de la empresa Bridgestone de Basauri, inmersa en un ERE, se han unido a la marcha de EHKS.
Es el segundo año consecutivo en el que la organización comunista convoca esta marcha y vuelve a demostrar su capacidad movilizadora con personas llegadas desde diferentes zonas de Euskadi y Navarra. Durante los últimos días se habían organizado autobuses desde los pueblos de Gipuzkoa para acudir a la manifestación y los militantes y simpatizantes de la formación comunista han respondido a la cita.
Ya el primero de mayo del año pasado EHKS se estrenó en una de sus primeras manifestaciones, también en Bilbao, con gran afluencia. Tanto que en aquella ocasión fue de las más numerosas de la jornada, superando a las marchas convocadas por los sindicatos. Y en la jornada de hoy parece que el resultado es similar. En aquella ocasión esta formación de izquierda revolucionaria demostró que ahora mismo es el partido extraparlamentaria con mayor capacidad de movilización en Euskadi y hoy lo vuelve a confirmar.
Al final de las manifestación, los portavoces de EHKS Garazi Navarro y Ander Goiatxe han tomado la palabra. «Bajo el pretexto de la guerra los estados europeos impulsan políticas autoritarias: lo vemos en Macron, que pretende liderar un plan nuclear con un apoyo popular más que cuestionable; en Sánchez, que aumenta el gasto sin pasarlo por su propio Congreso; o en Alemania, cambiando de un día para otro la constitución», ha expuesto Navarro. También ha criticado «el aumento de las tendencias reaccionarias entre la clase media y la burguesía», «como estamos viendo con el auge del fascismo»
Goiatxe ha señalado que el aumento del gasto militar ahondará en el empobrecimiento de la clase trabajadora: «El dinero destinado a la industria armamentística es el mismo que se dejará de destinar a sanidad o educación, en la mayoría de los casos». Y ha precisado que los daños colaterales de la crisis industria europea también han llegado a Euskadi, como han «evidenciado los cierres de varias empresas». «Queremos extender nuestra solidaridad a todos los trabajadores que luchan contra los despidos, ¡estamos con vosotros!», ha reivindicado.
Goiatxe ha denunciado que la socialdemocracia «se ha situado en el lado equivocado de la historia. Mediante la autonomía estratégica europea pretenden legitimar el incremento del gasto militar, pero esto es falso. ¡Digámoslo claro, el PSOE y el Gobierno del cambio en España nos pueden llevar a la guerra! ». Y en el mismo sentido han añadido que, aunque otros partidos «aparentemente» se hayan opuesto al rearme, «no basta con hacer declaraciones en contra de la guerra para acabar apoyando incondicionalmente a Sánchez».
Frente a todo ello, tanto Navarro como Goiatxe han dejado claro que EHKS estará en primera línea contra la guerra imperialista y el fascismo: «Seguiremos impulsando la unidad de la clase trabajadora, entre individuos y el movimiento obrero». «¡No a la Unión Europea! ¡No a la OTAN!, han gritado.
Y han finalizado su intervención en el Arenal de Bilbao señalando la necesidad de «construir grandes partidos revolucionarios internacionales para defender los derechos políticos de la clase trabajadora y combatir el empobrecimiento; para combatir la guerra imperialista y para llevar a cabo la construcción económica del socialismo». Reivindicando que «desde el Movimiento Socialista seguiremos trabajando en esa dirección, contra todas las opresiones y en favor del socialismo».
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