Josema Ramada posa en el interior de la carpintería Zur-Eder. Gorka Estrada

Profesiones de difícil cobertura: carpintero

«Lo del lápiz en la oreja y el metro en la mano ya es historia»

Ebanistas. El sector lamenta la falta de relevo generacional y defiende un trabajo «más tecnologizado» y alejado de tópicos

Mikel Madinabeitia

San Sebastián

Sábado, 18 de noviembre 2023, 06:09

«El oficio de carpintero ha cambiado mucho. Antes se trabajaba diez o doce horas, pero ahora nuestro horario es de 7.30 a 16. ... 15 y los viernes salimos a las 14.15. Eso es calidad de vida. Además, aquella imagen del lápiz en la oreja y el metro en la mano apenas existe. Ahora se trabaja con programas de control numérico». Son palabras de Josema Ramada (San Sebastián, 1970), gerente y uno de los socios de Zur-Eder, carpintería donostiarra que abrió sus puertas en 1972 y que se dedica a diseñar y ejecutar proyectos completos de interiorismo, decoración y equipamiento.

Publicidad

Luchar contra los prejuicios es habitual en muchas profesiones. También sucede lo mismo en el este ámbito, donde la tecnología ha irrumpido hasta tal punto que el oficio de ebanista como tal está desapareciendo: «Antes se trabajaba de forma manual, artesanal, y ahora es difícil ver destornilladores. Los ordenadores han facilitado el trabajo».

Desde su empresa sita en el Polígono 27 de Martutene, donde trabajan 16 personas en plantilla más un puñado de autónomos, Ramada confiesa que no tienen actualmente necesidad de crecer. Pero en caso de querer contratar a nuevos profesionales, reconoce que «tendría problemas». ¿Por qué sucede esto? A su juicio, aún perduran los tópicos mencionados anteriormente, a lo que hay que añadir que hay jóvenes que vienen «rebotados» de los estudios y algunos «no saben lo que quieren». Así que el relevo generacional cuesta también en la carpintería. En su caso, el grueso de empleados tiene entre 40 y 46 años. Los mayores tienen 56 años y el más joven, 24.

Las cifras del sector en Gipuzkoa

  • 330 empresas. El sector de la carpintería y mueble atesora más de trescientas empresas en Gipuzkoa, según el Eustat.

  • 2.300 empleos. Los más de dos mil empleos equivalen a una media de siete trabajadores por compañía.

  • 372 millones de euros. La facturación del sector asciende a esta cifra, que la pandemia ayudó a reflotar.

  • 30% subida de materiales. El encarecimiento de los materiales y el transporte aprieta a las empresas del sector.

  • 75% de hombres. El 75% de la mano de obra es masculina y mas del 50% tienen mas de 51 años.

¿Y qué hay del oficio? ¿Qué es lo que más le gusta de ser carpintero? Ramada explica que el resultado final tiene un sabor «artístico» para él. «El trabajo comienza con un dibujo abstracto y cuando lo ves terminado después de todo un proceso, ves tu sello ahí».

Publicidad

En cuanto al sueldo, en la carpintería Zur-Eder pagan sueldos «por encima» del convenio estatal y el guipuzcoano, que lleva años congelado, aunque reconoce que la retribución final depende en parte de la «preparación y titulación».

Nekane Amondarain, de la Asociación de Carpinterías de Gipuzkoa (Arotzgi), aporta una visión más general del oficio y defiende que es uno de los estratégicos del territorio por la materia prima que utilizan: la madera. «Es el único material totalmente renovable y hacia donde se esta dirigiendo el mercado debido a la economía circular, la bioeconomía o la reducción de residuos en la construcción».

Publicidad

En este sentido, Amondarain agrega que las directivas «estaban empujando» a que cada vez mas productos, ademas de los de la construcción, sean de madera, porque es un material «adecuado» para sustituir otros productos y asegura que el sector está haciendo «mucho» esfuerzo en ello.

Inflación

¿Cuál es uno de los problemas del sector? Uno que está afectando a todos, que es el encarecimiento de los materiales debido al escenario inflacionista que vivimos desde el impacto de la pandemia y el estallido de la guerra en Ucrania. Desde Arotzgi cifran en un «30» la subida de los mismos; «incluso algo más» en determinados productos como el aglomerado –material derivado de la madera que se obtiene por el presado de pequeñas astillas de madera adheridas con cola–.

Publicidad

El sector de la carpintería y el mueble también es una profesión de difícil cobertura. Amondarain reconoce que «no hay» relevo generacional y «nos cuesta» atraer a gente. Quizás la percepción que tiene la sociedad sobre estos perfiles laborales «no es la correcta», argumenta, porque dice que en las carpinterías de hoy en día hay «mucha» tecnología y maquinaria 4.0 con 'software' «avanzado», lo que automatiza muchos procesos. «Incluso la construcción en madera es de forma industrializada. Antes no era común tener arquitectos, aparejadores o delineantes en las carpinterías y eso hoy en día es una realidad», dice.

Una de las formas de captar más talento es sensibilizar y educar a las nuevas generaciones desde edades más tempranas, cuando las vocaciones aún se están formando. Así, Arotzgi cuenta con proyectos en común con el ámbito universitario. En concreto, con el máster de Construcción de Madera y las facultades de Arquitectura y de Química de la UPV-EHU.

Publicidad

Amondarain resume el oficio con bonitas palabras. «El trabajo final es muy satisfactorio. La madera tiene muchas bondades: acústicas, térmicas. Y gusta a todos».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad