Los tipos en negativo reducen el beneficio de Bankoa a 8 millones
El negocio con clientes y el crédito, sin embargo, crecieron en 2019
El largo periodo de tipos de interés oficiales en negativo sigue impactando en el sector financiero europeo, y Bankoa Crédit Agricole no es una excepción. El consejo de administración de la entidad pilotada por Jesús Suárez aprobó hoy las cuentas correspondientes al ejercicio 2019, que reflejan también ese freno al beneficio. Un lastre, eso sí, que no ha impedido a Bankoa crecer en el negocio de clientes y en la concesión de créditos o lucir uno de los mejores 'rating' de España y una envidiable solvencia. El consejo propondrá a la Junta General de accionistas, a celebrar en marzo, el pago de un dividendo de 0,82 euros por acción con cargo a las ganancias del pasado año.
Según la información publicada por la entidad tras la reunión de su órgano de gobierno, el resultado neto del pasado ejercicio ascendió a ocho millones de euros, lo que supone un 20% menos que un año antes. La penúltima línea del balance, que mide el beneficio antes de impuestos, marcó 10,3 millones, con un retroceso interanual del 23%.
El margen de intereses, que viene a ser -'grosso modo'- el resultado del juego entre los créditos (por los que se cobra) y los depósitos (que se remuneran) cayó en 2,4 millones de euros (un 8%), hasta los 27,4 millones de euros. Un descenso, explicó Bankoa, «consecuencia de la disminución de los activos, que sigue a la baja dada la prolongada situación negativa de los tipos».
Las comisiones, por su parte, se quedaron en 13,3 millones de euros, lo que supone una caída del 2%, con un comportamiento muy dispar entre las ligadas a los servicios bancarios (que crecieron un 4% por esa mayor actividad) y las relativas a los fondos de inversión, que retrocedieron un 7% -por la menor rentabilidad media- a pesar de que el volumen de estos activos mejoró un 15%, hasta sumar 139 millones.
El negocio con clientes alcanzó los 4.481 millones de euros, lo que supone una mejora interanual del 5,2%, mientras lo que se conoce como el riesgo (los préstamos a empresas y familias) avanzaron un 4%, hasta sumar 1.904 millones. Los recursos totales de clientes crecieron un 8%, hasta los 2.577 millones de euros.
Con unos ingresos por Operaciones Financieras de 1,2 millones de euros y tras descontar otros cargos de explotación por importe de 1,3 millones de euros, el margen bruto fue de 40,8 millones de euros, un 4% menos. Los gastos de explotación y amortizaciones aumentaron un 1%, por el alza de las amortizaciones (un 16% más), debido a las inversiones del plan de remodelación de oficinas y de digitalización que está llevando a cabo la entidad.
Las provisiones, por su parte, aumentan un 26% en un engañoso movimiento. Y es que el incremento fue debido principalmente a unos mayores costes por el plan de prejubilaciones acordadas en la entidad, ya que la baja morosidad redujo la necesidad de dotaciones por riesgo de crédito.
Bankoa recordó que su calificación crediticia (otorgada por la agencia Fitch) es de A- con perspectiva estable. «Dicha calificación es la mejor entre las entidades del Estado, sólo igualada por dos de los mayores grupos bancarios españoles», subrayó la entidad con sede en la donostiarra Avenida de la Libertad, que puntualizó también que cuenta con una ratio de capital CET1 (el de mayor calidad) del 13,16%, «muy superior al requerimiento mínimo fijado por el supervisor».