Talgo contempla traer su sede a Euskadi con la operación de compra húngara
El fabricante de trenes podría fijar en Álava su residencia social en el desarrollo del proyecto con Magyar Vagon
Lucas Irigoyen
Jueves, 15 de febrero 2024, 09:01
La naturaleza industrial que subyace en el interés de un grupo húngaro por Talgo es una de las cuestiones que ha hecho que la dirección ... de la compañía esté abierta a gestionar el nuevo escenario. La corporación de Andras Tombor, que fue asesor del presidente húngaro, Viktor Orban, trabaja para concretar una oferta de 617 millones -a 5 euros por acción- por el fabricante de trenes. Es una operación que va mucho más allá de lo financiero, ya que reforzaría la capacidad de fabricación de Talgo -con pedidos por 4.200 millones que tensionan su capacidad- y le abriría el mercado en Europa del Este, donde se espera un fuerte desarrollo de la red ferroviaria.
En el dibujo de ese futuro, según ha confirmado este periódico de fuentes conocedoras de las negociaciones, la dirección de Talgo podría acometer el traslado de la sede social a Euskadi. La compañía de origen vasco cuenta con dos plantas de fabricación, una en Las Matas (Madrid) y la otra en Ribavellosa (Álava). Actualmente la empresa está domiciliada en la capital de España, a pesar de su nacimiento alavés hace 83 años de la mano del ingeniero Alejandro Goicoechea y del empresario José Luis de Oriol, abuelo del actual presidente de Talgo, Carlos de Palacio y Oriol, y figura clave en la historia reciente de la compañía que comparte poderes ejecutivos con el consejero delegado, Gonzalo Urquijo.
Un movimiento más bien simbólico, pero que confirmaría la apuesta de los húngaros por los activos y plantas del fabricante nacional de alta velocidad. Un modo de trasladar cierta tranquilidad ante los recelos que despiertan las conexiones del entramado industrial húngaro con la Administración de Viktor Orban.
El grupo industrial húngaro negocia con la banca las condiciones de los 230 millones de deuda que tiene Talgo
El Gobierno central y el vasco no han hecho valoraciones y permanecen a la espera, aunque Moncloa podría condicionar la operación con el decreto 'antiOPA'. En Euskadi, los intentos de acercar a Talgo con el otro fabricante de trenes, el guipuzcoano CAF, han escrito varios capítulos pero siempre sin final feliz. Y es que la estrategia de la compañía de Beasain tiene otros objetivos y mercados que no casan con los trenes de Talgo.
Condicionado
De momento, el partido está en la negociación que Magyar Vagon mantiene con varios bancos que sostienen líneas de crédito y la deuda de Talgo. No es un problema de volumen -se trata de 230 millones-, sino de mantener las condiciones que tienen los actuales dueños. Cerrar ese esquema de costes financieros es una clave para decidir si se lanza o no una Oferta Pública de Adquisición (OPA) por el 100% de las acciones de Talgo.
La situación se ha generado por la necesidad de vender que tiene el accionista mayoritario de la empresa, el fondo inglés Trilantic. Tras cumplir el ciclo inversor ha prorrogado hasta en tres ocasiones el momento de venta. Su participación se canaliza en una sociedad que tiene el 40% de las acciones de Talgo y que comparte con la familia Oriol y los Abelló. El resto son accionistas minoritarios y el 51% que cotiza en el mercado.
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