Cerca de 200.000 eventuales vascos pueden pasar a ser indefinidos con la reforma laboral

Cuando aún no se ha disipado la onda expansiva generada por la tormentosa votación en el Congreso de la Reforma Laboral hay un hecho incuestionable. Y es que la nueva norma servirá para estabilizar el empleo de muchos trabajadores, en el caso de Euskadi cerca de unos 200.000. En la médula de la regulación laboral, exigida por Bruselas para distribuir a España los fondos europeos, está la necesidad de combatir la elevada temporalidad del mercado laboral español y también del vasco. Una eventualidad que ha sido estructural más allá de los vaivenes en los momentos más críticos, como la crisis generada por el Covid o la anterior recesión financiera.

La reforma laboral, que se aprobó el 28 de diciembre de 2021, y que entró en vigor el último día del año pasado, tiene entre sus objetivos principales reducir la temporalidad impulsando los contratos indefinidos y penalizando más a las empresas que 'abusen' de esa temporalidad. La propia ministra de Trabajo y Empleo, Yolanda Díaz, resumía recientemente el reto en una frase significativa: «Se acabó lo de despedir el viernes y volver a contratar el lunes». Una práctica demasiado habitual en algunas actividades.

Los sindicatos que acordaron con la patronal y el Gobierno la nueva normativa –CC OO y UGT– se muestran más optimistas respecto a esa estabilización del empleo, y aunque no se puede saber a ciencia cierta los efectos que tendrá la Reforma Laboral en ese aspecto, sí se puede hacer una estimación con los datos de empleo y contratos temporales.

Así, el secretario general de UGT-Euskadi, Raúl Arza, señala que en torno a uno de cada cuatro contratos eventuales – en sus distintas modalidades– tendrán que adaptarse en Euskadi a la nueva normativa y que gran parte de ellos se convertirán en indefinidos. Esto supone que cerca de 200.000 trabajadores vascos pueden pasar a tener este año un empleo estable, bien sea indefinido o fijo discontinuo.

Y es que por un lado la nueva normativa elimina los contratos por Obra y Servicios, que tendrán que convertirse en fijos discontinuos, y por otro limita los eventuales por circunstancias de la producción a dos casuísticas: cuando se produzca un incremento ocasional e imprevisible de la producción se permitirá utilizar un contrato temporal hasta un máximo de seis meses, ampliable a un año si se pacta en el convenio sectorial; y se crea un nuevo contrato específico para actividades ocasionales (unas rebajas, por ejemplo) cuya duración no podrá superar los 90 días.

Si nos atenemos a las cifras que ofrece la Seguridad Social sobre la modalidad de los contratos que tenían los trabajadores vascos a finales del año pasado, hay un total de 210.714 personas que cuentan con un empleo eventual, de los que 132.840 son a tiempo completo y 77.874 a tiempo parcial. Esto supone el 26,67% del total de trabajadores afiliados a la Seguridad Social. Aunque hay un colectivo que figura bajo el epígrafe de 'Otros', en el que no se detalla el tipo de contrato, pero que también incluye a los temporales, y que ascienden a 74.945 personas.

En Gipuzkoa, el porcentaje es similar, ya que hay 65.401 trabajadores eventuales –40.931 a tiempo completo y 24.470 con jornada parcial– del total de 251.079 afiliados registrados a cierre de diciembre, lo que supone que el 26% son temporales. En el epígrafe de 'otros' figuran 24.741.

Para tener una fotografía más específica del tipo de contratos hay que remitirse a otra fuente, como es el Sepe, que ofrece cifras con las distintas modalidades, aunque en este caso hay que aclarar que se trata del total de contratos suscritos el año pasado en Euskadi y no de trabajadores –hay más contratos que empleos–. Con todo, la fotografía final es muy similar a la ofrecida anteriormente.

Y es que de los 861.726 contratos suscritos en 2021 en Euskadi 210.160 eran por Obra o Servicio y otros 404.749 eventuales por circunstancias de la producción, de los que 40.019 superaban los tres meses y 8.074 los seis meses, tal y como puede verse en el gráfico adjunto.

Gran parte de los contratos que exceden más de los tres meses tendrán que adecuarse a la nueva normativa, como incide Arza, lo que supone el 26,57% del total, es decir, uno de cada cuatro. Y añade que en gran medida tendrán que ser fijos.

Hay datos que llaman poderosamente la atención, como es el hecho de que un total de 28.492 contratos de Obra o Servicio duraron el año pasado menos de siete días y 35.000 no llegaron a un mes; es decir, el 16,65%. En el caso de los eventuales, por circunstancias de la producción, la proporción es mucho más elevada, ya que los inferiores a un mes suponen 290.835 de los 404.749 que se suscribieron bajo esa modalidad, es decir, el 71,85%. Si sumamos ambas modalidades los inferiores a un mes suponen 326.000, más de la mitad de todos los temporales y el 37,83% del total de contratos suscritos el año pasado.

La reforma laboral da tres meses de plazo a los empresarios para adaptarse a la nueva normativa, con lo que habrá que esperar a primeros de abril para constatar de forma más fidedigna los primeros efectos de la nueva norma. Aunque hay que dejar claro que aquellos contratos anteriores al 30 de diciembre del año pasado mantendrán hasta su extinción las condiciones que establecía la regulación anterior, como recuerda el secretario general de UGT-Euskadi.

Con todo, en el primer mes de aplicación ya se ha observado una incidencia en los contratos indefinidos, como constataba el Sepe. Así, el porcentaje de contratos estables se ha disparado tres puntos tanto en Euskadi como en Gipuzkoa llegando en el caso de nuestro territorio al 13,64% del total de contrataciones. Un salto que en el caso del conjunto del Estado ha sido de casi seis puntos, hasta el 15%.

Arza explica que los contratos de Obra y Servicios se utilizan en la construcción –sector en el que tendrán que ser fijos discontinuos, aunque con unas particularidades propias–, pero también en los servicios, sobre todo en la Educación, señala, ligado al curso escolar.

En lo que se refiere a los de circunstancias de la producción, los servicios eran los que más tiraban de estos contratos en Euskadi, con 159.196 el año pasado, seguidos por la construcción (17.215) y la industria (15.736). El líder de UGT subraya que «la mayoría de estos contratos eran en fraude de ley. Por ejemplo porque se utilizaba el de Obra o Servicios para el mismo trabajo que hacía la empresa y eso tampoco estaba permitido por la normativa anterior». Apunta que ahora al ser las multas sustancialmente más elevadas no les compensará a las empresas. A un trabajo de naturaleza fija tiene que corresponder un contrato fijo», remata.

Lo importante, añade, es que las empresas pierdan el miedo a la contratación indefinida. Y ante la posibilidad de que se utilice la picaresca para alargar aquellos contratos por Obra y Servicio anteriores sin que esté justificado, indica que tendrá que ser la Inspección de Trabajo la que vigile que se cumple la normativa.

Además, la Reforma Laboral también reduce la concatenación de contratos de 24 meses en un periodo de 30 en la misma empresa a 18 meses durante un máximo de dos años, lo que se traducirá asimismo en más empleo estable. El secretario general de UGT-Euskadi también incide en que al convertirse muchos trabajos temporales en indefinidos se encarece el coste del despido, ya que de los 12 días de un contrato temporal pasa a los 20 días de uno indefinido con un máximo de 12 mensualidades.

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