«Protegimos los datos críticos de Ucrania antes de que estallara la guerra al detectar ciberataques»

– ¿Hacia dónde va la inteligencia artificial? ¿Qué futuro se atisba?

– Estamos viendo una adopción acelerada de la inteligencia artificial (IA) en todas las empresas y sobre todo lo bueno que puede tener el acceso de la tecnología en nube, el pago por uso, es que lo democratizas. Cualquier empresa puede acceder a IA y a la digitalización en general.

– ¿En qué ámbitos se aplica fundamentalmente?

– Hay un uso en cuatro ejes: en cómo las empresas lo aplican para que sus empleados sean más productivos; en cómo se conectan con sus clientes; en reinventar nuevos productos, de modo que las empresas puedan crear nuevos servicios, y finalmente para optimizar procesos internamente. Te pongo un ejemplo. La empresa de Zumaia Okin está reduciendo los errores manuales en un 50% y el coste y la optimización en un 30%. Cualquier empresa de tamaño pequeño, mediana o grande puede aplicar la inteligencia artificial, lo que le permitirá transformarse.

– ¿Dónde queda la ética en esta evolución vertiginosa de la digitalización?

– Los esfuerzos alrededor de la ética tienen que ser incluso más grandes que la propia innovación. Nosotros estamos activamente trabajando en documentos, principios de ética de inteligencia artificial, poniéndolo a disposición de gobiernos y de nuestros clientes, pero también aplicándolos. Por ejemplo, decidimos descontinuar las aplicaciones que teníamos de reconocimiento de emociones, de forma que en junio del año que viene no vamos a permitir el uso de ese tipo de herramientas a través de nuestra plataforma salvo en casos que tengan que ver con mejorar la inclusión digital para gente con determinadas capacidades, como ocurre con la ONCE. Utiliza a través de una aplicación el reconocimiento de emociones para que una persona ciega sea capaz con su móvil de saber si tú estás contento. Pero no queremos que su uso sea masivo. Es un ejemplo de cómo antepones la ética a la innovación. Para nosotros es una prioridad. La inteligencia artificial se tiene que usar para el bien de la humanidad, no para otros fines.

– ¿Cómo se utiliza la inteligencia artificial para luchar contra los ciberataques?

–Nosotros analizamos alrededor de 43 billones de señales diarias en internet; cerca de 70.000 millones de correos son atacados y los paramos; pasword robadas y los atacamos. A través de la IA podemos saber dónde están las redes de cibercrimen y combatirlas para proteger a nuestros clientes. Este es un ejemplo de que se utiliza para el bien.

–Coincidiendo con la guerra de Ucrania se han detectado más ciberataques. Se dice que la ciberdelincuencia va un paso por delante. ¿Es así?

–El cibercrimen se está convirtiendo en un negocio desafortunadamente cada vez más lucrativo y creciente. Para 2025 será un negocio de 10,5 billones de dólares. Analizando señales estamos detectando qué está ocurriendo. Ucrania ha sido para nosotros una forma de aprender de forma acelerada cómo podemos ayudar a países y sociedades enteras. Incluso antes de que estallara el conflicto nos involucramos porque detectamos una actividad inusual de ciberataques y empezamos a ver que esos ciberataques tan pronto como estalló el conflicto estaban correlacionados con el mismo. La guerra ya no es la guerra tal y como era. Hay una guerra psicológica de desinformación en redes; hay una guerra cibernética y hay otra quinética. Y estaban muy bien sincronizadas.

–¿Cuántos ciberataques detectaron?

–Vimos cerca de 237 ciberataques. Eso nos permitió ayudar al Gobierno y en pocas semanas pudimos mover todos los datos de once de los quince ministerios a la nube pública para que se pudieran segurizar los datos. Nos llevamos a un país a la nube pública para protegerlos. La nube pública es mucha más segura, porque estamos poniendo todos los esfuerzos de I+D en protección. Ese es un claro ejemplo de la tendencia a la que vamos.

–¿Microsoft trabajaba antes de la guerra con el Gobierno de Ucrania?

– Empezamos a trabajar antes. Tenemos una unidad a nivel mundial que se llama Unidad de Crimen Digital que lo que hace es trabajar sin coste en este tipo de escenarios. Estuvimos invirtiendo en Ucrania para trabajar con ellos en ayudarles. Muchas veces trabajamos en aspectos de ayuda humanitaria para luchar contra este tipo de situaciones, como puede ser contra la pornografía infantil, redes de droga... que desgraciadamente muchas veces están relacionadas con el cibercrimen. No somos una compañía solo de tecnología, sino una compañía que quiere que los ciudadanos, las empresas y los países alcancen todo su potencial.

– ¿La computación cuántica ya está suponiendo una nueva revolución?

–La proliferación de datos que hay en internet es exponencial. En 2025 habrá alrededor de 75 zbyte de información. Es como si coges discos blu-ray, los apilas y puedes llegar a la luna y volver 26 veces. Va a llegar un momento en que el paradigma de generación computacional de bytes 0-1, 0-1, ya no es tan sostenible. Por eso muchos estamos trabajando el concepto de computación cuántica, el de superposición de datos. Ya estamos empezando a pensar que se va a llevar al ámbito industrial en menos de diez años.

–¿Qué supondrá en el ámbito industrial o de investigación?

– Que desde el ordenador de tu casa o desde la oficina puedas acceder a través de la nube a este tipo de superordenadores cuánticos. Se va a democratizar.

– ¿Y para el uso personal?

– La computación cuántica se va a usar para entornos muy específicos: investigación genómica, aspectos como detección de fraude, combatir el cibercrimen, predicción meteorológica, desastres climáticos...

–El desarrollo del Metaverso está yendo más lento de lo que se preveía, pese a las cantidades ingentes de dinero que se está invirtiendo. ¿Se ha pecado de cierto optimismo?

–Nosotros creemos más en un metaverso pragmático, industrial. Lo que busca es representar el mundo físico en el digital. Llevamos bastantes meses trabajando con muchos clientes en gemelos digitales. Eso es un metaverso industrial que ya se está aplicando. Pero llevamos muchos años trabajando en metaversos como 'maincraft', que ayudan a niños de cualquier edad y no tan jóvenes a aprender, personas con síndrome de down, para que puedan salir por el barrio, comprar el pan, chuches... de modo que lo experimenten primero en el metaverso pero luego lo puedan hacer en la vida real. El metaverso no debe aislar a la gente de la realidad. Es una herramienta para hacer que la realidad sea mejor. No somos tan amigos de una aproximación teórica del metaverso.

–¿El peligro es que termine sustituyendo a la realidad en ámbitos personales?

–El metaverso debe complementar la realidad no sustituirla.

–Las gafas de realidad virtual no han avanzado al nivel esperado.

–Es más una realidad aumentada que una virtual. Mercedes utiliza esas gafas porque el que está haciendo una reparación está viendo dónde está el fallo y está conectado con la central, donde una persona más experimentada le está guiando. Pero volviendo al metaverso, éste tiene que hacer que la realidad sea mejor, extendiéndola y no sustituyéndola.

-La falta de perfiles tecnológicos empieza a ser un gran problema que se va a agrandar.

- Nosotros tenemos un gran compromiso con la formación. Estamos trabajando en cuatro ejes: con educación primaria y secundaria en dotar de medios para que niños y jóvenes accedan a la tecnología lo antes posible, tanto mediante formación como con sistemas para que los centros estén mejor conectados; en universidad estamos formando al profesorado en la utilización de la digitalización, pero asimismo les facilitamos que puedan aprender a detectar escenarios de negocio de inteligencia artificial; y también estamos trabajando activamente en FP, que incluye cursos de certificación, lo que permite en más del 75% de los casos encontrar trabajo en tres meses. Tenemos además más de 12.000 partner a nivel español y en Euskadi 1.500. Formamos más de 100.000 profesionales al año en esa red. Y el cuarto parámetro, el más importante para mí, es que en los últimos dos años a través de nuestros cursos online, que son gratuitos, y Linkedin, hemos formado a más de 1.600.000 personas. A todo ello se une que formaremos a más de 10.000 personas en ciberseguridad dentro de colectivos desfavorecidos -Ilunion, Once, Sepe...- para que esas personas que formemos y certifiquemos encuentren un empleo.

-¿Qué déficit de profesionales calculan?

- En estos momentos hay una escasez en profesionales en ciberseguridad en España de unas 20.000 personas y calculamos que crece un 20% cada año. Hay que enchufar profesionales y reciclarlos. Tenemos disponibles más de 350 cursos gratuitos nuevos y un compromiso a nivel mundial de formar y certificar a más de 10 millones de personas. En España el objetivo de aquí a 2024 es generar 55.000 puestos de trabajo en todo nuestro ecosistema relacionados con la digitalización, la inteligencia artificial. El mayor obstáculo que tenemos para la adopción de la digitalización no es la energía o los semiconductores, sino el talento, formar gente de todas las edades.