40.000 pensionistas de Gipuzkoa reclaman a Hacienda cobrar lo tributado de más en el IRPF
El fisco recibe una media de 1.000 solicitudes al día, y espera que la Seguridad Social le envíe toda la información que necesita para resolverlas
El aluvión de peticiones a la Hacienda de Gipuzkoa por parte de antiguos trabajadores mutualistas ya jubilados que cotizaron de más en el IRPF ... y ahora –en virtud de una sentencia del Tribunal Supremo– pueden reclamar ese dinero, no cesa. De hecho, y según fuentes del departamento que pilota Jokin Perona, son ya 40.000 las reclamaciones que se han tramitado en busca de esas cantidades. El trajín de pensionistas en las oficinas del fisco, acrecentado desde que este periódico desvelara la primera oleada de reclamaciones, ha hecho que cada día se reciban unas 1.000 peticiones de media, con picos de hasta 1.500, de distintos sectores como banca, metal, construcción, enfermería, ferroviarios, enseñanza o astilleros, entre otros.
Este jueves, sin ir más lejos, el departamento registró 1.040 solicitudes. Eso sí, a la vista de cómo ha evolucionado el ir y venir de solicitantes, Hacienda estima que «el momento de mayor número de peticiones ya ha pasado». Aunque la mayoría de las reclamaciones las han presentado sus protagonistas, Hacienda explica que los herederos de aquellos antiguos mutualistas fallecidos que tienen derecho a la compensación también pueden hacerlo en su nombre. Hasta la fecha, han sido 2.400 las personas que han podido completar el proceso –sencillo en lo que a ellos les afecta, pero más complejo en lo que se refiere a las comprobaciones posteriores– con pagos que en los primeros días de diciembre llegaban a ser de unos 2.500 euros de media. Un promedio que ahora resulta más complicado de ofrecer, señala Hacienda, dada la casuística tan variada. Y es que entre los afectados hay personas que cotizaron a una o varias mutuas o que se rigieron por ese sistema durante periodos de tiempo muy diferentes entre sí. Fuentes de Hacienda explican que la Diputación está tratando de dar la máxima atención posible a los solicitantes que se dirigen a sus instalaciones, en las que se han ido simplificando los trámites.
Así, hoy la solicitud se resuelve con un sencillo papel en el que apenas se han de aportar algunos datos (los personales del solicitante y la referencia de la empresa en la que se trabajó en el periodo del 1 de enero de 1967 al 31 de diciembre de 1978), o mediante un formulario que se cumplimenta en la web del fisco foral guipuzcoano. Después será Hacienda la que se encarga de comprobar el derecho a cobrar y de calcular la cantidad, que dependerá del tiempo durante el que se aportó a la mutua y la proporción que ese periodo supone en el conjunto de la vida laboral.
El trabajo se centra ahora en el análisis de «qué mutuas hacían la labor de la Seguridad y cuáles, no». Los técnicos se están centrando en la recepción de las peticiones, pero para resolver definitivamente los expedientes han de recibir a su vez determinada información de la Seguridad Social (en este caso, de sus oficinas centrales en Madrid).
Autoliquidaciones
Una información que, por ahora, añaden las mismas fuentes, no ha llegado. «Está al caer, pero aún no nos ha llegado», aclaran desde la Hacienda foral que, de alguna manera, se ha visto sorprendida por una circunstancia ajena a su gestión y a la que ahora ha de dar respuesta. Una de las grandes preguntas es qué pasará con las autoliquidaciones de IRPF de los afectados, esas que Hacienda suele preparar a finales de marzo para que los contribuyentes solo tengan que, si les parece bien, aceptarlas y si incluirán ese derecho. Pues bien, los 2.400 ya compensados lo tienen asegurado, pero el resto quedan en manos de ese flujo de información desde la Seguridad Social.
La Diputación contrata a 20 personas para atender las dudas
El fenómeno desatado tras la sentencia del Tribunal Constitucional, que ha abierto la puerta a que quienes cotizaron a una mutua de empleo en Gipuzkoa entre 1967 y 1978 puedan recuperar parte de dinero para evitar una doble tributación en el IRPF, ha obligado al departamento de Jokin Perona a reaccionar rápido. La Hacienda foral ha contratado ya a veinte personas que, repartidas entre las siete oficinas que tiene el fisco en el territorio, se encargan de atender de manera personalizada y presencial las dudas de los posibles afectados, pertenecientes a distintos sectores como la banca (el primero que fue a la Justicia y provocó la sentencia del TS). Hacienda recuerda que hay tiempo para presentar las reclamaciones (en concreto, hasta el próximo 31 de julio), y remacha que «por supuesto» más allá de ese personal especialmente dedicado a este asunto los interesados pueden realizar sus consultas «en cualquier ventanilla de nuestras sedes». A la espera de que la Seguridad Social envíe al fisco guipuzcoano una información crucial para empezar a resolver la inmensa mayoría de los expedientes, la Hacienda foral ha desarrollado también una plataforma informática con vistas a resolver las peticiones cuando todo quede claro. «Están esperando», señalan desde la torre de Errotaburu. De todos modos, cabe recordar que las reclamaciones (sobre los cuatro últimos ejercicio fiscales, que son los que no han prescrito) se pueden presentar hasta el 31 de julio de este año. Desde el punto de vista técnico, la clave está en que los entonces trabajadores y mutualistas (y hoy pensionistas por jubilación o invalidez) no pudieron deducir de la base imponible de su IRPF lo aportado a aquel sistema como cotizaciones a la SS. Sin embargo, hoy su pensión (que deviene en parte de aquellos pagos pretéritos como mutualistas) sí que tributa, así que para no pagar dos veces por lo mismo el TS admite una deducción del 25%.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión