La reforma de Escrivá logra retrasar la edad real de jubilación cinco meses en Gipuzkoa

Un aumento que se repite en la misma medida en el resto de territorios vascos, según los datos de la Seguridad Social. Así, en Bizkaia se ha pasado de los 64,6 años a los 64,7 años, mientras que en el caso de Araba ha evolucionado desde los 64 años hasta los 64,5 años.

Un retraso que ha sido algo mayor que en el conjunto del Estado, donde la edad real media ha llegado a los 65,1 años desde los 64,7 años a cierre de 2021. Además, supera por primera vez la barrera de los 65 años. Cabe recordar que en estos momentos la edad legal de jubilación son los 65 años pero solo si se tienen 38 años o más cotizados; de lo contrario, con menos de 38 años cotizados la edad legal son los 66 años y seis meses y se llegará a los 67 años a partir de 2027. Este es un cambio de la anterior reforma de pensiones de 2011, que conllevó un aumento de la edad legal, pero a eso se añade el endurecimiento de las penalizaciones –coeficientes reductores– en las jubilaciones anticipadas que introdujo en la última reforma.

Así, se sobrepenalizaba a quienes se retiren entre los meses 22 a 24 de anticipación y entre el mes 1 y 3, e infrapenalizando la franja intermedia, entre los meses 9 y 18, dependiendo de los años cotizados.

En el lado contrario, la ley aprobada en 2021 mejoró las pensiones para quienes se jubilen más tarde de la edad legal, elevando al 4% el incentivo por cada año de demora independientemente del periodo cotizado y añadiendo la posibilidad de que escojan, en lugar de la bonificación del 4%, un cheque al contado de hasta 12.000 euros en el momento de la jubilación.

Estos cambios en el diseño han provocado que haya menos jubilaciones anticipadas, según un informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) dado a conocer ayer en el que analiza los efectos de la ley sobre la jubilación anticipada y demorada.

Más concretamente, el porcentaje de prejubilaciones con coeficientes reductores se redujo en el conjunto del Estado del 27,1% del total de altas en 2021 al 20,9% en 2024, un descenso equivalente al de los seis años anteriores que además ha venido acompañado de un recorte de un trimestre del tiempo medio de anticipación. Ello se debe –según el estudio– a la «drástica» disminución de las jubilaciones anticipadas entre 22 y 24 meses de anticipación por el aumento de las penalizaciones en este tramo, que han pasado en algunos casos del 16% al 21% y en media del 14,3% al 15,1%.

Al mismo tiempo, también se ha logrado que haya muchas más jubilaciones demoradas, más del doble, al pasar de representar el 4,8% del total de altas en 2021 al 10,5% hasta abril, acompañado también de un ligero incremento de los años medios de demora: de 2,8 años a 2,9 años.

Sin embargo, otro efecto de la reforma es un incremento de la cuantía de la pensión media al aplicar penalizaciones medias menores (del 11,1% en 2021 al 8,2% en 2022), por lo que «podría concluirse que ha sido efectiva en cuanto a desincentivar la jubilación anticipada y a impulsar la edad efectiva de jubilación, pero no necesariamente en cuanto a limitar el gasto en pensiones», concluye el informe. En el caso de Gipuzkoa, la pensión media se ha encarecido un 20,44% desde el cierre de 2021 hasta abril de este año.

La negociación del Gobierno con los sindicatos para resolver los últimos flecos que quedaban pendientes de la reforma de las pensiones se retomó ayer después de un mes de parálisis durante el cual han estado debatiendo las mejoras del nuevo convenio con la Seguridad Social para que los antiguos becarios recuperen años de cotización. Sin embargo, el acuerdo para poner en marcha nuevas medidas de cara a la jubilación de los trabajadores sigue aún muy verde, sobre todo en lo que respecta a la jubilación parcial, uno de los temas prioritarios para los sindicatos.

«La jubilación parcial y el contrato relevo siguen muy lejos de nuestras pretensiones», se lamentó tras la reunión Cristina Estévez, secretaria de Política Institucional y Políticas Territoriales de UGT, quien denunció que su objetivo es recuperar los derechos que había antes del endurecimiento que trajo la reforma de las pensiones del PP, «y las propuestas del ministerio no van por ahí». Es más, la propuesta que puso encima de la mesa hace ya varias semanas suponía una vuelta de tuerca más que les obligaba a trabajar todos los días sin poder acumular jornadas, les hacía pagar más cotizaciones y, además, reducía de cuatro a tres años el adelanto de la edad de jubilación parcial en la industria manufacturera, entre otros endurecimientos que planteaba.

«Se trata de recuperar derechos, recuperar condiciones y, con las cifras de empleo que tenemos, no entendemos que haya cortapisas de forma que esos contratos relevo se hagan de forma flexible», precisó Estévez, que además señaló que el Gobierno ahora habla de incrementar el periodo de cotización mínimo para acceder a la jubilación parcial, situada ahora en 33 años, a una cifra que podría elevarse a 40 años. Su compañero de CC OO, Carlos Bravo, también se quedó de que «en la jubilación parcial todavía las posiciones tienen diferencias sustanciales que no permiten alcanzar un acuerdo». Más cerca parece el pacto para cerrar un nuevo sistema de coeficientes reductores que permita jubilarse antes a las profesiones con altos niveles de penosidad o peligrosidad.