El gasto en pensiones se duplica en Euskadi en diecisiete años y llega ya a los 11.000 millones

Con los datos ya de cierre del año pasado, la nómina de pensiones que paga el Estado en Euskadi ha crecido un 5,42%, hasta alcanzar los 10.837,5 millones frente a los 10.279 de un año antes. Se trata de un aumento inusitado en los últimos ejercicios, ya que hasta 2018 la revalorización de las pensiones estaba limitada a un 0,25% tras la reforma de pensiones de Rajoy de 2013. Aunque fue la carta enviada por la ministra Fátima Báñez en 2018 recordando ese dato la que espoleó a los pensionistas vascos y se echaron a la calle hace ahora cinco años.

A finales de abril de 2018 el PNV llegó a un acuerdo con el PP para que las pensiones se actualizaran ese año un 1,6% y según el IPC en 2019. También acordó retrasar el Factor de Sostenibilidad –ligado a la esperanza de vida y que conllevaba un recorte de las pensiones– hasta este año, aunque posteriormente el PSOE lo derogó e introdujo el Mecanismos de Equidad Intergeneracional.

3.596,35millones fue el gasto en pensiones en Gipuzkoa en 2022, de los que 2.752,61 se destino a las prestaciones de jubilación

Pues bien, esos 10.837,5 millones es lo que ha tenido que pagar el Estado en Euskadi por las nóminas de 516.302 pensionistas. Si se mira para atrás y nos fijamos en 2005, esa nómina se ha más que duplicado, y es que hace 17 años apenas llegaba a los 4.897 millones.

En Gipuzkoa la nómina que se abonó el año pasado llegó a los 3.596,35 millones, siendo el importe más elevado como es habitual el que va destinado a las pensiones de jubilación, que fue de 2.752,61 millones; es decir, más de dos tercios del total.

Le sigue en importancia la de viudedad, con 567 millones; la de incapacidad permanente (235,68 millones); las de orfandad (68,1 millones) y las de favor de familiares (5,97 millones).

La nómina de las pensiones está engordando no solo por la mayor revalorización de las mismas sino también debido a otra realidad que se está produciendo en los últimos años como es el hecho de que las nuevas pensiones son más elevadas que las que salen del sistema. Una casuística que se produce porque han contado con salarios más elevados.

De hecho, la pensión media de los que entraron en el sistema el año pasado (altas) fue en Euskadi de 1.457,95 euros, mientras que la de los que se salieron era de 1.240,97 euros. Más de 200 euros de diferencia.

Una brecha que es aún mayor en el caso de las pensiones de jubilación, ya que las altas eran de 1.694,31 euros y las bajas de 1.440,41 euros, lo que supone una diferencia del 17,6%. En las de viudedad las nuevas entradas eran de media de 1.002,6 euros y las salidas de 875,43 euros.

Hay que recordar también que Euskadi cuenta con la mayor pensión media del conjunto del Estado fruto también de unos salarios más elevados. En concreto, la pensión media fue de 1.357 euros frente a los 1.094,87 del conjunto del Estado. La pensión media de jubilación fue a cierre de año en el País Vasco de 1.543 euros, mientras que la de viudedad se quedó en 951 euros.

Y limitándonos a Euskadi, la diferencia de pensión entre el régimen general y el de autónomos es también significativa, ya que mientras los primeros percibieron a cierre de año una media de 1.761 euros, los segundos se tuvieron que conformar con 999 euros, fruto de una menor cotización durante la vida laboral de los empleados por cuenta propia.

Un régimen que acaba de modificarse este año ya que cotizarán a partir de ahora por ingresos reales, lo que hará que en muchos casos se eleve la cuantía de la prestación cuando abandonen su actividad.

999fue la prestación media de los autónomos en Euskadi, muy por debajo de las del régimen general (1.761 euros

Otro dato llamativo en lo que respecta a las pensiones es que el número de personas afiliadas por cada pensionista se va reduciendo progresivamente en los últimos años hasta el punto de que en estos momentos la relación es de 1,93 cotizantes por cada pensionista. En 2005 había 2,24 afiliados por cada persona que percibía una pensión. Eso sí, en el último año se ha mantenido estable.

Esta es una de las cuestiones que tensionan el sistema y que se agravará con la jubilación de los llamados 'baby boomer', los nacidos en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado.