«Necesitamos formar profesionales para la industria del vehículo eléctrico»

– Cuando hablamos de movilidad eléctrica tendemos a pensar solo en vehículos pero, ¿no es ésta una visión un tanto reduccionista?

– Es lo que más llama la atención. Sin embargo, si miramos hacia atrás, la movilidad eléctrica ya comenzó con los ascensores. Dentro de este campo también hay que incluir los patinetes, las bicis eléctricas, las motos y el transporte ferroviario urbano, como los tranvías, el Metro... No lo parece, pero la movilidad eléctrica está muy extendida.

– ¿Qué nuevos perfiles profesionales va a requerir?

– Aquellos relacionados con el almacenamiento de la energía, las máquinas eléctricas y las infraestructuras de recarga. Es decir, desde técnicos que hayan cursado ciclos medios o superiores, hasta mecánicos para reparar coches. También ingenieros especializados en el desarrollo de infraestructuras de redes eléctricas, convertidores y en los sistema de comunicación para enlazar todo ese conglomerado. Al final, se trata de que los vehículos puedan realizar las recargas de forma óptima y rápida.

– ¿Cómo convencería a un joven para que se matriculase en unos estudios relacionados con la movilidad eléctrica?

– Le diría que tienen futuro, porque los vehículos eléctricos han venido para quedarse. Los jóvenes sensibilizados con la sostenibilidad acertarán si realizan estudios relacionados con la electromovilidad, porque así trabajarán en sectores que contribuirán a reducir las emisiones. Hay muchas opciones, desde una FP en la que prepararse para reparar vehículos hasta un grado universitario para incorporarse en el tejido industrial vasco que, sin duda, demandará estos perfiles.

– ¿Augura pleno empleo para las personas que se decanten por estas profesiones?

– Sí, porque tendrán muchas facilidades para encontrar trabajo. En nuestro entorno hay multitud de empresas que se están enfocando hacia la electromovilidad, ya sea pensando en los vehículos o en las infraestructuras.

– ¿Entre los jóvenes hay interés por cursar estas materias?

– Creo que sí. De hecho, ya se han montado algunas 'startup'. Es evidente que hay un interés por las energías limpias y en utilizar la electromovilidad para conseguir este objetivo.

– ¿Euskadi dispone de centros preparados para formar a estos 'nuevos' profesionales o la red existente es obsoleta?

– MU, además de los másteres para profesionales, imparte módulos de electromovilidad en algunos grados de ingeniería. Me consta que el resto de universidades de Euskadi también los ofrecen. En FP, Teknika lleva años trabajando esta temática y cuenta con asignaturas específicas.

– Por tanto, no nos va a pillar con el pie cambiado.

– No, ya hay un camino recorrido. Estamos preparados para afrontar los cambios. No habrá problemas para abordar los retos.

– Nuestra cultura empresarial y profesional se ha basado en los motores de combustión. ¿Es posible reciclar a los ingenieros y otros puestos técnicos hacia estas nuevas tecnologías?

– Nuestro máster está enfocado a estas personas, profesionales que ven cómo su empresa quiere entrar en este campo. Las personas jóvenes son más proclives al cambio, en tanto que las de más edad tendrán mayores dificultades.

– Euskadi ha alcanzado una posición puntera en el mundo del motor de combustión, ¿logrará esta misma competitividad en la movilidad eléctrica?

– Contamos con muchísimo conocimiento en la fabricación de chasis, carrocerías, electrónica auxiliar, aerodinámica, convertidores de potencia... Todo ello es útil al cien por cien para el vehículo eléctrico. Disponemos de una industria muy potente en esos sectores. Además, contamos con el conocimiento de los profesionales y de los centros educativos, de manera que en un momento de alta demanda se podrán cubrir los puestos que se necesiten. A ello hay que sumar los centros de investigación, como Cidetec, Ikerlan, Tecnalia, la propia MU o la UPV, que aportan un buen soporte para madurar la tecnología.

– Pero el motor de un eléctrico es más simple que uno de combustión y este cambio puede afectar negativamente a la industria vasca de componentes...

– Esa parte de la industria sí deberá reciclarse, pero no toda. La UE impulsa la reducción de las emisiones y ello conllevará ir sacando de la circulación a los vehículos con motores de combustión. De todas formas, hay muchas empresas que fabrican piezas que no van destinadas a los motores. Ahora bien, somos proveedores y serán los fabricantes de los vehículos los que marquen las pautas a seguir y a nosotros nos toca responder a esa demanda. Resulta obligado subirse a ese tren si queremos mantener nuestra industria.

– Ha citado las fortalezas pero, ¿cuáles son las debilidades?

– Estamos un poco flojos en el desarrollo de baterías, un mal común a toda Europa. Dependemos de los países asiáticos, que son los que lideran este mercado.