La venta de coches cae un 26% en Gipuzkoa por el Covid y retrocede a niveles de hace siete años

Gipuzkoa encadena de esta forma dos ejercicios en baremos negativos, ya que las matriculaciones en 2019 descendieron un 1,81% respecto a 2018. Por aquel entonces las lecturas eran negativas debido, fundamentalmente, a las incertidumbres en torno a los motores de combustibles fósiles, especialmente el diésel, y también a los efectos de la desaceleración económica que se intuía en el horizonte, agravada por el parón de la automoción alemana y la guerra arancelaria entre EE UU y China. El problema es que apenas un par de meses después, el coronavirus se extendió por todos los rincones del planeta y paralizó la actividad económica. El confinamiento de primavera cerró los concesionarios en abril y en mayo y sólo el espejismo de verano, aupado por los efectos positivos del Eusko Renove promovido por el Gobierno Vasco, permitió ver cierta luz al final del túnel. Pero el otoño volvió a ser crudo, al igual que las concecuencias de la segunda ola, y el futuro se presenta cargado de incertidumbre debido a la nueva normativa de emisiones que ha entrado en vigor en enero y que encarecerá el precio de los vehículos.

De hecho, la amenaza de la subida del impuesto de matriculación en enero ha permitido que las ventas del último mes de 2020 se igualen a las de 2019. Las automatriculaciones de los propios concesionarios y cierta alegría en los consumidores han permitido que en el caso de nuestro territorio se hayan vendido siete coches más que en el mismo periodo del año anterior: 1.089 frente a 1.082. En Bizkaia el mes de diciembre se ha saldado de forma más positiva (6,34%) y en Álava de forma más modesta (1,65%), pero suficiente para aupar la media vasca al 3,7%.

Al detener la mirada en el canal de particulares, el que mide la temperatura real del sector, Gipuzkoa sufre una caída interanual del 24,71%, también la mayor registrada en el conjunto de Euskadi, puesto que en Álava y en Bizkaia el descenso es del 19,60% y del 17,13%, respectivamente. Los datos, por tanto, son malos, sin paliativos, como cabía esperar en este nefasto año marcado a fuego por la epidemia. El sector vive además un periodo de incertidumbre añadido por la transición energética en el que se halla inmerso, que agrega dudas al consumidor. De ahí que desde la patronal y puntos de venta de coches se afanen en solicitar a las administraciones que reacciones cuanto antes para salir al rescate de un sector primordial, que funciona como uno de los principales termómetros de la economía.

Javier Bagües, máximo responsable del área de concesionarios de la Asociación de Empresarios de Automoción de Gipuzkoa (AEGA) y gerente del Grupo Gorla (Opel, Mercedes, Peugeot, Ford, Toyota y Citroën), cuantifica en un 20% la caída en ventas registrada por su grupo y asegura que han «salvado los muebles» ya que en lo peor de la pandemia, en pleno confinamiento, llegaron a temer un descalabro anual cercano al 40%.

En cuanto al futuro, teme que el arranque de 2021, e incluso el primer semestre, sean «duros» y que «costará» arrancar, aunque ampliando la vista a todo el año sueña con volver a niveles de comercializaciones de 2019. Para ello, evidentemente, considera primordial contar con el respaldo institucional en forma de Eusko Renove, que debe ser «consistente y sin discriminación hacia ningún tipo de tecnología».

Álex Rodríguez, gerente de Gaursa (Nissan, Renault y Dacia), que agrupa 25 puntos de venta en Euskadi, añade a modo de reflexión las dificultades que el reto de la transición energética conlleva en su sector, ya que «se exige lo mismo a todos los países cuando el nivel adquisitivo de los ciudadanos se parece muy poco». Por todo ello, cree que la electrificación «no está calando».

Rodríguez coincide en que las expectativas del mercado para 2021 «no son buenas» –en 2020 han caído un 16,87% respecto a 2019–, se remite a la evolución de la pandemia y sus consecuencias en la movilidad para calibrar la recuperación y clama a las administraciones por un plan de ayudas que disponga de «más recursos y que sea más ágil».

Desde Easo Motor, que representa a cinco marcas en el territorio (Ford, Hyundai, Mazda, Land Rover y Jaguar), su director general, Jon Tolaretxipi, cifra en un 21% la caída en ventas de su grupo después de un segundo semestre que no ha ido tan bien como esperaban. De cara al 2021, no cree que se esté en disposición de recuperar el nivel de 2019, aunque sí espera que el mercado «se anime cuando las vacunas sean eficaces y se vaya recuperando la movilidad». Además, afirma que crece el ahorro y confía en que cuando retorne la normalidad, vuelva «cierta alegría en el gasto. Y que el ciudadano se decante por el vehículo privado frente al transporte público para prevenir los contagios».

Finalmente, desde Anfac manifiestan su «compromiso» con los objetivos de descarbonización, pero subrayan que es «necesario» aclarar cuál es el modelo de movilidad que se quiere y establecer medidas que «favorezcan» la progresiva transición hacia el vehículo cero emisiones y la «necesaria» renovación del parque automovilístico.

Este 2020 también pasará a la historia porque es el primer año en el que, tanto en Euskadi como en Gipuzkoa, se han comercializado más vehículos alternativos que diésel. Así, las matriculaciones de híbridos y eléctricos se dispararon en la CAV un 68% hasta sumar 7.251 vehículos mientras que las de turismos de gasóleo solo alcanzaron 6.524 tras caer casi un 30%. De esta forma, la cuota de los coches diésel cae al 21,6% mientras que la de los movidos por energías alternativas se eleva al 24%. La gasolina sigue en cabeza con una cuota del 54%, aunque es el combustible que sufrió el mayor batacazo el año pasado, con un retroceso del 37%. En Gipuzkoa, la cuota de los híbridos y eléctricos en 2020 fue del 22,9%, la del gasóleo del 19,6% y la de la gasolina, del 57,5%.

En el resto del Estado, los coches de gasolina también lideran el mercado, con algo más del 49%, mientras que los alternativos representan ya un 22%. El otro 27,7% corresponde al diésel.