El encarecimiento de las materias primas y la falta de chips presionan a la industria vasca
Empresas e instituciones alertan del impacto de una 'tormenta perfecta' que ahoga los márgenes y a la que nadie se atreve a poner fecha de caducidad
Es sencillo de entender pero muy complicado de gestionar. El parón total de la actividad industrial mundial el año pasado en los peores momentos de ... la pandemia obligó a cerrar infinidad de empresas, dejó en el dique seco a los grandes barcos contenedores que surcan los océanos cada día y cortó, de un día para otro, la producción de casi todo. Tras aquel primer golpe, la actividad mundial se recompuso poco a poco y ahora, que de la mano de las vacunas toma velocidad de crucero, resulta que, sencillamente, el sistema no da abasto.
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Escasean multitud de materias primas, que en manos de muy pocos productores presentan cotizaciones casi irreales. Y, por si fuera poco, los semiconductores (los chips), presentes en casi todo lo que se nos pueda ocurrir, no solo en la automoción, se han convertido en objeto de deseo de infinidad de sectores, que tienen ahora que pasar por el aro de unos precios locos y una absoluta incertidumbre sobre el abastecimiento. Por si fuera poco, la energía tampoco da tregua.
«El alza en las materias primas se entiende, pero sorprende la de los semiconductores»
Patxi Sasigain | Adegi
Es, confiesan muchas empresas e instituciones vascas, «una tormenta perfecta» de la que no se adivina el final y cuya primera consecuencia, en plena recuperación económica, es un golpe durísimo a los márgenes sin que, en la mayoría de las ocasiones, se pueda repercutir el alza de precios a los clientes. Un escenario mucho más complicado de lo que pueda parecer, y con derivadas no menores ligadas, por ejemplo, a los salarios en el futuro más próximo.
«Nos hemos dotado de cadenas de suministro complejas, con piezas que salen de aquí, viajan a Vigo para integrar algo y de allí van a Turquía para rematarse después en Polonia, y cuando hay un parón global se pierde la armonía; va a costar recuperar el ritmo», señala Edorta Herce, director general de Ategi, la gran central de compras de la Corporación Mondragon.
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Tras el parón mundial por el Covid en 2020, el regreso ha generado enormes cuellos de botella
colapso internacional
«Desde el segundo semestre de 2020 los fletes y las materias primas no han dejado de subir, multiplicándose por cuatro, por cinco o por seis; hay una auténtica competición. A nosotros, por volúmenes, algo nos respetan, pero, tras evidenciarse una absoluta dependencia de China en muchas cosas, hay que buscar mercados y proveedores alternativos», señala.
«La cadena de suministro ha perdido la armonía, y va a costar bastante recuperarla»
Edorta Herce | Ategi
«Algunos están haciendo su agosto, pero saben que esto no será eterno; el problema es en qué niveles se quedará cuando pare, algo para lo que hoy no tenemos visibilidad», dice. «Esto, además, genera problemas aguas abajo, en toda la cadena. Algo se podrá repercutir, pero el impacto importante lo soportan las empresas», concluye.
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Jokin Laspiur, director de Desarrollo de Negocio del Grupo Batz (proveedor de primer nivel de los grandes fabricantes de coches) explica que las materias primas y los semiconductores caen como una losa en un sector que ya venía «tocado» por la revolución que vivía hacia el coche eléctrico.
«Los Tier 1 en la automoción dependemos de lo venden los fabricantes, y hay mucha incertidubre»
Jokin Laspiur | Grupo Batz
«La industria auxiliar está temblando, pues hay más incertidumbre de la que podamos esperar; y hay que absorber el 'gap' sin dejar de invertir en I+D ni perder posiciones...», señala. «Esto va a dejar ganadores y perdedores; estamos viendo incluso empresas de cierto renombre que no pueden más y se te ofrecen», afirma. «Es un 'challenge' diario repleto de sorpresas», explica.
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Sandwich
Txema Gallego, director general de CIN Advanced Systems Group –ingeniría arrasatearra especializada en la implantación de soluciones de digitalización por visión artificial y automatización para garantizar 'cero defectos' en la producción– pone el acento en «lo complicado que resulta hoy hacerse hoy con ciertos componentes como tarjetas gráficas o elemento de sensórica».
«El proveedor de tecnología no cumple. De momento aguantamos bien, pero si esto se alarga...»
Txema Gallego | CIN Advanced S.
«Nosotros compramos en Europa, y además de los precios es que los proveedores no cumplen los plazos», afirma.
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Sobre el parón de algunas plantas de coches, resalta que «eso arrastra a toda la cadena, también a nosotros que tenemos que estar en sus fábricas para la prehomologación». «Si ellos contienen los gastos..., menos mal que estamos en bastantes proyectos y vamos a aguantar, aunque si esto dura mucho...», dice.
Andoni Isasti, gerente de Cadinox, calderería de Belauntza especializada en proyectos complejos, habla sin paños calientes: «Estamos sufriendo mucho. No es tanto la electricidad, sino las materias primas como la chapa de inoxidable o el hierro, que suben como la espuma y no puedes repercutir al cliente». Isasti saca a colación una expresión que repiten muchos industriales guipuzcoanos y habla de 'el sandwich'. «Estás entre el proveedor y el cliente, y te aprietan de todos los lados», lamenta.
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«El acero está subiendo de asustar; espero que pronto se pueda repercutir al cliente»
Andoni Isasti | Cadinox
«Yo, que no soy de llorar, reconozco que tenemos un problema; tenemos actividad pero esto se está comiendo la rentabilidad», advierte. «Lo de las materias primas es de asustar. Quiero pensar que pronto se pueda empezar a trasladar al cliente, aunque a corto no va a poder ser», confiesa.
Como el Cholo
La misma sinceridad ofrece Luis Artola, director general de Plastigaur, firma de Andoain que se ha especializado en soluciones sostenibles en los servicios integrados de extrusión, impresión y laminación de plástico. «El encarecimiento de la materia prima es un drama. Una simple cifra lo dice todo: en un año, el polietileno que nosotros consumimos se ha encarecido un 115%», asegura, para compartir con Isasti la 'teoría del sandwinch'.
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«Es un drama. El tipo de polietileno que consumimos nosotros ha subido un 115% en un año»
Luis Artola | Plastigaur
«Y no solo es eso, son los tintes, los mandriles de cartón, los palés... ¡Todo!», añade, para subrayar que «con clientes grandes es difícil repercutir rápido y todo se convierte en una pelea cuerpo a cuerpo». Artola explica que algunas empresas de su sector (no Plastigaur) han tenido que parar la producción, y reconoce que «esto nos está haciendo más sabios, es como un máster acelerado».
«Los precios no son sostenibles, y supongo que la industria química reculará, no se puede mantener así. De todos modos, yo voy como el Cholo Simeone, partido a partido. Le daremos la vuelta, pero 2021 va a se un año de sufrimiento en el que, además, no podemos bajar los brazos con la I+D. Hay que fortalecer la eficiencia y la productividad», señala.
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Doble impacto
Esta espiral inflacionista puede convertirse en ocasiones en una incómoda pinza. Más bien en una tenaza que aprieta por varios flancos. Es lo que explica Ander Aramburu, consejero delegado del gigante de la máquina-herramienta Lazpiur y, al tiempo, también primer ejecutivo del Grupo Gorla, propietario de concesionarios de Opel, Mercedes, Peugeot, Ford, Toyota y Citroën en Euskadi.
«El mercado de los chips ha colapsado; está dominado por solo tres fabricantes de Taiwan»
Ander Aramburu | Lazpiur y GORLA
En el caso de Lazpiur, relata, el impacto de la materia prima (sobre todo, el acero) «no es demasiado importante, hoy». «Sí ha subido, pero manejamos volúmenes altos y contratos anuales, con lo que no nos influye demasiado, como tampoco los fletes, puesto que el mercado asiático lo abordamos desde nuestra fábrica en China», añade. «Más o menos, lo controlamos», dice.
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Pero, matiza, «con los semiconductores es otra cosa». «Nuestras máquinas incorporan automatismos, pantallas, servomotores y... Venimos de estar cerrados por decreto y todo el mundo redujo existencias, ahora al volver a la actividad el mercado ha colapsado. Hay tres grandes productores de chips en el mundo y están todos en el mismo lugar, en Taiwan. Es terrible cómo no hemos despertado antes en otros continentes», lamenta.
«Preocupan los márgenes. Turcos, chinos, indios o portugueses se están llevando pedidos»
Javier Zubia | Cámara Comercio
La gravedad en el rostro de Aramburu se hace patente al hablar de negocio más ligado a la automoción. «Es que paraliza la industria», asegura. «Los coches cada vez llevan más chips y la consecuencia es que en Gorla tenemos ya algunos problemas a la hora de entregar coches a los clientes, pues la fabricación se demora mucho; también empiezan a faltar repuestos», explica.
«Incluso hay veces que tenemos que dar coches sin que funcionen algunos accesorios secundarios y esperar a que se puedan activar más tarde cuando llegue la pieza. Es un problemón», confiesa.
Un escándalo
David Llordés, director general de Salva Industrial (referente internacional desde Lezo en la fabricación de hornos para todo tipo de panaderías), afirma que «el aumento de los precios, por ejemplo del acero inoxidable, es escandaloso y muy complicado de gestionar, a lo que se suman las enormes dificultades para gestionar el suministro». ¿Que cómo sobrevivimos? Pues intentando buscar proveedores alternativos, cosa que no es nada sencilla, y hablando con los clientes, entre los que algunos te empiezan a entender«, relata.
La empresa vasca ha de pelear por los componentes en auténticas subastas
«En la industria, normalmente, se fija un precio anual, pero este año, y estamos solo en julio, ya han subido dos veces. Lo nunca visto», afirma. Sobre el cuello de botella tecnológico (los hornos también necesitan componentes eléctrónicos), lo que toca es, afirma, «ser el más listo de la clase». «Acabas buscando en conseguidores que hay por internet; es increíble», concluye.
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Aún quedan meses
Aguas arriba de la industria vasca hallamos parte de la explicación al encarecimiento de las materias primas. La ofrece Pablo Munilla, CEO de Inter Alloys, una empresa donostiarra que lleva más de 40 años suministrando materias primas (sobre todo ferroaleaciones y chatarra) para la fabricación de acero en el mercado español y portugués principalmente. La firma también vende en países como Sudáfrica, EE UU, Turquía o Latinoamérica, y cuenta con acuerdos directos con empresas mineras de Kazajistán, Rusia, China, Finlandia, Sudáfrica, Brasil, Estados Unidos, Holanda, Reino Unido, Macedonia o República Dominicana, entre otros.
«Sin equilibrio entre oferta y demanda en las materias primas habrá alza de precios y tensiones»
Pablo Munilla | Inter Alloys
«Lo que estamos viviendo es totalmente excepcional y responde a una serie de factores como son un fuerte e inesperado incremento de la demanda global internacional tras la parada que se produjo o a los efectos hoy todavía muy intensos de la pandemia en algunos países productores de materias primas.
«Lo que está sucediendo con las materias primas es un auténtico escándalo»
David Llordés | Salva Industrial
A eso se unen una situación complicada a nivel logístico, producida y derivada claramente también por la pandemia, y unas políticas proteccionistas impuestas por algunos países, tanto productores como consumidores«, explica.
«Todo ha confluido en este 2021 y ha llevado a un incremento regular y sostenido de la gran mayoría de materias primas que, según parece, no tiene visos de terminar en el corto plazo y que también tiene un claro impacto en nuestros clientes. Hay mucha incertidumbre, y mientras no haya un equilibrio entre oferta y demanda y se solventen esos factores de los que hablábamos viviremos meses de alza de precios, escasez de material y de tensiones internacionales», afirma.
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