María Jesús San José, consejera de Trabajo y Justicia: «La nueva Ley de Cooperativas de Euskadi da flexibilidad al sector sin perder su esencia»
María Jesús San José Consejera de Trabajo y Justicia ·
La socialista, promotora de la iniciativa desde el Ejecutivo, resalta que la norma es fruto de un alto grado de consenso con el sector cooperativoMaría Jesús San José (Sestao, 1966), consejera de Trabajo y Justicia del Gobierno Vasco, está de enhorabuena. Ella, impulsora de la nueva Ley ... de Cooperativas de Euskadi, aprobada ayer en el Parlamento de Vitoria con el respaldo de todos los grupos salvo Elkarrekin Podemos, hace extensiva su alegría al conjunto del movimiento cooperativo; y destaca que la norma, que sustituye a otra de 1993, ofrece a ese corpus empresarial -responsable de un 10% del empleo vasco- un marco legal moderno y de futuro con el que poder competir en igualdad por todo el mundo. La consejera, en otro campo de su competencia, adelanta que el trabajo de la Inspección ha permitido la conversión en indefinidos de 6.000 contratos temporales y califica de «aberración» la posibilidad -tal y como permite una reciente sentencia del Tribunal Supremo- de despedir a alguien por acumulación de bajas aunque estén justificadas.
-Ha sido usted la principal impulsora de la nueva Ley de Cooperativas dentro del Gobierno Vasco. ¿Se le puede dar la enhorabuena?
-(Sonríe) Yo creo que hay que dársela a todos los que han participado en la elaboración de una norma que ha sido 'cocreada' entre muchos agentes y que ha tenido un gran consenso, también con los grupos parlamentarios. Esto es fruto de un compromiso de todo el Gobierno Vasco. No hay que olvidar que se incluyó en el programa legislativo Euskadi 2020 como prioritario. Es un orgullo haber sido yo la que lo elevó a consejo de Gobierno pero la satisfacción es general.
-¿Hasta qué punto es importante la aprobación de esta ley para el propio Ejecutivo?
-Es importante para el Gobierno porque es importante para toda la sociedad.
-La tramitación de la norma llegó a complicarse y el sector temió que un eventual adelanto electoral en Euskadi la dejara en agua de borrajas. ¿Temió usted también por un fiasco, como ya se dio en la anterior legislatura?
-No. Yo en todo momento les he tranquilizado (al sector). Mi empeño y su apoyo ha sido determinante en esto. Cuando presenté el anteproyecto en el Parlamento les pedí que agilizaran al máximo la tramitación, que queríamos que viera la luz en esta legislatura. No pensé nunca en que no iba a salir. Y en el seno del consejo de Gobierno, tampoco.
-¿Cómo ha sido ese trabajo de cocina con el sector?
-En lo que se refiere a la elaboración, hemos trabajado con la Confederación de Cooperativas de Euskadi (Konfekoop) y con las tres universidades vascas. Ha sido una ley consensuada y con un intenso trabajo previo. Se han puesto todas las cuestiones sobre la mesa y creo que ha salido una ley de futuro, con futuro y que cumple con las expectativas del sector.
-¿Se ha tenido que remangar mucho la consejera?
-Hemos trabajado intensamente con el sector. Hemos tenido muy buena sintonía y creo que ha sido una labor importante.
-La única sombra a ese consenso es el voto en contra de Elkarrekin-Podemos, precisamente el socio del Gobierno Vasco para los Presupuestos de 2020. ¿No resulta un poco paradójico?
-Bueno, la mayoría ha aprobado el proyecto y nos tenemos que quedar con eso, que es algo que el sector también agradece. Es una buena ley y la ciudadanía y el sector cooperativo lo necesitan. Ellos (Elkarrekin-Podemos) han de explicar el porqué de su voto.
-¿Tan obsoleta en la práctica se había quedado la norma anterior?
-El contenido de la nueva ley adapta la norma a las necesidades de un mundo en constante y rápida evolución. La anterior era de 1993, y ha sufrido tres reformas. Han pasado muchas cosas y lo que teníamos que hacer era actualizar la legislación.
Las principales novedades
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Blindaje Tras la caída de Fagor Electrodomésticos, este es un aspecto esencial. La norma detalla que los socios no responderán de las deudas de la cooperativa más que con su aportación al capital, quedando libre su patrimonio. Y esa aportación será inembargable.
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Flexibilidad La búsqueda de fórmulas que den margen para competir con las empresas de capital lleva a elevar del 25% al 30% el número de horas/año a realizar por trabajadores contratados y no socios en momentos en los que existan puntas de trabajo.
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Gobernanza La necesidad de profesionalizar la gestión hace que se puedan incorporar al consejo rector personas que no sean socias hasta en un 30% de los asientos. El cargo de administrador es gratuito, pero se podrá aprobar un salario, según la situación, la dimensión de la empresa y las funciones que se desempeñen.
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Igualdad Se «procurará la presencia equilibrada de las personas socias en sus órganos (también en el consejo rector), así como el establecimiento de medidas de igualdad de género, especialmente, las dirigidas a la concilidación». Se abre la puerta a utilizar los excedentes del Fondo de Reserva Obligatorio para impulsar políticas y formación de igualdad.
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Modernización Uno de los grandes avances es la posibilidad de abordar fusiones o escisiones. Se introduce la previsión expresa de la posibilidad de que se fusionen con cualquier otro tipo societario, civil o mercantil.
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Otras fórmulas Para evitar confusiones y problemas con cooperativas de transporte, se prevé expresamente su constitución como cooperativa de servicios o de trabajo asociado. En todo caso, se mantiene una estructura y un régimen jurídico diferenciados.
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Jóvenes Se trata de cooperativas promovidas por estudiantes que tienen por objeto la aplicación práctica de las habilidades y conocimientos mientras aprenden. Son de duración indefinida, pero se convierten en 'normales' si solo quedan socios estudiantes.
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Legislación refundada La nueva norma sustituye a la ley de 1993 y consta de 154 artículos, 8 disposiciones adicionales, 2 transitorias, una derogatoria y 6 finales. Es un profundo ejercicio de refundición legislativa.
-¿La vieja ley restaba competividad a las cooperativas?
-No lo sé. Lo que sí sé es que la nueva les permite ser más competitivas en un mundo cada día más globalizado. Les da mucha más flexibilidad operativa sin perder su identidad cooperativa.
-¿Qué es lo más novedoso de la ley?
-Hay varias cosas importantes. La norma clarifica cuestiones que afectan a la eficacia de este tipo societario en cuanto a alternativa democrática y solidaria de hacer empresas, como es el supuesto de la responsabilidad de los socios por las deudas sociales. Eso era importante. También incorpora algunos regímenes como los de las cooperativas de vivienda y las de transporte, que las hay de trabajo asociado y de servicios. Y también incorpora nuevas figuras como las de fomento empresarial, fruto del consenso parlamentario, y las junior cooperativas.Además incluye aspectos del derecho de sociedades mercantiles, como lo relativo al gobierno corporativo. Y también otras de carácter transversal, como la igualdad de género o ajustes juridico-técnicos que le dan una coherencia importante.
-En algunos casos da la sensación de que estamos ante un ejercicio de mimetización con las compañías de capital...
-Sí, así es. Son herramientas para darles mayor competitividad.
-¿Entiende usted que se puedan levantar suspicacias entre el resto del empresariado, que pudiera interpretar cierta ventaja a las cooperativas con las que compiten? Ya se suelen quejar en lo relativo a la fiscalidad...
-A nivel europeo la economía social es muy potente, y tenemos que dotar a nuestras cooperativas de esas herramientas que les sigan haciendo referente a nivel internacional. De otra parte, esta norma no toca ningún aspecto fiscal. Lo que logramos con esta ley es impulsar un sector que crea empleo de calidad.
-Uno de los elementos polémicos ha sido la posibilidad de elevar al 30%, desde el 25% actual, el porcentaje de personal contratado por cuenta ajena no socio en determinadas puntas de trabajo...
-Lo que se pretende es un equilibrio entre soluciones juríricas, sobre todo para el fortalecimiento del sector, y el mantenimiento de la identidad cooperativa. No es malo, sino que aporta flexibilidad operativa cuando las circunstancias lo requieren, y también está recogido en otras leyes autonómicas, que en ocasiones elevan ese tope al 50%.
-Al sector le queda la espinita de ser reconocido como 'agente social' pero sin poder entrar en el consejo de administración de Lanbide. ¿Tenían que estar?
-Es una reivindicación antigua y legítima del movimiento cooperativoi vasco, que la mayoría parlamentaria (en alusión a PNV, PSE y PP) ha rechazado. No creo que haya sido por desacuerdo sino por un argumento compartido con el Gobierno Vasco de que la tramitación de esta ley no debe entrar en una decisión que corresponde a otro ámbito competencial, a otra ley.
-¿A qué ley se refiere?
-A la Ley de Empleo, claro.
-¿Es un asunto resoluble?
-Creo que sí.
-No me ha dicho si cree que tienen que estar en Lanbide o no...
-Yo ya he dicho bastante en la ley sobre su participación en todos los ámbitos.
-En cualquier caso, la reacción de Confebask en contra de esa posibilidad no se hizo esperar...
-Están en su legítimo derecho de reivindicar lo que consideren.
-¿Somos conscientes del peso del cooperativismo en Euskadi?
-Los datos están ahí. Son unas 1.600 empresas con más de 60.000 empleos y un 10% de la población ocupada. Son suficientes argumentos como para que la sociedad las considere algo importante. Somos un referente mundial, como vimos en la Cumbre Social de Gotemburgo.
Salarios
-Le he escuchado en varias ocasiones reclamar a los empresarios subidas de salarios, pero hemos conocido hace poco que los sueldos en Euskadi crecen, pero por debajo de lo que lo hacen en España...
-Creo que es la negociación colectiva lo que permite avances en todas las materias, incluida la salarial. El diálogo bipartito y tripartito es la vía para conseguir acuerdos.
-¿Y cómo va el Diálogo Social?
-Hay un antes y un después de este año con el decreto de constitución de la Mesa de Diálogo Social. Este Gobierno ha dado un salto cualitativo y un compromiso básico por la concertación. Se han constituido cinco grupos de trabajo sobre igualdad, empleo, formación profesional, salud laboral e industria, y durante el año ha habido más de veinte reuniones. Hay que resaltar la participación de cuatro consejeros y de la directora de Emakunde. Valoro muy positivamente el compromiso de los agentes sociales que están en esa mesa. Creo que para otros es más fácil la confrontación que la conversación.
«Los datos están ahí; las cooperativas suponen 60.000 empleos, el 10% de los ocupados»
«Ha sido una ley muy consensuada con el sector y con mucho trabajo de cocina previa»
«Este año vamos a lograr convertir en fijos unos 6.000 contratos irregulares»
-¿Esos trabajos van a a cristalizar en algo concreto?
-Creo que en el año 2020 podrá ser convocada cuanto antes la Mesa de Diálogo Social, no solo para hacer balance de los acuerdos sino para elaborar el plan de trabajo de las materias que las tres partes consideran que se tienen que tratar en el ejercicio. Hay que dar tiempo al tiempo. Todos estamos aprendiendo qué es lo que conlleva la concertación. Lo fundamental es que los pasos que se den se apoyen en esa idea.
-Consejera, Euskadi está a la cabeza del absentismo laboral en España. ¿Qué está sucediendo?
-No se puede generalizar. Sí que en algún sector les preocupa el absentismo y que hay datos para la preocupación. Es cierto que contrasta el tema de tener una Sanidad tan avanzada con estos datos; creo que serán temporales y espero que no sean definitivos.
-Llevamos años a la cabeza...
-Ya...
-¿Ha conocido la sentencia del Tribunal Supremo que avala el despido de una funcionaria por bajas continuadas aún justificadas?
-No he tenido la oportunidad de leerla en detalle pero, en base a lo que conozco, me parece una aberración. Espero que cuando se conforme, el nuevo Gobierno legisle en este sentido para evitar que se puedan dar estas cuestiones.
-Hemos conocido los datos de la conversión de contratos temporales en fijos en España. ¿Tiene datos de cómo va esto en Euskadi?
-Aquí quiero resaltar que nosotros trabajámos en esto antes de que el Gobierno central pusiera en marcha su programa. En términos generales, y sin datos definitivos, creo que podremos presentar este año la cifra de más de 20.000 actuaciones contra la contratación fraudulenta, con una conversión en todo este año de unos 6.000 contratos irregulares.
-¿Está asegurado el mantenimiento del sistema de pensiones?
-El sistema ha sido sostenible hasta ahora y creo que, con grandes acuerdos, tenemos que mantenerlo así en el futuro. Ha de ser un sistema público. La previsión social voluntaria tiene que ser negociada en la empresa, en la negociación colectiva.
-¿Es usted partidaria de incrementar impuestos para sostener la Seguridad Social?
-Yo soy partidaria de hacer lo que sea si hay que incrementar impuestos para que las pensiones sigan siendo sostenibles. El sistema ha de sostenerse con las cotizaciones.
Satisfacción en el sector y entre los grupos parlamentarios
La aprobación de la Ley de Cooperativas de Euskadi fue celebrada por el movimiento cooperativo vasco y por los grupos parlamentarios. Tanto el Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi como la Confederación de Cooperativas subrayaron que la norma permite al sector modernizarse y competir en mejores condiciones en un mundo cada día más globalizado. Junto a esto, los protagonistas de la norma aplaudieron el alto grado de consenso entre las fuerzas políticas en la tramitación. PNV, EH Bildu, PSE y PP la respaldaron, mientras que Elkarrekin-Podemos votó en contra o se abstuvo según qué artículos. El jeltzale Aitor Urrutia y la socialista Gloria Sánchez insistieron en ese consenso, y Larraitz Ugarte, de la coalición abertzale, defendió su «voto a favor pero crítico». El popular Carmelo Barrio subrayó la «modernización» de la norma y José Ramón Becerra, de Podemos, aseguró que va a ser «una peor ley».
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